El peso y la bolsa de México cayeron en medio de una ola global de aversión al riesgo y luego de que Andrés Manuel López Obrador ganara las elecciones presidenciales con un holgado margen que llevaría a su partido a obtener la mayoría de asientos en el Congreso, lo que le daría amplia maniobrabilidad política.
Los inversionistas a nivel global buscaban activos seguros mientras crecían preocupaciones por la disputa comercial entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales, especialmente de cara al próximo viernes, día a partir del cual Washington impondrá aranceles a productos importados de China.
La moneda local cotizaba en 20.118 por dólar, con una pérdida de 1.02%, ó 20.30 centavos, frente a los 19.9150 del precio de referencia de Reuters.
En el mercado accionario, el Mexbol o el referencial S&P/BMV IPC bajaba un 1,37% a 47,008.29 puntos a las 13:30 hrs en Chile con un volumen de 13.1 millones de títulos negociados.
Durante la noche del domingo el peso inicialmente se apreció más de un 1.3%, a 19.6430 por dólar, tras conocerse encuestas a boca de urna que dieron la victoria a López Obrador en los comicios, como habían anticipado los inversionistas, además de que sus tres rivales aceptaron rápidamente la derrota.
Sin embargo, la moneda pasó a terreno negativo, luego de que cifras oficiales mostraban el lunes que el izquierdista de 64 años aventajaba a su más cercano rival por más de 30 puntos porcentuales con más de la mitad de las actas escrutadas.
Los resultados le dan la mayoría de asientos en el Congreso a la alianza encabezada por el partido del izquierdista, Morena, lo que le permitiría impulsar reformas sin tener que negociar con la oposición.
“Esta composición en el Congreso (…) genera atención y preocupación en los mercados financieros, ya que facilitaría a López Obrador realizar cambios (…) y el riesgo de implementar medidas y acciones menos favorable para los mercados”, dijo CI Banco en un reporte. “Además, de que existe poca claridad sobre cómo llevará a cabo sus políticas económicas” agregó.
En su primer discurso luego de la victoria, López Obrador adoptó un tono conciliador, asegurando que mantendrá la disciplina financiera y fiscal, así como la independencia del Banco de México (central).
Pero también advirtió que revisaría los contratos petroleros adjudicados a compañías petroleras tras la reforma energética para asegurar que no hubo corrupción.
“El tono conciliador de los discursos de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tras su convincente victoria en las elecciones presidenciales ha sido relativamente bien recibido por los mercados” dijo Capital Economics en un reporte. “Pero vale la pena advertir que todavía tenemos poca claridad sobre sus políticas económicas” agregó.
El economista de Barclays, Marco Oviedo, dijo que en los próximos días el mercado se concentrará en sus planes: el presupuesto de 2019, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sus mensajes con el presidente estadounidense Donald Trump, si es ortodoxo y pragmático, agregó.
FP/Jc