El intendente de Telsen, Leonardo Bowman  defiende la llegada de la minería a la Meseta. “Por vivir donde vivimos debemos ser partícipes de elegir de qué manera desarrollarnos”, dijo en un entrevista publicada en Jornada.

 Plantea un plan de recuperación productiva, infraestructura, capacitación, empleo local y control ambiental. “Tenemos que salir del concepto que todo es corrompible”.

-¿Cómo imagina que terminará el debate por la minería?

-Las decisiones deberán pasar por la Legislatura. Las actividades que estamos desarrollando buscan primero que cada localidad pueda informarse. Se hizo en Puerto Madryn además de las que impulsaron las Cámaras y Sindicatos ligados a la actividad. Se invitó al Poder Ejecutivo y Legislativo aunque no asistieron y tendrán sus fundamentos. El próximo paso será llegar a los diputados para que el tema sea tratado y pueda llegar a un punto de definición.

-¿No se habla de minería como una solución total pero sí de una alternativa económica que su región hoy no tiene?

-Tratamos de plantearlo como un tema de desarrollo integral, no son los proyectos mineros ninguna solución mágica a todos los problemas. Buscamos el desarrollo de esta industria como una fuente de impulso y a la par, plantear programas de recuperación productiva que en el interior prácticamente no hay. Queda la ganadería que es muy a largo plazo pero no la dejaremos de lado. La región entera no tiene otro recurso que no sea la explotación de los minerales. En el centro de la Provincia no hay bosque, no hay turismo y la realidad que vivimos es que la gente se va en busca de trabajo a otros lugares. Eso nos hace buscar otras alternativas.

-¿De qué trabajan hoy los jóvenes de la Meseta que deciden quedarse?

-La Meseta tiene muy pocos jóvenes porque decayó la actividad productiva casi por completo. Los chicos que quedan están abocados a la actividad rural en su mayoría y los demás optan por ir a trabajar a otra región como Camarones, la Costa e incluso Santa Cruz porque las posibilidades de empleo son prácticamente nulas ya que los productores que se han quedado con su unidad productiva, son minifundistas que no tienen capacidad para ocupar empleados y hacen su propia labor en los establecimientos. En los últimos años el empleador ha sido el Estado que hoy no tiene capacidad de incorporación. Los planes sociales son la opción y eso nos pone en una encrucijada porque vemos a familias que se desmembran y chicos que se van muy jóvenes. Necesitamos una solución de fondo y una opción de futuro.

-Comodoro Rivadavia es extractiva y convive con la minería y Esquel es antiminero, ¿puede darse un punto de equilibrio entre opiniones tan diversas?

-Debería pero hay que ver si está la predisposición en cada habitante que hoy tiene opiniones distintas. No queremos un “sí fanático” pero tampoco la negativa rotunda sin escuchar la opinión de otros. Todo pasa por aportar información concreta y tratar el tema seriamente. En el caso del “no” si bien no son muchos, nos hemos encontrado con fundamentalistas con quienes no se puede discutir porque agreden. Si se sale de esa postura, podrán tenerse todas las opiniones con los debidos fundamentos. El fundamentalismo no suma.

-¿La zonificación y establecer la rentabilidad que podría generar la minería debería ser el primer paso?

-Provincia debe llevar la bandera de la discusión. Tributar lo hará por ley y es una cuestión que debería afrontar el Gobierno central. La región es la menos habitada de la provincia, ahí vive el 1,2 por ciento de la población y los otros 600 mil se distribuyen en los grandes centros urbanos. Planteamos un Fondo de Desarrollo Productivo y de Infraestructura fiduciario diferenciado para todas las localidades involucradas en el espacio. Tenemos toda la región sin interconectado y no hay casi conectividad con poca infraestructura de obra pública. Por estar relegados debemos tener un fondo diferenciado, por ahí pasa nuestra discusión.

-¿Les transmitió a las empresas interesadas considerar el aspecto social y su necesidad?

-Hicimos circular un documento donde planteamos cinco puntos concretos. Uno es el porcentaje de venta para el Fondo Fiduciario que esté aparte del 3%. Otro es el cuidado del ambiente que plantea que la actividad se desarrolle de la manera más segura posible y la posibilidad de que cada comunidad ejerza su propio control con la capacitación de referentes locales. Queremos que se proteja con compromiso el empleo y el comercio local entendiendo que vendrá mucha gente a trabajar de afuera. No podemos permitir una invasión masiva ya que la prioridad debe ser para quienes viven en la región.

-Se objeta el uso de cianuro y el manejo del agua como puntos más críticos de la mayoría de los proyectos. ¿Falta información real?

-Falta mucha información. Se hicieron slogans sobre el tema cuando en realidad el Proyecto Navidad no usa cianuro en el proceso de separación de los metales. Tuve la posibilidad de visitar otros emprendimientos en donde sí se usa y la verdad, el tratamiento del agua se realiza de manera muy segura. Toda actividad extractiva tiene su impacto y las empresas tienen una responsabilidad ambiental muy importante; no dejan cabos sin atar. No tiene fundamento que nos traten de asesinos por esto. De hecho el petróleo utiliza compuestos químicos; Aluar es una actividad parecida y sin embargo convive con el turismo y ciudades enteras sin problema. Se puede desarrollar la minería de manera integral con otras actividades como una alternativa que la región debe manejar. En este espacio físico que plantea la zonificación quedan afuera la costa y la Cordillera, que tienen otros recursos. Por ser menos y vivir dónde vivimos debemos ser partícipes de elegir de qué manera desarrollarnos y explotar los recursos que están.

-¿Es optimista en que prospere?

-Soy optimista. Es un gran desafío que la Provincia demuestre a los habitantes que somos capaces de desarrollar actividades seriamente sin estar pensando siempre en que saldrá mal. Estamos confiados en esto, no debemos negarnos pensando en lo que puede salir mal; que nos van a “robar” o que no conocemos lo que se va a exportar. Tenemos que salir del concepto de que todo es corrompible.

GD