Según analistas, el precio de coyuntura del metal rojo “contamina” las proyecciones de largo plazo.
Este viernes deberán quedar constituidos los comités de PIB tendencial y Precio de Referencia del cobre, insumos claves para la definición del espacio de gasto que deberá incluir el Presupuesto 2019.
Esta coyuntura se da en plena racha alcista de la cotización del precio del cobre por efecto de las negociaciones en Escondida, que han elevado su cotización por sobre los US$3,2 la libra en las últimas semanas, y una consistente recuperación del crecimiento de la economía doméstica, indicó Pulso.
Ambos datos positivos para Chile en términos de recaudación, levantan la inquietud de los expertos respecto de la expansión del gasto porque se supone que los parámetros estructurales sirven para determinar cuánto estructuralmente es lo conveniente que se expanda el gasto público. Y advierten que en los últimos años y cada vez con mayor recurrencia, tienden a estar influidos por la coyuntura y por lo mismo, debieran ser objeto de revisión, precisó Pulso.
Para los analistas, esto es particularmente cierto respecto del Precio de Referencia del cobre que viene incrementándose en forma consistente en los últimos años. De hecho, ha seguido una trayectoria desde US$0,99 la libra en 2005, hasta US$2,77 en 2017.
Explica Alejandro Fernández, economista de Gemines: “Es un problema porque cuando el precio sube permite que el gasto crezca más. Eso exacerba el ciclo económico. La idea de crear la regla estructural en su momento y el presupuesto estructural, es que sea contracíclico, no procíclico, y que por lo tanto, cuando la economía está en baja, el presupuesto atenúe la severidad de la desaceleración”.
El punto, acota Macarena García de LyD, es que en la metodología actual de cálculo “lo que se está calculando en realidad no es el precio de largo plazo del cobre sino que es un promedio del precio del cobre en los próximos 10 años” y que por lo mismo “pretender calcularlo hoy como un precio de largo plazo es prácticamente imposible”.
Más drástico es Igal Magendzo de Pacific Reasearch, quien asevera que “si uno ve las proyecciones, son bastante malas. Es muy difícil proyectar el precio de un commodity porque fluctúa muy rápido y de manera imprevisible”.
Aunque en menor medida, este ruido de corto plazo influiría también en el PIB tendencial.
“Es raro que el PIB tendencial esté cambiando cada año porque se van agregando datos reales nuevos. Es difícil que la capacidad de crecimiento de la economía cambie de manera brusca de un año a otro, a no ser que sea por algún evento brusco como un terremoto. Sin la ocurrencia de este tipo de fenómenos, uno esperaría un crecimiento potencial más estable”, acota Fernández.
En 2017, un grupo de economistas encabezado por el decano de la U. de Chile Manuel Agosin y en el que participó Guillermo Larraín (U. de Chile), Ignacio Briones y Claudio Agostini (UAI) elaboró el estudio en el que advertían de un injustificado sesgo optimista en las proyecciones estructurales respecto de ambas variables.
Sin llegar a un acuerdo, Agosin y Larraín sugirieron que se deberían crear un fondo soberano con dos alternativas de inversión: en el primero ahorrar todas las utilidades de Codelco y todos los impuestos a la renta y royalties obtenidos de la minería privada, con una estrategia de inversión específica disponible para futuras generaciones; o segundo, un fondo más líquido que financiaría compromisos estructurales del Estado tal como son definidos hoy. Esto aislando el efecto coyuntural del precio del cobre.
Fernández aporta sus propias definiciones. Explica que un modelo de cálculo podría partir de la rentabilidad normal del sector minero que tome en cuenta la historia de precios, retornos y costos que sea consistente con la rentabilidad de la industria u otra posibilidad sería tomar el precio real de largo plazo hacia atrás y que eso sea el precio de referencia, actualizándose cada año.
Culminó el proceso de proceso de consulta pública sobre el Decreto que aprueba el Reglamento sobre la Metodología, Procedimiento y Publicación del Balance Estructural, informó la Dirección de Presupuestos. La consulta recibió sugerencias y comentarios de una decena de expertos y académicos interesados en participar del diseño de la regla fiscal que mantiene el país hace casi 20 años.
La intención de la Dipres es, después de ordenar los comentarios, presentarlos al nuevo Consejo Fiscal Asesor en su próxima reunión para impulsar un diálogo sobre este punto, con el objetivo de que tanto el cálculo como los procedimientos sean lo más transversal posible con un amplio criterio técnico. Todo con el fin de fortalecer la institucionalidad fiscal.
GD/JC