Autoridades y personeros del sector privado se reunieron en Concepción para tratar el tema en cita organizada por Transelec.
“En Chile están dadas las condiciones para que se genere el tránsito hacia un país más eléctrico, ya que los costos de la electricidad han bajado de manera consistente las licitaciones de energía durante los últimos años, la baja se está traspasando rápidamente a consumidores y la compra de energía barata ya es una realidad, siendo el Estado el primer cliente en ejercer ese derecho”.
Así lo planteó en Concepción Andrés Kuhlmann, gerente general de Transelec, en el ciclo “Conversaciones que Conectan 2018”, en el que tomaron parte personalidades del mundo público y privado, quienes analizaron la energía del futuro y su implicancia en las ciudades, planteándose cuáles son los desafíos que conlleva tener centros urbanos cada vez más electrificados a nivel de transporte, vivienda y nuevas formas de trabajo, entre otros.
El ejecutivo dijo que los expositores coincidieron en que la mayor electrificación en Chile será con energías más baratas y limpias, con beneficios claros: menor contaminación local, menores costos de energía, contribución para mitigar el cambio climático, políticas sociales con mayor foco y mejor calidad de servicio.
Dijo que en esta transformación Transelec juega un rol importante. “Hemos conectado el 65% de este tipo de energías al sistema eléctrico nacional en los últimos 5 años”, precisó.
Pablo Allard, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, sostuvo que “si atacamos la eficiencia energética en las ciudades daremos un salto cuántico en la calidad de vida de la sociedad”.
Nicola Borregaard, gerente general EBP Chile y miembro del directorio de Espacio Público, señaló que si bien estamos enfrentados a un mundo cada vez más eléctrico, “los desafíos y oportunidades están en observar con cuidado y plantear acciones que permitan aprovechar las ciudades del futuro”.
Borregard sostiene que se necesitan autoridades que entiendan que la energía forma parte de sistemas complejos. Agregó que ya no se trata solo de generar más MW, sino que pensar las ciudades y los usos de la energía pensando en una mayor calidad para los seres humanos.
Para que esto sea posible, manifiestan los expertos, se requiere infraestructura que cuente con licencia social, por lo tanto los proyectos deben tener un mínimo impacto social ambiental, contar con almacenamiento para que las energías renovables sean viables y remplacen la energía base.
El intendente Jorge Ulloa, en el Seminario “La Energía del Futuro, Ciudad y Energía”, sostuvo que “hablar de ciudad es hablar de energía, es imposible entenderlo de una manera diferente”.
Indicó que esto se sustenta en que las ciudades ocupan el 3% de la superficie del planeta, pero usan el 80% de la energía.
En ese contexto, surge la pregunta: ¿seremos capaces de construir un futuro eficiente, sustentable y resiliente con el medioambiente?
Ricardo Irarrázabal, subsecretario de Energía, expresó que el principal desafío ambiental tiene que ver con la energía.
A su juicio, “los principales problemas energéticos urbanos actuales son la contaminación por leña, el ordenamiento territorial y el cambio climático, a los cuales hay que darles soluciones pronto con el fin de modelar las ciudades del futuro como corresponde”, señaló.
En conversación con El Sur, el subsecretario de Energía, Ricardo Irarrázabal, comentó que para que Chile entre al desarrollo se requiere que todos accedan a sus beneficios, con la apuesta de que sigan bajando los precios de la energía eléctrica.
El subsecretario explicó que también debe haber un mejoramiento en tecnología "pues la idea es poder cambiar el tipo de calefacción, con el proyecto de ley de leña seca", sobre el cual adelantó que esperan que entre al Parlamento el próximo año. “Lo relevante de esta iniciativa es que establece que se trata de un combustible sólido. El tema central es cómo se generan estándares para regular el contenido húmedo de la leña y que eso pueda ser fiscalizado en cuanto a la comercialización en zonas urbanas”, aclaró.
Añadió que el precio de la leña seca refleje lo que es seca versus la húmeda, porque hoy como el mercado es bastante informal, se produce una especie de competencia un poco desleal, porque la mojada cuesta un poco más barata, pero tiene agua y tiene menos poder calorífico que la otra.
Afirmó que esto tiene que ir aparejado con una política de Estado que es la aislación térmica, para que con esta se use menos combustible, lo que signifique un ahorro a los dueños de casa.
Para llegar al cero uso de leña, indicó que cuando se genera una regulación, esta debe permitir que de forma gradual la gente haga un cambio cultural respecto al uso de la leña, la cual está muy arraigada en la zona sur de Chile. “Uno puede generar grandes leyes y discursos, pero en el día a día, se ven este tipo de situaciones. Se avanza primero en regulación para de alguna manera se produzca un cambio en los combustibles y que los usuarios puedan cambiar la calefacción desde la leña a otros menos contaminantes”, hizo ver.
Planteó la idea de que los precios de la energía eléctrica se reduzcan, para que así la gente vea como factibles otras formas de calefacción.
"La industria regional está enfrentando altos precios en la producción. El seremi de Energía, Rodrigo Torres, lleva adelantye una mesa de trabajo sobre el tema" expresó Irarrázabal.
En todo caso, adelantó que el tema de la distribución, hay una lógica de generación de las mismos hogares en lo que es el autoconsumo y tarifas. Sobre ello, a fines del 2019 habrá un proyecto para este segmento, dijo.
FP