No obstante, América Latina preserva su matriz del transporte ligada a los combustibles fósiles y registra una caída en la eficiencia energética. Entre 2011 y 2016, evidenció una disminución del 3,7%.
En América Latina, según el Reporte sobre Situación Mundial de Renovables 2018, la transformación energética hacia fuentes renovables creció. El informe pertenece a la red global REN 21.
Se destacan por el incremento en energía eólica, solar, de biomasa y con pequeñas hidroeléctricas. Concretamente, pudieron reemplazar dos tercios de su demanda eléctrica con renovables.
Transformación
Sin embargo, la transformación debe ir más allá de generar energía limpia. Debe aplicarse en sectores como transporte, calefacción y enfriamiento, sostiene el informe.
Rana Adib, coordinadora de investigación en REN 21, explicó:“Estos sectores representan 80 por ciento de la demanda energética global. No basta con enfocarse en las centrales eléctricas si queremos alcanzar las metas del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
En este sentido, Adib advirtió sobre la bajísima penetración de energías renovables en dichos sectores.
Potencia
Cabe señalar que, a nivel global, la generación renovable está superando a la nuclear y a los combustibles fósiles. Como dato ejemplificador: el 70% de las centrales eléctricas instaladas en 2017, son de fuentes de energía limpias.
Dicho crecimiento se debió fundamentalmente a los precios cada vez más bajos en tecnologías, como paneles fotovoltaicos y turbinas eólicas.
Respecto a 2016, la generación fotovoltaica se incrementó un 33% a nivel global, mientras que las fuentes eólicas lo hicieron un 11%.
Contaminación
A pesar de que China, Europa y Estados Unidos representaron el 75% de las inversiones en energía renovable, en 2017 las emisiones de dióxido de carbono crecieron un 1,4%. Este aumento, se asocia a una menor eficiencia energética y un incremento de la demanda global.
En conclusión, la transformación energética no alcanzó todavía la rapidez requerida para lograr las metas energéticas y climáticas.
Latinoamérica
En cuanto a la situación en América Latina, Adib manifestó: “Cuando miras este indicador en América Latina, ves a El Salvador, Chile, México, Honduras, Jamaica y Costa Rica entre los primeros 30 del mundo. Hay que destacar estas buenas historias”.
Sin embargo, el éxito en generación todavía no se ve replicado en otros campos: las renovables solo proveen el 3% de la energía empleada en transporte y el 10% de la usada en calefacción y enfriamiento.
En este último sector, América Latina se destaca. En 2017, un cuarto de la producción de calor en la región provino de las renovables (eólica, solar, electricidad por biomasa y pequeñas hidroeléctricas).
Indicadores
Cabe destacar que, algunos países latinoamericanos superan el promedio de la región. Es el caso de Paraguay, 90% del calor industrial es generado por renovables. En el caso de Uruguay, ese porcentaje alcanza el 80%, Costa Rica, 63% y Brasil, 48%.
Progreso
Aunque en este informe se destaca la inversión privada en la región, un documento del año 2017 remarca la falta de espacios destinados a la energía comunitaria.
Cabe señalar que la generación comunitaria y distribuida puede ofrecer opciones a poblaciones sin energía eléctrica, como la de Haití que tiene al 67% de su población sin electricidad, es decir a 7 millones de personas y Honduras, con 2 millones.
Al respecto, Adib sostiene que se debe considerar el valor agregado de la electricidad comunitaria. “Este empoderamiento de las comunidades tiene un costo económico un poco mayor en el corto plazo, pero da enormes beneficios sociales a largo plazo”, apuntó la experta.
FP