Pese a los riesgos políticos, son mejores que el caos de Venezuela y la ausencia de reservas de Uruguay
Tras décadas de mala gestión en las petroleras estatales latinoamericanas, empeoradas por una fuerte caída de los precios, los países están abriendo sus mercados.
Para las grandes empresas podrían ser reservas baratas con las que competir con el petróleo regalado de Texas.
Los Gobiernos podrían poner sus fiscos en orden. Pero hay riesgos. Los grandes proyectos requieren tiempo y dinero. Los vientos políticos pueden cambiar muy rápidamente y los precios pueden volver a caer.
La inversión requerida y las recompensas potenciales son enormes. En total, las naciones del continente van a subastar este año unos 500.000 kilómetros cuadrados, el tamaño de España.
El objetivo ideal de inversión combinaría la probidad y estabilidad de Uruguay con las vastas reservas de Venezuela:Uruzuela. A falta de ella, detallamos cómo repartir un supuesto dólar de inversión.
A Brasil le corresponderían 40 centavos. Los costes de perforación han caído drásticamente: en torno al 13% en tres años. Las elecciones presidenciales de octubre son un riesgo para la privatización, aunque algún candidato la quiere completa.
A México le tocan 30 centavos. Aprendiendo de los errores de sus rivales, es receptivo a los consejos de la industria sobre cómo hacer los contratos. La cercanía a los campos de EE UU significa que la geología es similar, por lo que las empresas pueden sentirse cómodas.
De nuevo, las elecciones del 1 de julio son un elemento de riesgo. El favorito, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, ha criticado la histórica reforma energética del país. Puede que frene la liberalización si gana, pero no podrá revertirla.
A Colombia le corresponden 13 centavos. Los recientes descubrimientos de gas natural han dado nuevas esperanzas a los inversores.
El problema es la competencia de los yacimientos de EE UU y China.
Para Argentina, 12 centavos: depende de que Macri salga reelegido en 2019 y consiga alejar las tentaciones populistas que bien conoce Repsol.
Para Ecuador, 5 centavos: vale la pena echarle un ojo, dado el mayor pragmatismo del presidente Lenin Moreno respecto a Rafael Correa.
A Venezuela, nada, dado el colapso económico y la inseguridad jurídica. En cuanto a Uruguay, aún no ha encontrado reservas. Si lo hiciera, sería el objetivo más interesante.