El presidente de Shell y cochair del B20, en un diálogo sobre la diversificación del portafolio de la firma, que hoy incluye no solo petróleo y gas, sino también renovables y biocombustibles.
San Carlos de Bariloche no solo fue sede de la segunda reunión del grupo de trabajo Transiciones Energéticas y del encuentro de Ministros de Energía del G20, sino que también reunió a actores del ámbito privado en diversos eventos paralelos. Uno de ellos fueron encuentros del B20. Y Teófilo Lacroze, presidente de Shell y cochair de este grupo de afinidad, estuvo entre los empresarios que viajaron a la ciudad patagónica para participar del evento,
"En el B20, lo que hemos intentado es discutir el tema de transiciones, muy de la mano del G20. Creemos que es clave discutir que hay combustibles más limpios, como los biocombustibles, el hidrógeno y otras tecnologías. Es decir, no se va de hoy a 100% energías renovables, porque hay que resolver un montón de desafíos en el camino" dijo Lacroze en diálogo con El Cronista.
Para el ejecutivo, en este sendero hacia energías más limpias, el rol del gas - en sus palabras "el combustible fósil más limpio" - es muy relevante. En particular, en la Argentina, país en que la matriz posee un alto componente gasífero.
"Claramente, nosotros tenemos un gran potencial de crecimiento en renovables, que se está concretando. Y es esperable que el mayor crecimiento venga de renovables. Pero todo es progresivo. Cuando mirás la Argentina 2030, el gas todavía es importantísimo. De hecho, en los escenarios que nosotros tenemos, para la Argentina y el mundo, es más gas, no menos: es menos proporción de gas en la matriz total, pero, en cuanto a consumo, es más, porque la demanda por energía crece", profundizó.
Y afirmó: "Cuando se entiende cómo evoluciona el mundo y este crecimiento de demanda, hoy te puedo decir que, por los próximos 10-20 años, va a haber más demanda por petróleo y, por los próximos 30-40 años, más de gas. El camino no se discute: vamos a la neutralidad carbónica. El tema es que no hay nada estable. En general, nosotros trabajamos mucho con escenarios. Lanzamos uno nuevo que se llama Sky, que intenta replicar los compromisos según el Acuerdo de París hasta 2040 y, de ahí, intentar hacer una convergencia a net zero emisiones. Ahí, se ve claramente que, hasta 2040 inclusive, sube el consumo de petróleo al principio. Después, empieza a caer. Lo mismo el gas. Nosotros, como Shell, creemos que vamos a necesitar más de todo. No podemos hablar de si es renovables o gas. Es todo. Es diversificación".
En Brasil, y a través del joint venture Raízen, Shell cuenta con 24 ingenios, en los que produce azúcar y etanol. "Hoy, somos el mayor productor de biocombustibles del mundo y, si a eso le sumás cuanto biocombustible tradeamos porque estamos presentes en 100 países, también somos el mayor consumidor. Es decir, hoy tenemos el mayor volumen transaccionado de biocombustibles del mundo", afirmó Lacroze. "En Alemania y en los Estados Unidos, tenemos más de 400 estaciones de servicio de hidrógeno. Además, tenemos proyectos solares y eólicos", sumó.
Las inversiones renovables de Shell en la Argentina tendrán que esperar. "Hoy, nuestro foco es en el upstream, petróleo y gas no convencional; en el downstream tenemos una operación muy grande, que tiene 104 años, que es la operación que en abril anunciamos la venta a Raízen. Estamos mirando renovables. Creemos que la Argentina tiene un gran potencial eólico y solar, lo que pasa es que esos son proyectos que tienen que entrar en el pipeline de inversiones del grupo. ¿Dónde tenemos proyectos renovables hoy? Generalmente, en países en los que el marco regulatorio tiene años, para no decir décadas" señaló.
"Tenemos tres áreas que son clave para el futuro no convencional: Canadá, los Estados Unidos y la Argentina" puntualizó Lacroze. Y, en lo hace a la Argentina, el nombre del juego no es otro que Vaca Muerta. Allí, la petrolera anglo-neerlandesa cuenta siete concesiones: Sierras Blancas, Cruz de Lorena, Águila Mora, Bajada de Añelo y Coirón Amargo, que son operadas por la firma; y Rincón La Ceniza y La Escalonada, que son operadas por Total. Todas se encuentran en fase piloto. "Estamos mucho más avanzados en Sierras Blancas y Cruz de Lorena, que son nuestras primeras áreas, y ya estamos para tomar la decisión de avanzar y tener más actividad. Son áreas de petróleo, no de gas", explicó el ejecutivo. "Hoy, perforamos entre nueve y 10 pozos por año en las diferentes áreas que operamos. Todavía no tenemos ningún área en desarrollo full".
En cuanto a los subsidios que el Gobierno nacional otorga para las explotaciones de gas en Vaca Muerta, Lacroze puntualizó: "Hoy, hay un plan gas hacia 2021. Yo no considero que eso sea un subsidio, considero que es un sendero de precios (ver La promesa en números) que intenta reflejar lo que cuesta la molécula marginal de gas. Si no la sacás de Vaca Muerta, la importás vía LNG (gas natural licuado). Y el LNG, hoy, cuesta u$s 10 por millón de BTU, no u$s 7,5".
A mediano plazo, añadió, cuando se mira hacia el futuro, "nadie piensa en un plan gas extendido en el tiempo". En este sentido, y hablando en específico sobre la viabilidad del yacimiento neuquino sin esta ayuda estatal, el presidente de Shell concluyó: "Yo no tengo dudas de que, a mediano y a largo plazo, Vaca Muerta es competitivo y podés desarrollar las diferentes áreas de forma de que también lo sean".
FP/JC