La baja del precio del oro hasta los 1.251 dólares la onza, su nivel mínimo desde el 14 de diciembre de 2017, no resulta preocupante para los analistas, que ven diversos factores en el horizonte que hacen recomendable seguir contando con el oro como método de protección del patrimonio.
El pasado jueves el precio del oro cerró la sesión en la London Bullion Market Association (LBMA) a 1.251,55 dólares la onza, el precio más bajo registrado desde el pasado 14 de diciembre, cuando se situó en 1.251 dólares.
Al comienzo de la sesión del viernes el precio spot rondaba los 1.251 dólares la onza.
Según el portal Oro Información, se trata de una bajada importante respecto a los niveles que ha mantenido el precio del oro en el primer semestre del año, en el que en varias ocasiones ha llegado a superar los 1.350 dólares la onza. Pero nada preocupante si tenemos en cuenta que, a estas alturas del año pasado, el precio estaba aún más bajo: 1.243,50 dólares la onza.
La opinión de los analistas es que no se trata de un movimiento preocupante, que vaya a desembocar en una venta masiva de oro por parte de los inversores, en busca de otros activos más rentables.
Desde Bank of Montreal (BMO) aseguran que el oro es una jugada defensiva natural en caso de que la actual tensión entre los Estados Unidos y China desemboque en una guerra comercial a gran escala.
Según el informe de BMO Capital Markets sobre las perspectivas de precios de las commodities en el tercer trimestre del año, los riesgos geopolíticos que se atisban en el horizonte, encabezados por la posibilidad de un enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China, van a pesar de manera especial en las commodities.
En caso de que al final se desencadene la guerra comercial entre los dos gigantes, las commodities industriales van a sufrir parte de las consecuencias, aunque “el oro constituirá una jugada defensiva natural en un entorno como ese”, aseguran desde BMO Capital Markets.
El informe estima un precio medio del oro para 2018 de 1.320 dólares la onza, apenas un 1% más bajo que la anterior estimación.
A pesar de rebajar ligeramente la previsión para 2018, el banco canadiense ha elevado la cifra estimada para 2019, 2020 y 2021: “nuestra estimación para 2019 se ha incrementado un 1%, hasta los 1.293 dólares la onza. Nuestra previsión para 2020 y 2021 es que el precio va a promediar los 1.250 dólares la onza (un 4% más que la anterior previsión), mientras que para 2022 y a largo plazo el objetivo se va a mantener en torno a los 1.200 dólares la onza”.
Según BMO va a ser difícil que el oro supere la barrera psicológica de los 1.300 dólares la onza de forma sostenida durante los próximos cuatro años: “los factores que influyen en el precio del oro van a continuar moviéndose en distintas direcciones, con el resultado de que apenas se va a mover”.
El entorno macroeconómico sigue siendo positivo para la demanda de oro, según los analistas de BMO, que citan factores como el relajamiento de la política monetaria global y el incremento de los riesgos geopolíticos.
El informe advierte que uno de los factores que más tienen que vigilar los inversores es el endurecimiento de la política monetaria fuera de los Estados Unidos, además del fortalecimiento del dólar, que suele actuar en contra del precio del oro.
GD Jc