Javier Iguacel, ingeniero que trabajó en tres petroleras, también debería lidiar con nuevas condiciones de mercado que llevarían a prohibir la exportación de crudo
El nuevo ministro de Energía, Javier Iguacel, asumirá esta semana con una agenda cargada de encuentros y negociaciones que debe encarar con los actores del sector, y que al saliente Juan José Aranguren le hubiera gustado resolver con más celeridad.
En principio, estaba pautada una reunión entre directivos de petroleras para darle un nuevo ajuste a la supervisión de precios de naftas y gasoil. Las compañías consultadas por El Cronista dijeron que tendrán que esperar a ver la impronta que quiere imprimir Iguacel a su gestión, ya sea si va a expresar las voces del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del ministro de Hacienda y coordinador económico, Nicolás Dujovne, o si desarrollará un perfil propio.
-La situación hasta el viernes se encaminaba a ser crítica: el retraso acumulado en los valores en surtidores rondaba el 45% si el mercado hubiera seguido sin intervención, como dispuso Aranguren a fines de septiembre, teniendo en cuenta los valores del petróleo a nivel global y el tipo de cambio local.
La buena nueva que entregó el mundo es que el crudo Brent bajó el viernes hasta los u$s 73 por barril, después de superar a mediados de mayo los u$s 80. Sin embargo, lo que complica la situación es que en abril se ajustaron entre 3,5 % y 5 % los combustibles con un dólar a $ 20,50, en mayo se pactó un congelamiento con la divisa a $ 22 y para junio se acordó un aumento de 5% este mes y otro de 3% en julio con la moneda norteamericana cotizando $ 25.
-En Bariloche por la cumbre del G20 y en su última intervención oficial, Aranguren determinó que no se autorizarían los pedidos de exportación de crudo que iniciaron algunas petroleras ante el mejor precio que estas recibirían en el mundo, en detrimento del mercado local, según publicó EconoJournal
. Por el último acuerdo entre Gobierno y directivos petroleros, para el abastecimiento local se pactó un barril a u$s 67 para este mes, por lo que para los productores no integrados les conviene vender en el mundo.
Este escenario ya complica el abastecimiento en los canales mayoristas y llevó a Trafigura a detener sus operaciones en la Argentina, dado que no le cierra vender a través de su marca Puma a valores más bajos de lo que correspondería en un mercado competitivo. –
En el horizonte cercano para Iguacel, que trabajó en el negocio del upstream (exploración y producción), durante varios años (a diferencia de Aranguren, que venía del downstream, refinación y comercialización) también aparece el conflicto entre productores de gas y distribuidoras, que firmaron contratos a fines del año pasado.
Las distribuidoras, que finalmente imprimen las facturas que llegan a los hogares y comercios, alegan que no pueden sostener los pagos a las petroleras por la devaluación y piden renegociar. Hipotéticamente, el nuevo ministro tendrá que decidir si habilita para octubre un aumento superior al 70 % en pesos para el segmento mayorista de la boleta de gas (un 60 % en la factura sin impuestos) o subsidiar más de lo previsto, lo que sería contradictorio en un contexto de mayor ajuste.
El ministro saliente quedó ahora con destino incierto. Fuentes del sector no descartan que, al igual que al ex ministro de Producción, Francisco Cabrera, le encuentren otro cargo para seguir aportando sus conocimientos al Estado.
Fuentes del sector citadas por la publicación Energía & Negocios especularon con un futuro en YPF. Lo cierto es que Aranguren, hoy separado y recientemente padre de un bebé, antes de ser ministro visitó varias veces las torres de YPF y fue uno de los candidatos a reemplazar a Miguel Galuccio en el sillón que hoy ocupa Miguel Gutiérrez.
La empresa estatal vale cerca de u$s 10.000 millones, un quinto del total de lo que podría prestar el FMI en los próximos tres años. Un importante accionista de una empresa que compite con YPF comentó días atrás que la venta de activos estatales, como el proceso ya iniciado con Transener, podría achicar el recorte fiscal.
La política de alinear los precios de los combustibles a valores internacionales podría revertirse.
La salida de Juan José Aranguren del ministerio de Energía podría desencadenar en la reversión de una de sus políticas. Se trata de la "liberación" del mercado de combustibles, para que funcionen sin mayor intervención estatal. El alto precio del petróleo crudo a nivel internacional y la devaluación del peso gatillaría mayores valores para las naftas locales. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y Jefatura de Gabinete le plantearon a Aranguren que el Gobierno quería salir de esa situación. Fue la última de varias disputas.
Aranguren llegó a la campaña presidencial de Mauricio Macri con un plan para disminuir los gigantescos subsidios energéticos, que eran de US$ 8.000 millones anuales en 2015. A través de sucesivos aumentos de tarifas, lo fue logrando, con una pauta de US$ 2.000 millones para este año. Sin embargo, también se convirtió en la cara de medidas impopulares, aunque Macri en persona siempre lo ratificó y le pidió que siguiera avanzando en esa dirección.
En el presupuesto de 2018, las subvenciones para Energía estaban pautadas en $ 125.000 millones, mientras que Transporte se llevará $ 140.000 millones. Pero esas cifras podrían ser distintas por el impacto de la devaluación, según destaca Clarín
Energía anotó inversiones por US$ 18.000 millones en el sector y un desarrollo inédito de energías renovables. Pero Aranguren, que viene de ser número uno de Shell en el país, tuvo un estilo de conducción propio de un líder acostumbrado a que se sigan sus órdenes. Ese rasgo colisionó con el ala política, que lo prefería menos sincero y más callado.
Cuando Aranguren hacía declaraciones, cerca de Marcos Peña se fastidiaban. El ministro de Energía cuestionó -por ejemplo- cierta falta de inversiones de YPF durante 2017. Parco, su personalidad no gustaba a otros funcionarios del Gabinete.
La devaluación desató a los críticos de Aranguren. Por ejemplo, porque se comprometió a pagar gas en dólares a un precio atractivo para el sector. Esa medida fue tomada con la anuencia de presidente y entendida como inexorable para atraer inversores y revertir la falta de abastecimiento: el país tiene que importar un 30% del gas que necesita durante los inviernos.
Iguacel deberá encargarse de seguir con la disminución de subsidios, como anuncia el ministro Dujovne, pero con mayores costos, ya que los precios energéticos son en dólares. La devaluación del peso frente al dólar todavía no se puede establecer con certeza, pero es la mayor de cualquier economía emergente.
La decisión de frenar la "liberación" del mercado petrolero ya venía siendo analizada desde hace unas semanas. Aranguren arrancó en mayo con un congelamiento de precios acordado con las petroleras. Pero luego hubo que suspenderla -y autorizar un aumento- porque los valores de referencia (petróleo crudo y dólar) se escaparon.
El próximo paso que le pedían al ministro era establecer límites a las exportaciones de las petroleras. Se trata de una medida con la que Aranguren está conceptualmente en contra, ya que descree de las regulaciones y cupos, porque los considera negativos en el largo plazo.
Al ex Shell le reprochan que decidió liberar el mercado de los combustibles justo cuando el barril de crudo comenzó una escalada. Durante los últimos años del kirchnerismo, los precios de los combustibles estaban atados a una serie de variables locales: estaban caros en dólares comparados con el resto del mundo.
Aranguren se propuso alinear el funcionamiento de las petroleras en el país con las prácticas del sector en la mayoría de los países. Eso hubiera servido a los bolsillos de los consumidores locales entre 2013 y 2016, pero justo cambió la tendencia hacia 2017. Para este año, el Gobierno estima que autorizará algunos aumentos más para las petroleras.
La diputada de la Coalición Cívica (CC) calicó de "valorables los cambios de ministros realizados por el Presidente" este n de semana y rescató el nombramiento de Javier Iguacel como nuevo ministro de Energía.
A través de una carta difundida en sus cuentas de redes sociales, en la que también manifestó su rechazo al aborto y a los "cambios y manipulaciones de votos en la cámara de diputados" durante la votación del jueves, Elisa Carrió armó tener "esperanza" en el futuro del país.
En su misiva indicó que "la única forma de crecer y prosperar" es a través de "pymes exportadoras con valor agregado y educación" y apuntó que "no debemos quedarnos en el consumo interno y exportar, multiplicando las pymes y haciendo ciudadanos del mundo desde la instrucción temprana".
"Por eso son valorables los cambios de ministros realizados por el Presidente", aseguró Carrió, en referencia a las designaciones de Dante Sica al frente del ministerio de Producción, en reemplazo de Francisco Cabrera, y de Javier Iguacel en la cartera de Energía, en lugar de Juan José Aranguren.