La politica petrolera de Andres Manuel Lopez Obrador (AMLO) se está convirtiendo en el primer pulso fuerte que el mercado le hace al presidente electo de Mexico. La calificadora Moody,s en un reporte inusual advirtió que podría bajar la deuda de la Pemex, si Lopez Obrador avanza con su faraónico plan de construir dos megas refinerías -una en Campeche y otra en el puerto Dos Bocas de Tabasco- y poner a nuevo las seis que ya tiene la petrolera estatal.
No fue una amenaza menor. Pemex tiene una deuda de 106.000 millones de dólares. Un monto superior a la deuda externa de muchos países. Es decir, que un mal manejo de esa deuda puede desequilibrar la macroeconomía del país.
Por eso la calificadora advirtió que el plan de López Obrador para reactivar el alicaído potencial de refinación de Pemex -México es un gran exportador de crudo, pero importa las naftas de Estados Unidos-, podría terminar de detonar los números de la petrolera, ya que se estima que podría demandar unos 24 mil millones de dólares.
Pero no fue lo único que inquietó. LPO reveló en su momento que López Obrador planea designar al frente de la petrolera a Octavio Romero, una persona de absoluta confianza de AMLO, sin ninguna experiencia en el mundo petrolero.
Romero es de Tabasco como López Obrador y lo acompañó cuando fue jefe de Gobierno del DF, como oficial mayor, con el engargo principal de controlar los fondos.
Su trayectoria está tan lejos del mundo petrolero que acaba de ser electo como intedente de la alcaldía del Centro de Tabasco, un municipio cercano a Macuspana, donde nació López Obrador.
LPO reveló que el nombre de Romero surgió en en una reunión de planeación en la casona de la Colonia Roma que AMLO utiliza para ir delineando su gabinete y las principales políticas que ejecutará. En esa reunión estaba los equipos de Alfonso Romo y Carlos Urzúa, cebreros económicos del tabasqueño, a quienes no le terminaron de convencer lo que escucharon de Romero, que insinuó que para potenciar a Pemex es preciso debilitar a los jugadores privados.
Su nombre no cayó bien en los mercados que temen un manejo politizado de la petrolera, que con la reforma de Peña Nieto había iniciado un sendero de asociaciones con petroleras extranjeras, para tratar de recuperar capacidad de exploración y producción sin seguir comprometiendo sus finanzas.
DA/PA