Alza se da en momentos donde China ha cerrado algunas plantas, aunque permanece una capacidad subutilizada.
No ha sido un camino difícil, pero CAP está logrando mantener cifras positivas en su emblemática unidad de acero, la que al cierre del segundo trimestre logró concretar un año corrido con Ebitda positivo, esto tras la crisis del mercado del acero que enfrentó una baja en la demanda en China y la caída en el precio del metal.
Así lo destacó un informe de Banchile Inversiones, que fijó en US$ 9 millones el Ebitda en el segundo trimestre, idéntico al del primer cuarto del año.
“CAP Acero ha logrado revertir los malos resultados históricos y, particularmente los del primer semestre del 2017, gracias a una conjunción de factores, tanto de naturaleza interna como de entorno”, explicó la empresa al ser consultada.
Al 30 de junio, esta unidad tuvo ingresos por US$ 285 millones, lo que implicó un alza de 26% frente al mismo semestre del año anterior. El Ebitda fue de US$ 18,6 millones, un cambio relevante frente a la cifra negativa de US$ 5,4 millones del primer semestre del año anterior.
El primer semestre, además, se registró una utilidad neta de US$ 1,1 millones, superior a la pérdida de US$ 16 millones de junio de 2017.
En estos indicadores influyó el alza de 22,7% del precio promedio de acero vendido -llegando a US$ 704,7 por tonelada- y, además, de un alza de 2,6% de los despachos físicos, totalizando 379 mil toneladas métricas.
Entre las medidas internas que han ayudado a esto, la empresa explicó que “se ha consolidado un proceso de reducción de costos por la vía de una profunda racionalización de la organización, énfasis en una gestión eficiente de los procesos productivos y el impulso de la diversificación de mercados y negocios”.
“La apertura de nuevas oportunidades en torno a los aceros especiales, tanto en Chile como en el extranjero, aprovechando los conocimientos e instalaciones disponibles, permite abordar una demanda menos commoditizada, que valora la calidad y el servicio por sobre el precio”, explicó a Diario Financiero.
Hay que recordar que el 2013, la empresa reorientó toda su producción de acero a la fabricación de productos largos.
Entre los factores externos que han apoyado esto, la empresa explica que se ha producido una gradual normalización de las agudas distorsiones que existieron en los mercados de las principales materias primas, como así también en los mercados de los productos de acero.
“Las exportaciones de China se han visto afectadas por el cierre de plantas y las restricciones productivas, resultantes del estricto control de la contaminación impulsado por el gobierno central”, dijeron.
A esto se suma que CAP Acero ha solicitado a nivel local la fijación de tasas adicionales para algunas importaciones. Estas “han contribuido marginalmente al mejor escenario de negocio. Esto debido al largo período de investigación empleado por la autoridad, que no guarda relación con la dinámica de los negocios”.
Consultada sobre las perspectivas del negocio, en especial si es sostenible este desempeño en el tiempo, en CAP Acero señalaron que “en términos generales, las perspectivas para el negocio del acero han mejorado, sin embargo se debe ser cauto a la hora de hacer proyecciones dado lo volátil que ha demostrado ser este mercado en los años recientes”.
La unidad de acero representó 29% de los ingresos de la empresa, sin embardo solo el 2% de las utilidades netas.
El negocio principal de la empresa, que corresponde a la minería del hierro, alcanzó ingresos por US$ 530,5 millones, un alza de 2,5%, mientras el Ebitda se redujo 15,5%, llegando a US$ 197 millones. La utilidad de este segmento fue de US$ 70,2 millones, un peor desempeño frente a los US$ 93,8 millones.
Esto se explica por menores despachos de mineral por 2,3%, totalizando 7 millones de toneladas métricas a junio, lo que se suma a una combinación de factores como el alza de 15,9% en el costo de venta promedio por tonelada y un alza de 3% en el valor del mineral.