Las tarifas de electricidad aumentaron más de 1.000% desde que asumió el presidente Mauricio Macri y fueron las únicas que recuperaron todo lo perdido frente a la inflación, mientras que las de agua y gas aún tienen terreno por recorrer.
Así lo señala un estudio de la Universidad Austral, en el que precisa que las tarifas de agua potable están aún un 53% por debajo de la inflación acumulada desde 2002 y las de gas, un 37%.
Las tarifas de agua registraron ajustes de 560% desde que asumió Macri y las de gas aumentaron 371%, dice el análisis, lo cual las ubica muy por debajo de la variación que experimentó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en la última década, detalló Àmbito.
En el caso de la electricidad, sí se logró superar al IPC con un ajuste de 1.000% que se hizo desde que asumió el gobierno de Cambiemos.
En 2015 las tarifas registraban un atraso promedio del 80% respecto al índice de precios, dice el análisis del Área de Economía del IAE Business School de la Universidad Austral.
"El principal desafío que enfrenta el Gobierno es lograr que las tarifas sean atractivas para la inversión y a la vez aceptables para la sociedad, sin impactar en el salario real", dijo el economista Carlos Belloni.
En la Ciudad de Buenos Aires, la tarifa de electricidad se mantuvo en línea con la inflación hasta el 2008, luego se congeló; las tarifas de gas y agua se mantuvieron constantes por más de 10 años, iniciando los ajustes en 2013.
Tras el veto a la ley que pretendía congelar las tarifas, Belloni y su equipo analizaron que el impacto del aumento vigente "será sin dudas importante, alejando al gobierno aún más de la meta inflacionaria del 15%".
"El gobierno está detrás de lo que considera la causa fundamental de la inflación, a saber, el déficit fiscal. La idea del gobierno es que el impacto del ajuste tarifario sobre los precios sería sólo temporal, mientras que la reducción del déficit fiscal colaboraría con la deseada desaceleración de la inflación en el mediano y largo plazo", dice el análisis.
GD/JC