Pampa de Pongo es uno de los proyectos mineros con retraso, considerando que la fase de construcción estaba programada para este semestre.
La jefa de Análisis Sectorial de Apoyo Consultoría, Renata Saettone, señaló que el proyecto se retrasa hasta el 2019 porque los empresarios replantean los permisos para extraer otro metal como el cobre, reseñó El Correo.
En un inicio, los estudios de impacto ambiental fueron obtenidos solo para la extracción del hierro, pero los representantes de Zhongrong Xinda Group hacen un trabajo para un yacimiento polimetálico.
El proyecto ubicado en el distrito de Bella Unión, provincia de Caravelí tendrá una inversión de 2 mil 500 millones de dólares y se estimaba la extracción de 10 a 20 millones de toneladas de hierro al año.
Otro proyecto en espera, además de Tía María en la provincia de Islay, está el proyecto Corani en la región Puno para la producción de plata. Saettonne manifestó que la principal razón para continuar con la etapa de construcción es la restricción financiera.
Pampa del Pongo, asentado en Caravelí (Arequipa), abarca una concesión de 21,202 hectáreas. La planta tiene una capacidad de 30 Mt/a de concentrado de magnetita con una ley de 63.3% de hierro (Fe) que, luego de una separación magnética seca, obtendrá 47 Mt/a con ley de 42.71% Fe y recuperación metalúrgica de 93%.
En el sur del Perú, se podría materializar un nuevo proyecto minero. La ubicación es Arequipa con Pampa del Pongo, un ambicioso objetivo ferroso que estima comenzar las obras de infraestructura a fines del 2017, con una inyección de capital por US$ 1,500 millones.
Fuentes de la empresa calcularon que en dos años se completaría esta fase para luego, en 2020, iniciar las operaciones, según describió recientemente Rumbo Minero.
En 2015, la Dirección General de Asuntos Ambientales Mineros (DGAAM) del Ministerio de Energía y Minas (MEM) aprobó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto “Explotación y Beneficio Minero Mina Pampa del Pongo”, presentado por Jinzhao Mining Perú, subsidiaria nacional de Zhongrong Xinda Group, que anteriormente ya había presentado – y había sido aprobado – el EIA del “Terminal Portuario de Concentrado de Mineral de Hierro” por un valor de US$ 340 millones adicionales.
En el documento se precisó que Pampa del Pongo procesará principalmente brechas provenientes de la zona 2 en los primeros cuatro años de producción. A partir del quinto año, la planta comenzaría a tratar una mezcla de ambos tipos de mineral (brecha y masivo) en diversas proporciones.
El consorcio chino planea construir, además de la mina subterránea, un parque industrial para la refinación y fundición de cobre y una planta metalúrgica de hierro, por el mismo monto. Así, la inversión del proyecto alcanzaría los US$ 3,000 millones.
Por detrás de la mina Marcona (Ica), propiedad Shougang Hierro y actualmente en ampliación; este proyecto podría convertirse en la segunda operación ferrosa más importante del país, con una tasa de 15 millones de toneladas métricas de hierro al año, y cuya esperanza de vida se sostendrá por más de tres décadas.
Tras la presentación de la Declaratoria de Impacto Ambiental (DIA) en diciembre pasado, para aumentar la actividad exploratoria en Pampa del Pongo por un periodo de 12 meses, Jinzhao ha elaborado la Ingeniería de Detalle, junto a la firma asiática Jin Jen, con el interés de obtener la licencia de construcción, mientras que – paralelamente – desarrolla trabajos de perforación, a cargo de Buenaventura Ingenieros (BISA), para revalidar y/o ampliar las reservas mineras que, por el momento, se calculan en 3,750 millones de toneladas de hierro.
Inicialmente el yacimiento pertenecía a la exploradora Cardero Resources. En 2008, se vendió a la china Nanjinzhao Group por US$ 200 millones. En 2015, se aprobó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), con proyección para que la mina comience a operar en el 2017; sin embargo, el bajo precio de los metales retrasó el proyecto.