Un tenso ambiente es el que rodea a los trabajadores de la División Chuquicamata de Codelco por estos días. El fantasma de la paralización de faenas está presente.
Denuncias de incumplimiento laboral y escasa participación en el proceso de transformación de la mina, entre otras materias, han llevado a los sindicatos a plantear seriamente la opción de parar el yacimiento.
Según informó Diario Financiero. por un tema de estrategia, los dirigentes han preferido mantener en reserva la fecha definitiva para concretar la movilización.
Sin embargo, el dirigente Miguel Veliz, vocero del sindicato N° 3 de Chuqui, anunció: “En díez días podrían concretarse las movilizaciones anunciadas”.
La vieja mina de Codelco, el mayor productor mundial de cobre, impulsa desde hace unos años un proyecto de cambio estructural para transformar el yacimiento a una operación subterránea desde su actual rajo abierto, con el fin de elevar su productividad y extender su vida útil.
“Estamos pasando por el peor momento en la relación laboral dirigida por (el presidente ejecutivo Nelson) Pizarro, esta falta de participación nos obliga a movilizarnos” dijo a Reuters Liliana Ugarte, presidenta del sindicato N° 2 de Chuquicamata.
“No hay voluntad de diálogo, desde el mismo Nelson Pizarro para abajo. El hombre tiene su carácter, no es muy abierto al diálogo con los trabajadores” sostuvo David Bernal, vicepresidente del sindicato N° 1 de la mina.
Los trabajadores están atentos ante el rediseño de Chuquicamata, que significaría el cierre de algunas áreas y la desvinculación -según los sindicatos- de unos 1.700 operarios, de un total de poco más de 5.600 personas que trabajan en la mina.
“De los 1.700 trabajadores que ellos declaran, nosotros hemos ido más allá. Decimos que son 2.300 trabajadores hoy día” sostiene Miguel Veliz.
Dado esto, los dirigentes buscan tener más participación en las decisiones que tome la administración ante los despidos que podrían concretarse.
Según los dirigentes, la desvinculación de dos trabajadores bajo el artículo 161, causal que nunca había sido invocada, junto con la nula relación laboral que acusan mantienen con la empresa, han elevado el tono de la discusión.
En la primera arista, los sindicalizados, que en conjunto alcanzan el 92% de la dotación, se encuentran a la espera de la determinación que hoy entregará la nsobre un posible paro general de la corporación.
La FTC tiene un acuerdo desde 2013 para no utilizar esta causal de despido, necesidad de la empresa, pudiendo desembocarse una paralización conjunta con los sindicatos de las divisiones Radomiro Tomic y Ministro Hales.
Otro de los puntos de conflicto entre Codelco y los sindicatos de la mina más antigua del país son las consecuencias laborales que significará el traspaso de la mina a una explotación subterránea.
“Sabemos que se tendrá que desvincular gente, pero nosotros queremos reubicar, buscar alternativas” dijo David Bernal, vicepresidente del Sindicato N°1 .
“Con Nelson Pizarro nos relacionamos por la prensa, porque esa es la relación que tenemos hoy en día, a través de cartas, a través de la prensa, a través de canales informales” agrega el dirigente gremial.
Sumado a lo anterior, hay otro conflicto al que apuntan los dirigentes, lo que según Véliz y Bernal es la “vulneración a los derechos fundamentales de los trabajadores” en el hospital del Cobre. “Hay personas con enfermedades catastróficas y no se les están entregando los medicamentos” dice Bernal.
Por lo anterior, interpondrán una demanda contra el titular del recinto, Juan Pablo Duclos.
Los sindicatos realizarán asambleas durante esta semana para dar a conocer a sus afiliados las gestiones que han llevado a cabo para intentar destrabar el conflicto.
Las agrupaciones ya recibieron el apoyo formal del Sindicato de la División Salvador y del de minera Escondida.
Más allá de lo que decida la FTC en torno a los dos trabajadores desvinculados, las problemáticas internas de la División podrían significar, de todas maneras, una paralización en las faenas.
De concretarse, se transformaría en una movilización de magnitudes no vistas desde 2012.
Consultados al respecto, desde Codelco declinaron referirse a la situación.
GD/JC