Credibilidad e integridad son elementos clave para los consumidores. Rubro de alimentos y bebidas es el mejor valorado. Situación demanda compromisos reales.
En tiempos de mayor conectividad y búsqueda de transparencia, la relación entre consumidores y empresas se pone a prueba. Y en consecuencia, ningún sector logra un nivel de confianza excepcional en América Latina, detalló, Gestión.
Así lo señala el informe “El nuevo consumidor latinoamericano: cuestión de confianza”, de Llorente & Cuenca, tras revelar que tal indicador llega a un nivel moderado y bueno en la región.
De los nueve países incluidos en el estudio, México, Panamá y República Dominicana tienen los mayores índices de confianza a empresas. En contraste, los más bajos están en Chile, Argentina y Perú.
Aun así, la situación no es tan crítica como en España, dijo el Líder global de Consumer Engagement de Llorente & Cuenca, David González.
En la construcción de la confianza, explicó que la credibilidad del producto y servicio, así como la integridad en las prácticas empresariales son dimensiones clave. Asimismo, es relevante la transparencia, aunque el consumidor latinoamericano le da menos prioridad.
En detalle, el sector de alimentos y bebidas goza de mayor confianza en América Latina. Sin embargo, en Europa, comienza a ser cuestionado por aspectos vinculados a sus procesos de producción (bienestar animal, uso de antibióticos y condiciones laborales), sostuvo González.
En segundo lugar, empatan el retail y el sector farmacéutico, seguidos del rubro automotor a mitad de tabla.
Por último, los consumidores confían menos en empresas de telecomunicaciones y servicios financieros. “ Es un fenómeno global, se cuestiona el uso de los datos y temas éticos”, anotó.
Para atacar el problema de menor confianza, consideró que las empresas deben asumir compromisos reales, comunicarlos bien y sumar aliados naturales y creíbles.
GD