En ese mitín ocurrido el viernes en la tarde en la vieja casona de Desamparados, las máximas autoridades de Shandong Gold, la socia de Barrick en Veladero, le anunciaron al pocitano que van a comprar vino sanjuanino por la “calidad” de los caldos cuyanos. La sorpresa confundió un poco al mandatario, porque la provincia china dueña de Shandong Gold también es productora de vinos.
Pero lo que ocurrió después fue aún más llamativo: los chinos le dejaron claro a Uñac que no comparten la postura de Barrick sobre Pascua-Lama y le dijeron que ellos están haciendo estudios para invertir en el anhelado proyecto trasandino. Si lo primero había sorprendido al sanjuanino, lo segundo lo dejó con la boca abierta. Ojalá ambas ofertas se materialicen, aunque el contexto obliga a ser muy prudentes.
“Durante diez años le sacaron recursos a San Juan para llevárselos a la Nación”, decía en Barreal el presidente Mauricio Macri el 12 de febrero de 2016, al anunciar que se eliminaban las retenciones a las exportaciones mineras. Corrían los tiempos en los que recién nos estábamos dando cuenta del cambio de época que se había producido dos meses antes, cuando el país confirmaba el giro histórico de abandonar doce años de continuidad electoral para introducirse en la aventura de apoyar a un candidato sólo por su condición de “opuesto al kirchnerismo”. Aquel día en Calingasta los mineros sanjuaninos aplaudieron hasta quedar con las palmas rojas y, acto seguido, aventuraron pronósticos muy optimistas que no se cumplen aún. San Juan sigue al borde de quedarse sin minería metalífera.
La cuenta es muy simple: Veladero se apagará en 2024 y a Gualcamayo con cierre de mina incluido le quedan no más de tres años, aproximadamente. Es decir, hay minería en la escala que conocemos hoy solamente seis años más. Desde que los inversores dan el sí hasta que se saca la primera camionada de material, normalmente transcurren de cinco a seis años dependiendo de la magnitud del proyecto. `
Además del condicionante del tiempo, complejo y casi imposible de vencer, hay otro que también es de difícil resolución: el político. El gobierno nacional debe modificar la ley de Glaciares y necesita de los votos de la oposición para hacerlo. Si bien una parte del peronismo podría estar a favor de semejante movida, chocarían con el kirchnerismo y con sectores disfrazados de izquierda, quienes sin justificación racional alguna se vienen oponiendo.
Además, la Nación tiene hoy otros problemas que son muchísimo más urgentes que esto. Tras el descenso de Macri en las encuestas, Cambiemos necesita volver a los números de octubre del año pasado y la discusión por los glaciares no es precisamente una buena estrategia para hacerlo. La minería no tiene buena prensa en los medios nacionales y los mineros no suelen salir a dar la cara para defender la actividad.
Párrafo aparte para una lectura sanjuanina, algo optimista, pero no descabellada: en el entorno del mandatario ven con muy buenos ojos que el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, haya dejado que el debate sobre minería transcurra otra vez en esa provincia. Hay empresarios que empezaron a moverse para lograr que proyectos como San Jorge, por ejemplo, puedan ver la luz de una buena vez por todas. En el uñaquismo dicen que Cornejo podría resultar un buen lobista en la Casa Rosada, aunque aún tienen dudas. Probablemente alguien le habrá contado al mendocino que el país tiene unos 100.000 millones de dólares frenados por la ley de glaciares. Ojalá se despabile.
Por todo este contexto es que sorprendieron los anuncios chinos del viernes en Casa de Gobierno. Según cifras de un censo del año 2010, en Shandong viven 95.793.065 personas. Es una de las provincias más ricas de China, ocupa el primer puesto en ese país en producción de algodón, trigo, oro y diamantes. También es importante el cultivo de sorgo y maíz. Tiene grandes depósitos de petróleo y, además, son productores vitivinícolas. Según se conoció luego de la reunión del viernes con Uñac, a los orientales les llamó la atención la calidad de los vinos sanjuaninos y le confirmaron al mandatario que comprarán. Según sitios especializados, son buenos compradores de vino español y chileno. Tras la reunión en Casa de Gobierno, los sanjuaninos se ilusionaban con la posibilidad de eliminar el stock vínico local, lo que elevaría bastante los precios para la temporada que viene.
En cuanto a Pascua-Lama, en las primeras miradas hay muchos temas a resolver. La primera rareza es que los chinos comunicaron que estudian el proyecto completo y no solamente del lado sanjuanino, como había anunciado Barrick hace algunos años. La segunda es la ley de glaciares, que acecha toda actividad humana en la cordillera. Y la tercera es la inestabilidad del país. Si bien el dólar alto favorece este tipo de inversiones, no les hace gracia que el macrismo no logre el dominio político que les garantice reglas claras a largo plazo. Macri anunció que en febrero de este año mandaban el proyecto para modificar la ley de glaciares, pero claro, el día a día del dólar eclipsó cualquier otro tema. No es momento para pedir nada pero, a su vez, la minería podría salvar las papas de la economía. La encrucijada es insalvable.