La fuente que mayor número de registros presenta ante la Upme es la solar, con 353 solicitudes. Le siguen la hidráulica, térmica y la eólica.
El país quiere espantar de una vez por todas el ‘fantasma’ de un apagón, y la hoja de ruta son las 529 iniciativas para la generación de energía que actualmente están inscritas en el Registro de Proyectos Vigentes (RPV) de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme).
El listado, cuya fecha de corte está al 31 de marzo pasado, y al cual tuvo acceso Portafolio, muestra que del número total de propuestas, 147 son de fuentes convencionales, y 382 de origen no convencional.
Llama la atención este último dato, ya que no solo duplica en proyectos a la generación de energía tradicional, sino que además –como indican los registros– el mayor número está en iniciativas fotovoltaicas (353), le siguen Biomasa con 16 y eólicas con 13.
Sin embargo, cabe aclarar, que del total de las fotovoltaicas, 281 corresponden a pequeños proyectos de generación para comercio y negocios, conjuntos residenciales, fincas de recreo, e incluso con destino a laboratorios, hospitales y universidades.
Así mismo, son 72 las granjas solares o grandes complejos fotovoltaicos que están por encima de los 90 megavatios (Mw) de capacidad instalada, y que se registrarán en la Upme.
Ante varios escenarios, el ministro de Minas y Energía, Germán Arce Zapata, ha recalcado que los costos de inversión para montar complejos, y así generar energía renovable, han caído entre un 60% y 70%.
“El país no puede remitirse a una sola fuente, ya que cuando se presenta temporada de sequía, no solo se elevan los costos y la contaminación, sino que además aparece el ‘fantasma’ de un apagón”, agregó.
De acuerdo con el RPV de la Upme, tras la publicación de la Ley 1715 del 2014, se han registrado nuevos proyectos de generación a partir del uso de fuentes no convencionales de energía renovable para llegar a completar una capacidad de 12.512 megavatios (Mw).
De la 529 iniciativas, 388 están en fase 1, 115 en fase 2 y 28 en fase 3.
La estrategia del Ministerio de Minas y Energía es la integración de las Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER) en la matriz energética del país, que es el Sistema Interconectado Nacional (SIN).
“Dadas sus características de energía limpia y que son fuentes complementarias a las convencionales (hídrica y térmica), fortalecerán la resiliencia del sector de generación de energía eléctrica ante la variabilidad climática”, recalcó el jefe de la cartera minero- energética.
Por su parte, Alejandro Lucio Chaustre, director ejecutivo de la Asociación de Energías Renovables (SerColombia), afirmó que en términos de costo beneficio, la generación eólica, solar y biomasa, son competitivas para ser tenidas en cuenta en la matriz energética.
“Se ha demostrado que se pueden lograr precios que oscilan entre los US$30 y los US$50 por megavatio hora, dependiendo del país. Estos costos están muy por debajo de los valores tradicionales de la generación de energía convencional, o la que se ha visto en los contratos de los usuarios de los últimos dos o tres años”.
Agregó que este rango de precios compite con uno promedio de contratos de energía de corto plazo del orden de US$70 megavatio hora y que en temporadas como la del Niño’ puede superar los US$90 megavatio hora.
Del total de iniciativas de generación energética inscritas ante el RPV, 131 son hidrológicas y 16 de fuente térmica, de las cuales 8 son a base de carbón y 8 a base de diésel. Angela Montoya, presidente de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía (Acolgen), sostiene que la producción por fuentes hidroeléctricas en Colombia sigue siendo importante para la economía, y es el eje del SIN, además de que apenas equivale al 2,9% de gases efecto invernadero.
“El 70% de la matriz energética la aporta el sector hidroeléctrico, es confiable y garantiza la generación en el tiempo”, aseguró la dirigente gremial, y enfatizó que las grandes inversiones que se hacen en el sector que ella representa, terminarán por fortalecer aún más el SIN. Referenció la entrada en operación para final de año de la Hidroeléctrica de Ituango, que le aportará a la red 2.400 Mw.
El 30% restante de la generación que entra a la matriz proviene de las termoeléctricas, las cuales fortalecerán su red con proyectos que comenzarán a operar en el 2023 y 2024 como TermoBijao, TermoLuna, TermoPaipa y TermoTasajero.
En el mismo sentido, Alejandro Castañeda, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas generadoras (Andeg), indicó que el exceso de recurso hídrico ha permitido que los precios en la bolsa de la energía hayan bajado, lo cual es para el gremio que representa un claro ejemplo de que la labor de las plantas térmicas no es evidente siempre, pero estas son fundamentales para garantizar la confiabilidad del sistema.
“Existen factores que podrían poner en riesgo el buen funcionamiento de las generadoras térmicas, por lo que le pedimos al Gobierno fortalecer al sector térmico y mantenerlo en condiciones de disponibilidad permanente”, aseguró.
Para el Gobierno Nacional, los proyectos en lista ayudarán no solo a fortalecer el SIN, sino a que los efectos de fenómenos climáticos no pongan en riesgo la matriz energética. También, para cumplir con los compromisos de la COP21 para reducir las emisiones de CO2. A nivel de costos para los usuarios, se ajustarían los precios de la energía (tarifas competitivas).
Las cinco regiones que más proyectos tienen entre el tintero para garantizar la generación son Antioquia, con 90 iniciativas; Bogotá, con 53; Atlántico, con 47; Valle, con 42 y Cundinamarca, con 35.