Ex alumno de Patricio de Solminihac, ha ejercido un rol clave en el crecimiento de SQM de las últimas décadas. En su función de vicepresidente de Servicios Corporativos, en la práctica ha sido el subgerente general, brazo derecho de a quien reemplaza.
Apenas se tituló como ingeniero civil industrial con mención en química en 1989 en la Universidad Católica, Ricardo Ramos Rodríguez, 53 años, 4 hijos, hincha de Unión Española y egresado del Colegio Manquehue; ingresó a SQM como analista del área Finanzas. Fue la primera empresa en la que trabajó y hasta ahora, la única, detalló Pulso.
El ejecutivo, quien hasta ahora se desempeña como vicepresidente de Servicios Corporativos de la empresa ligada al grupo Pampa y a la canadiense Potash Corp., asumirá el 1 de enero de 2019 como gerente general en reemplazo de Patricio de Solminihac. Esto fue informado el miércoles a través de un hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
En la Universidad Católica, donde estudió, Ramos fue alumno de Patricio de Solminihac, de quien ha sido un estrecho colaborador durante su carrera en la compañía minera. Cercanos a ambos aseguran que en la práctica, Ramos ha sido el segundo de a bordo del gerente general, asumiendo la responsabilidad de reemplazarlo cuando éste se ha ausentado. Justamente, en ese rol estaba a cargo de las áreas de Planificación y Desarrollo, Finanzas Corporativas, Personas y Comunicaciones.
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Ramos Rodríguez ha hecho carrera dentro de SQM vinculado principalmente al área financiera, aunque también, sobre todo en los últimos años, se ha vinculado a temas de gestión y planificación. Tras su ingreso a la firma, su primera función fue consolidar los balances en temas de contabilidad, aunque rápidamente pasaría al área de logística.
En 1993, le ofrecieron el cargo de subgerente de Finanzas en SQM, siendo Juan Ignacio Domínguez el gerente del área. En 1994 éste pasa a Enersis, asumiendo con solo 29 años como gerente de Finanzas de la minera, cargo que cuatro años después pasaría a llamarse vicepresidente de Finanzas.
Luego, se fusionaría dicha área con la de desarrollo, quedando Ramos a cargo de ambas responsabilidades hasta 2017, cuando se crearía la vicepresidencia de Finanzas que asumiría Gerardo Illanes.
Parte importante de la formación de Ramos en SQM se le atribuye a Eugenio Ponce, hermano de Julio Ponce Lerou y hasta comienzos de este año presidente del directorio de la productora de litio, yodo y fertilizantes. A éste se le atribuye la creación de la red comercial de SQM, que es uno de los principales activos de la minera y la que le da presencia a la firma en los cinco continentes. De hecho, figura como director de SQM Comercial, empresa que por largos años fue presidida por Eugenio Ponce.
En general, en SQM los ejecutivos hacen carrera dentro de la firma y es frecuente que entre la alta gerencia sus ejecutivos sumen décadas en sus puestos. Tal es el caso tanto de Ramos como de De Solminihac, con ambos en torno a las tres décadas en SQM.
Otro aspecto que debió enfrentar Ramos en SQM fue el tema de los pagos irregulares a la política, que todavía es parte de procesos judiciales. En su declaración ante la Fiscalía, Ramos, quien entonces era vicepresidente de Finanzas y Desarrollo; aseguró que se enteró de los hechos por la prensa.
Conocido el hecho, se coordinaron para analizar la situación de Solminihac, entonces subgerente general, e Illanes, hoy vicepresidente de Finanzas y entonces gerente de Finanzas, reportando directamente a Ramos. En paralelo, recibieron un requerimiento de Impuestos Internos, iniciándose así el bullado caso cuyas implicancias aún no terminan, aunque desde enero abordará desde otro lugar: la gerencia general.
GD
El histórico ejecutivo de SQM señala que su decisión no se debe a conflictos con el directorio. “Cumplí una etapa”, afirma. Sobre el futuro, señala que la compañía tiene una hoja de ruta definida y que el nombramiento de Ricardo Ramos marca una apuesta por la continuidad.
Patricio de Solminihac se siente emocionado. El histórico ejecutivo de SQM, que el miércoles anunció su salida de la minera no metálica tras 31 años de carrera, vivió dos situaciones que lo conmovieron. Cuando asumió la gerencia general de la compañía, en marzo de 2015, compartió el ascensor de las oficinas en Las Condes con un trabajador que le agradeció y felicitó por su nombramiento. El jueves pasado le sucedió lo mismo con otro empleado que le dedicó unas palabras en el breve lapso de tiempo que toma llegar al piso 6 del edificio. “Eso me emociona”, dice hoy Patricio de Solminihac.
Y es que su decisión de dejar la compañía, que ya tenía tomada desde hace algunos meses y que solo conocía un reducido grupo de ejecutivos y directores de la compañía, la trató de administrar de tal manera de afectar lo menos posible la posición de la minera en el mercado y también para tener una transición tranquila y ordenada con su compañero de labores por dos décadas y amigo cercano Ricardo Ramos, su sucesor natural, como él mismo recalca.
Si bien su salida se materializará el 31 de diciembre próximo, De Solminihac anticipa que quiere dedicarse a su familia y a sus negocios propios y que el tiempo que le tocó liderar la firma fue “intenso y desafiante”. Recuerda las negociaciones que enfrentó con Eduardo Bitran y Corfo por el contrato en el Salar de Atacama, conflicto que siempre pensó se solucionaría. “Por eso les dije a los inversionistas: esto lo vamos a solucionar”, cuenta en su oficina en el sexto piso de calle El Trovador. Y como despedida se atreve a hacer una apuesta: el 2030, SQM estará en mejor posición para adjudicarse nuevamente la concesión del Salar, cuando Corfo deba lanzar una nueva licitación.
¿Por qué renunció?
Cumplí una etapa. Llevo 31 años en la compañía y han pasado muchas cosas. Estos tres años y medio han sido intensos y desafiantes y ahora quiero seguir haciendo otras cosas y dedicarle más tiempo a mi familia.
¿Por qué lo anuncia con cinco meses de anticipación?
Para hacer una buena transición con Ricardo Ramos, y la señal ha sido muy bien recibida por el mercado. Lo vimos en los primeros análisis que salieron tras el anuncio, lo que muestra normalidad y que tras esta decisión no hay ninguna cosa especial, como que el directorio esté molesto conmigo o yo esté molesto con el directorio.
¿No hubo una molestia de su parte con la decisión del directorio de aceptar a Julio Ponce como asesor?
Mi decisión no tiene nada que ver con ese evento. Esa fue una idea del directorio, y en relación a la posición que tuvo la administración, fuimos consultados sobre el tema y encontramos que tanto Eugenio como Julio tienen un gran conocimiento de la compañía. Han sido muy importantes en lo que hizo SQM y fueron parte importante de lo que se logró hacer. En el caso de Eugenio, él fue el artífice de haber internacionalizado la compañía y el propulsor de todo el desarrollo comercial. En el caso de Julio, él tiene un gran conocimiento tecnológico, hizo un gran aporte en el área de procesos y, por supuesto, en la dirección del directorio cuando lo lideró. Nuestra opinión fue que estaban muy capacitados y tenían las características para poder ayudar a la compañía.
¿No le incomodó que Julio Ponce regresara luego de todo lo que vivió la compañía con la Corfo?
Ese fue un análisis que hizo el directorio. A nosotros nos correspondía opinar respecto del conocimiento y de las características que ellos tenían y eso hicimos.
¿Descarta un quiebre entre la administración y el directorio a raíz de este tema?
Sí.
¿Lo agotó la exposición que enfrentó por las polémicas en que se vio envuelta SQM?
Fueron períodos muy desafiantes, pero hay que diferenciar lo que fue la administración de la crisis, que incluye además toda la negociación del contrato con Corfo, con el hecho de que el equipo fue capaz de poder mantener el desarrollo de la compañía y seguir creciendo. ¡Nuestros resultados así lo avalan! La compañía siguió desarrollándose y pudimos en este período diseñar una estrategia de desarrollo y tener un sueño. Para mí era muy importante que la organización administrara la crisis y la encapsuláramos para que la compañía se concentrara en lo que sabe hacer y funcionó.
¿Se va conforme entonces?
Estoy tranquilo y es por eso que creo que cumplí una etapa. Hemos tenido hartos aciertos y también hemos cometido errores, como cualquiera los comete, pero sin lugar a dudas estoy muy tranquilo, porque los aciertos han sido mucho más que los errores.
Respecto de los errores, ¿SQM aprendió la lección?
No me refería a esos errores, pero obviamente es muy importante aprender de ellos.
SQM sigue teniendo una carga negativa, ¿es lo que le quedó pendiente de mejorar?
La compañía tiene muchos atributos por los cuales conocerse. Cometimos un error en estos 30 años: no ser capaces de comunicar más lo que estábamos haciendo. Esta es una tremenda compañía. Vendemos en 115 países, ¿qué empresa chilena puede decir eso? Con nuestros tambores y nuestros sacos y con nuestra logística llegamos a cada uno de nuestros clientes en los cinco continentes. Tenemos un desafío y hemos hecho un plan, sin embargo, las cosas no cambian de un día para otro, pero estoy convencido de que eso se va a imponer.
El directorio tenía el temor de que Eugenio Ponce, al estar fuera de SQM, se fuera a la competencia. ¿No existió el mismo temor con usted?
Tengo un compromiso de cláusula de no competencia durante cinco años, pero tampoco lo habría hecho.
Cuándo informó su salida, ¿el directorio le ofreció ser asesor?
No, porque ya cumplí una etapa. Yo quiero hacer otras cosas. Lo que sí, estaré disponible para atender consultas tanto del presidente del directorio (Alberto Salas) como del gerente general (Ricardo Ramos), con quien tengo toda una historia. La transición con Ricardo será bastante fácil, porque ha trabajado directamente conmigo en los últimos 20 años y hemos desarrollado toda la estrategia en conjunto. Ha sido el segundo, es el que me reemplaza cuando no estoy o cuando viajo o de vacaciones. Era el reemplazante natural.
¿Usted tenía todo preparado para dejar el cargo?
Cuando partí como gerente general me preocupé de desarrollar un plan de sucesión. Es una responsabilidad natural y mínima para un ejecutivo. Tenemos la gran suerte de que a la gente le gusta trabajar acá. Prácticamente nadie se fue con la crisis.
¿Y qué hará ahora?
Tengo mis cosas. Soy director de otras compañías y también negocios familiares.
Acuerdo con Corfo
¿Quién le dobló la mano a quién entre Corfo y SQM?
¿Qué opinión tiene de lo que sucedió con Eduardo Bitran y con el contrato cuando se habló del rol de asesor de los hermanos Ponce?
Negocié personalmente con Eduardo Bitran el contrato en todo lo relacionado con las modificaciones que se hicieron y en lo relacionado con el acuerdo que se llegó en conjunto con el árbitro, así que, en primer lugar, acá no hay nada oculto. El contrato es bastante transparente y claro. Fue difícil para nosotros, porque tuvimos que ceder en muchas cosas desde el punto de vista contractual, pero finalmente se logró un contrato que es muy bueno para el país, para Corfo y para nosotros, porque nos permite seguir desarrollando un negocio que hemos hecho en 20 años y donde hemos demostrado que somos los líderes del mundo.
¿No hubo una especie de “vuelta de mano” a Eduardo Bitran en la decisión de designar a los hermanos Ponce como asesores?
Son cosas independientes y el contrato es muy claro. Además, con Corfo hemos estado trabajando muy intensamente para implementarlo. Nosotros hemos hecho una unidad interna especializada que su único foco es administrar el contrato para asegurarnos de que le estamos entregando toda la información y todos los detalles de los cálculos de la renta de manera oportuna a Corfo.
¿Cuándo comenzó a operar esta nueva unidad?
Cuando se definieron cómo iban a ser todas las obligaciones, pusimos a un gerente a cargo de esto y el gerente ya en marzo tenía su equipo completo (cinco personas) y había iniciado la implementación y operación de todo esto. Nosotros, sin ir más lejos, mañana (viernes) haremos el primer pago correspondiente al trimestre anterior con las nuevas fórmulas y los nuevos requerimientos.
¿Cuánto es lo que le van a pagar bajo esta nueva modalidad?
Esto es aritmética, es público cuánto producimos y es público el contrato. Pero del punto de vista económico, el pago que vamos a hacer correspondiente a un trimestre va a ser sobre los US$ 45 millones, cifra considerablemente superior a lo que pagábamos antes, que era del orden de US$ 12 millones.
¿El monto debería subir en el tiempo?
Si el precio de los contratos de litio baja, el monto disminuye un poco, pero en relación al volumen, va a ir aumentando significativamente de acuerdo a los planes de producción que tenemos.
¿Era vital para la compañía cerrar el acuerdo con Corfo?
No vital, pero sí este contrato es muy importante. La compañía se caracteriza por estar diversificada y si bien es cierto estamos hoy aprovechando lo que es el crecimiento del mercado del litio, no nos olvidamos de ninguna manera de los otros negocios donde estamos y donde tenemos posiciones de liderazgo importante, como es el yodo y el nitrato de potasio y como son las sales solares y los químicos industriales. Y seguimos así, el plan de inversiones así lo demuestra.
¿Pero hoy la compañía vale el doble gracias a este contrato?
Definitivamente, el contrato es muy importante para nosotros. Por eso yo siempre les dije a los inversionistas: esto lo vamos a solucionar, porque los incentivos estaban alineados para eso. Por eso había que llegar a una solución. Era lógico. Se demoró más de lo que hubiese esperado o querido, pero llegó tal como yo esperaba.
¿Cuánto tiempo esperaba que se extendiera el conflicto?
Originalmente pensé que lo podríamos haber solucionado incluso antes de que partiera. Uno puede tener diferencias y para eso existen las cláusulas de arbitraje, donde un tercero lo ve, pero eso no tiene para qué salir en el diario. En este caso, nosotros estamos convencidos de que no había diferencias, y si usamos el argumento de la Corfo, nosotros pagamos de más durante todo el período, entonces, ¡más buena fe imposible!, y lo digo con mucha propiedad. Yo estuve personalmente encargado de esta relación con Corfo desde el inicio y durante todo este período que se inició el año 1993 en adelante. ¡A mí no me cuentan cuentos!
¿Y por qué se extendió tanto?
Bueno, por otras razones la cosa se politizó. Ahora eso es historia, lo importante es que eso se solucionó y que estamos trabajando en estas expansiones a toda velocidad. Nosotros ya estamos terminando la primera expansión a 70 mil toneladas de carbonato de litio y esperamos el próximo año avanzar en la siguiente etapa para llegar a 120 mil toneladas. Y ya hemos presentado los estudios ambientales para seguir a una tercera etapa de 180 mil toneladas.
¿Y qué seguirá?
Como en todas las cosas, cuando hay incertidumbre, hay que ir teniendo más información y adaptando los planes. Lo que uno tiene que hacer es estar preparado y eso es lo que estamos haciendo, teniendo los permisos, teniendo adecuadamente los acuerdos con Corfo y con la Cchen.
Pero el mercado está pidiendo más inversiones.
Y por eso que estamos produciendo lo máximo que podemos y a toda velocidad.
¿La misión de Ramos será conseguir la nueva licitación del Salar de Atacama para la continuidad de SQM más allá del 2030?
Nosotros tenemos el contrato hasta el año 2030 y obviamente antes de eso habrá que ver cómo Corfo va a querer la continuidad. Eso hay que verlo con tiempo. Yo también pienso que SQM va a estar muy bien posicionado para continuar.
¿Qué tan relevante es para el futuro de la compañía mantenerse en el Salar de Atacama?
Es importante, pero será menos importante en el futuro por los desarrollos adicionales que estamos haciendo, pero sin dudas es importante y va a continuar siendo importante.
¿Usted sigue sin hablar con Patricio Contesse? ¿No se ha dado la oportunidad o no ha querido conversar con él?
No he hablado con él. Fue una recomendación de los abogados.
¿Siente que el hecho de que Patricio Contesse no haya colaborado con la investigación perjudica aún más a la compañía?
La compañía actuó lo suficientemente bien, en el sentido que colaboró con toda la investigación y con todos los entes que le correspondía investigarla. Además, hicimos una investigación interna de acuerdo a las mejores prácticas de las que se hacen en Estados Unidos y quedó demostrado en todas estas investigaciones que no había corrupción y que lo que había era financiamiento irregular a la política y que finalmente, como se definió con los acuerdos con el Departamento de Justicia (DOJ) y la SEC, eran problemas donde se habían contabilizado gastos que no se deberían haber contabilizado como gastos.
¿Ha conversado con Julio Ponce?
¿Y su relación hoy con todo el nuevo directorio, cómo ha sido?
Es muy buena.
¿Qué opinión tiene de Patricio Contesse Fica y su ingreso a la mesa?
El es un director más y actúa como tal.
¿Siente que Alberto Salas fue un buen nombre para la presidencia de SQM?
Alberto Salas tiene una tremenda trayectoria. Nosotros somos un activo miembro en Sonami, así que hemos interactuado y yo aprecio tremendamente su trayectoria. Tiene un gran conocimiento de la industria minera y se ha desarrollado, en el último tiempo, en la actividad gremial de manera exitosa, así que creo que fue un muy buen nombre y creo que lo ha hecho muy bien.
¿A usted le gustaría ser director de SQM el próximo año?
¿Qué valor tiene para SQM que Tianqi sea accionista?
Nosotros estábamos muy contentos y tranquilos con haber tenido a PCS de accionista, lo tuvimos mucho tiempo y ellos fueron muy apoyadores con la administración, así que lamentamos que se vayan. Sabemos que no es por decisión propia, sino forzada. Por otro lado, que Tianqi esté dispuesto a entrar en la compañía y que esté dispuesto a pagar lo que pagó es una clara señal de que somos una industria atractiva y que cree que somos muy valiosos. Ahora, Tianqi es competidor nuestro, y si llega a concretarse su entrada, eso es algo que tenemos que administrar.
¿Las autoridades de libre competencia deberían ponerle exigencias para visar su ingreso?
No lo sé. Es un tema que está en estudio y hay que ver cómo finalmente resulta, pero independiente de eso, del punto de vista de compañía, hay que llegar a un tipo de acuerdo.
¿SQM podría correr riesgos?
No veo tantos riesgos, sino que no me gustaría tener que compartir mi estrategia relacionada con el litio con un competidor.