Aunque la subida del precio del petróleo suele provocar un aumento de la inflación, Brasil y su petrolera estatal Petrobras deben verse favorecidos por el alza del precio del barril de crudo en el mercado internacional, según explicaron a Xinhua especialistas brasileños.
El hecho de que el precio del barril de petróleo haya pasado de los US$70 favorece, además de la recaudación federal, a los estados y municipios del país, así como a Petrobras, que aumentó en 56% su beneficio neto en el primer trimestre en comparación con el mismo período del año pasado, llegando a los 6.900 millones de reales (unos US$1.890 millones).
Se trata del mejor resultado para el período desde 2013
Para Edimar Almeida, profesor del Instituto de Economía de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y especialista en energía, las tensiones geopolíticas actuales, principalmente en Oriente Medio, y la decisión de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de cortar la producción de petróleo, fomentan una tendencia de que el precio del barril siga subiendo y pronostica que llegará a los US$75 el barril a final de año.
"En el caso de Brasil, este aumento del precio del barril beneficia también a Petrobras, que dejó atrás la gran crisis y volvió a ser una empresa petrolera", comentó Almeida a Xinhua.
Para el economista Mauro Rochelin, de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), los estados y los municipios brasileños también se benefician del aumento del precio del petróleo, porque aumenta la recaudación de las regalías, que "son siempre una necesidad, porque la mayoría de los estados del país, y principalmente Río de Janeiro, principal región productora de petróleo en Brasil, pasan por una crisis fiscal que seguramente es la mayor de su historia".
"De manera general, la industria petrolera de Brasil pasó recientemente por una crisis muy grande, pero el sector tiene un gran potencial de crecimiento y la subida del precio del crudo acelera este proceso de retomada del crecimiento", agregó Rochelin.
Los especialistas, sin embargo, no esconden el problema que puede causar la elevación del precio del barril de petróleo: un aumento de la inflación, actualmente controlada por el gobierno tras varios años superando las metas establecidas por el Banco Central.
"Este aumento puede hacer que los gobiernos eleven la tasa de interés, lo que puede retardar o dificultar el crecimiento económico. Y para los consumidores, el aumento es malo porque el petróleo caro significa tener la gasolina cara también", aseguró Almeida.
Rochelin recordó que Brasil tiene una pequeña ventaja en este aspecto en comparación con la mayoría de países: el uso de etanol (combustible procedente de la caña de azúcar).
"La mayoría de los coches en el país son flex, es decir, combinan etanol y gasolina, y en caso de aumento del precio de la gasolina, pueden optar por etanol, más barato", resaltó.
Sobre el futuro del precio del barril de petróleo, Almeida agregó que espera que finalice el año en los US$75 por barril, aunque admitió no se puede predecir exactamente qué pasará.
"Hace menos de un año, las mayores petroleras del mundo pronosticaron un escenario de precios bajos para siempre, y no obstante, los precios están subiendo. Esto muestra que los precios del petróleo dependen de variables que no se pueden predecir", concluyó.