Entre enero y junio de este año esta actividad ilícita deforestó 1.725 hectáreas de bosque en Perú. Especialistas señalan que las acciones de control esporádicas no son efectivas
Solo entre enero y junio de este año, la minería ilegal de oro depredó 1.725 hectáreas de bosque en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, en Madre de Dios. En su devastador avance, esta actividad ilícita ha convertido una zona que debería servir de protección para una de las reservas más biodiversas del mundo en un territorio con vegetación muerta alrededor de lagunas de fango contaminadas por mercurio y otros químicos.
Las imágenes cedidas a El Comercio por el proyecto MAAP –a cargo de la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA) y la Amazon Conservation Association (ACA)– registran la forma en que se agrava la degradación de la selva de Madre de Dios. Los investigadores calculan que el área deforestada equivale a 2.300 campos de fútbol, una extensión similar a la de todo el distrito limeño de Independencia.
“La minería ilegal está avanzando en muchos frentes a través de una gran extensión frente a la reserva de Tambopata. Esto demuestra que las intervenciones esporádicas que han realizado las autoridades en la zona no han sido efectivas. Para resolver esta crisis, se requiere un esfuerzo estratégico, de gran escala y con abundantes recursos” dijo Matt Finner, investigador principal de la ACA y encargado del proyecto.
Finner detalló que la deforestación se ha concentrado en dos puntos críticos: la zona conocida como La Pampa y el alto Malinowski. El investigador precisó que, según sus reportes (que comparte constantemente con las autoridades peruanas), la deforestación por minería aurífera en la Amazonía peruana alcanza las 8.800 hectáreas desde el 2013.
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