Con un galopante desarrollo desde 2014, se espera que la demanda mundial crezca entre el 6% y 8% en la próxima década.
Los tres países seguirían siendo los principales actores de este sector, mientras que Bolivia, con sus recursos en el Salar de Uyuni aún por confirmar, se mantiene también a la expectativa.
De la mano del esperado incremento en la venta de autos eléctricos y el desarrollo de baterías para artículos tecnológicos, el mercado del litio se vislumbra más que auspicioso para Chile, Argentina y Australia, sus principales actores mundiales.
Con un galopante desarrollo desde 2014, se espera que la demanda mundial crezca entre el 6% y 8% en la próxima década aunque esa tasa podría doblarse si se cumplen los anuncios -especialmente el de China- de cambiar los automóviles y buses a gasolina por eléctricos
“En los siguientes cinco años vamos a seguir un crecimiento constante en el consumo mundial de litio”, vaticinó David Klenecky, ejecutivo de la estadounidense Albemarle, una de las mayores productoras de este metal, durante la feria de minería Expomin en Santiago
Para Daniela Desormeaux, de la consultora SignumBox, la demanda de litio alcanzaría en 2030 un millón de toneladas de LCE (carbonato de litio equivalente), contra 201.000 toneladas de 2016. Argentina, Chile y Australia seguirían siendo los principales actores de este mercado, mientras que Bolivia, con sus recursos en el Salar de Uyuni aún por confirmar, se mantiene también a la expectativa.
Con las mayores reservas – equivalentes al 52% del total- Chile le pelea a Australia el liderazgo del mercado mundial, con una producción que en ambos casos bordea el 40%. Argentina, que en 2016 aumentó en 58% su producción, cubre el 15% de la oferta global.
A diferencia de Chile, que extrae la totalidad de su producción en salares, Australia lo hace en base a proyectos para extraer el mineral de la roca. Según la Comisión Nacional de Minería (Cochilco), Chile debería duplicar en 2021 su producción a 147.000 toneladas desde las casi 77.000 de 2017, debido principalmente a la ampliación de las faenas en el Salar de Atacama por parte de la estadounidense Albemarle y la chilena SQM, las dos únicas que explotan el metal en Chile, donde en 1979 fue declarado recurso “estratégico”.
Esa condición, que en su momento se justificó en el riesgo de que el metal pudiera usarse para fines nucleares, mantiene la explotación solamente en manos del Estado chileno a través de concesiones a privados. “En los últimos meses hemos visto importantes cambios que viabilizarán la expansión productiva del litio en Chile y le permitirán recuperar la cuota de mercado y acercarse a su tradicional posición de primer productor mundial”, explicó Juan Carlos Guajardo, gerente de la consultora Plusmining.
Recientemente, SQM terminó un largo litigio con el Estado chileno que le permitirá elevar su producción de litio. Su rival estadounidense, Albemarle, recibió también una autorización del Gobierno para elevar su producción en el Salar de Atacama, considerada una de las zonas con mayor potencial por sus altas concentraciones de litio, bajo nivel de impurezas y explotación de subproductos como el potasio.
Argentina cuenta con 40 salares en su territorio, sostuvo Daniel Meilán, secretario de Minería de Argentina. Hacia 2022, Argentina pretende superar a Chile y producir cerca de 331.000 toneladas de litio LCE, de acuerdo a Meilán, que estima que hacia ese mismo año la producción total del metal alcanzará a 1.152.000 de toneladas de LCE, un incremento del 443% respecto a 2016.
El litio que no se transa como otros minerales sino que sus precios se negocian de manera directa entre productor y cliente, comenzó a ser usado para baterías a inicios de la década de los 90. Desde esa época, el gran desarrollo del mercado de los teléfonos inteligentes, tabletas y computadores junto al de autos eléctricos ha hecho saltar el precio del metal, especialmente a partir de 2015.
Si a principios de los 90 el uso de batería de litio correspondía 6% de la demanda de litio, hoy bordea el 40% del total.
Para 2021, de acuerdo a Cochilco, se espera que el 59% del total se destine a baterías de automóviles y dispositivos electrónicos. Por ejemplo, cada teléfono inteligente requiere entre dos y tres gramos de litio, mientras que el auto eléctrico de la firma Tesla precisa 45 kilos de litio y un bus eléctrico casi 240 kilos.
“El litio es un material clave para el almacenamiento de la energía. Creo que el precio seguirá alto pero convergerá a un nivel algo menor al actual debido a la mayor expansión de la oferta”, estimó Juan Carlos Guajardo.
El valor del litio pasó de cotizarse en promedio en 2015 de 5.851 dólares la tonelada a un promedio de 13.719 entre enero y noviembre del 2017, de acuerdo a datos de Cochilco.
Sergio Limiroski
Se estima que en los salares ubicados en las provincias de Salta, Catamarca y Jujuy hay unas 10 millones de toneladas de este recurso. Es componente esencial de las baterías para celulares, computadoras y autos eléctricos. Hay un renovado interés por su extracción debido a que es un gran negocio, pero advierten por daños al medioambiente.
Hay quienes no dudan en llamarlo `el oro blanco' por la riqueza que puede generar la extracción de este metal que se esconde entre los grandes salares de la Puna Argentina, abarcando las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca. Lo cierto es que el litio hoy se ha convertido en recurso fundamental para la elaboración de las baterías necesarias para `conectar al mundo': teléfonos celulares, computadoras, autos eléctricos, todos necesitan de este conductor ultraliviano que se usa en la más alta tecnología que domina el siglo XXI.
La Argentina junto con Bolivia y Chile posee los yacimientos más importantes del mundo en litio, que puede extraerse de los grandes salares del altiplano.
"El país potencialmente posee unas 10 millones de toneladas de reserva de este metal. Si se estima que cada tonelada se vende a razón de entre 7 y 10 mil dólares estamos ante una gran oportunidad'', señala a La Prensa Daniel Galli, profesor de Termodinámica de la Universidad Nacional de Jujuy y uno de los más importantes investigadores del país quien lleva varias décadas estudiando las mejores maneras para extraer este recurso.
El especialista cuenta que hace unos 20 años la empresa FMC fue la primera en extraer este material, y que en los últimos tiempos existen varios proyectos de empresas interesadas en explotar el recurso en la región.
Galli cuenta que este recurso se extrae a partir de un proceso de separación de elementos sólidos, químicos o plásticos, creando una suerte de salmuera saturada. ``Se obtiene unos 350 miligramos de cloruro de litio por litro de agua''.
Esta alta demanda provoca que existan diversas búsquedas de conseguir una extracción efectiva. El investigador señala que precisamente, la forma en que se extraiga puede ser riesgosa para el medioambiente.
``La utilización de algunos procesos químicos con la excusa de lograr una extracción más rápida puede ser peligrosa, ya que se puede correr el riesgo de envenenar las cuencas acuíferas''. A su entender la mejor manera de extracción pasa por un proceso de evaporación mediante el uso de energía solar. Este proceso es inocuo y no altera el ecosistema de la región.
Galli aclara que el litio en sí no es una fuente de energía sino un acumulador. ``Para tomar un ejemplo si uno en un automóvil puede lograr una eficiencia del 40% usando combustible, al usar el litio en una batería se puede llegar a 80%, duplicar la capacidad''.
El investigador comenta que el litio permite dos grandes utilidades. ``Uno es como acumulador de energía ya sea para baterías de celulares, computadoras y los crecientes autos eléctricos''.
La otra utilización que promete un gran desarrollo en los próximos años es para la fusión energética. ``Hay que diferenciarla de la que se conoce como fisión nuclear, que es la energía que más se conoce donde entran en juego elementos radiactivos''.
"En este caso permite la fusión de dos hisótopos que posibilita la obtención de un gas noble como el helio. Este uso sin dudas puede darle al país un recurso energético en tiempo de crisis como el que se vive hoy''.
Galli menciona que el salar más grande con que cuenta el país es el de Arizaro en Salta, donde aún hay mucho por explorar. También nombra a el salar Hombre Muerto en Catamarca y Salinas Grandes en Jujuy.
El experto cuenta que existen varias empresas automotrices que pusieron el ojo en los grandes salares de la puna. ``Está la empresa Sales de Jujuy con participación de Toyota. Otras automotrices como Mitsubishi y Volkswagen mostraron su interés''.
El técnico indica que existen intentos por utilizar este recurso desarrollando valor agregado. ``Es tentador si se piensa que un kilo de litio se paga 10 dólares pero una batería para un auto puede valer 7 mil dólares y un auto con batería de litio 40 mil. Pero no es una tarea fácil''.
``Es muy difícil aún para la Argentina -continúa- un desarrollo de este tipo. De todas formas su explotación como recurso primario es también un buen negocio''.
Galli comenta que lo importante ahora es controlar la forma en que las empresas hacen o harán la extracción de este recurso para no dañar el medioambiente. ``Hay un trabajo de intervención y estudio que está haciendo la Secretaría de Minería''.
El experto indica que esta `fiebre' por el oro blanco está generando no solo recursos económicos sino de mano de obra calificada. ``Hay muchos jóvenes ingenieros que estudiaban conmigo que hoy ya están trabajando para empresas relacionadas con la producción de Litio''.
Si bien el investigador reconoce que el Litio puede generar un gran recurso al país, cree que los ingresos económicos que genera la actividad minera no llegan como debería a las provincias del norte.
``Se estima que entre impuestos, ganancias, regalías un 60 % de lo que se extrae queda en manos del estado. Sería justo entonces que parte de este dinero regrese a estas provincias, a su población para que puedan vivir mejor''.
El ingeniero químico David Levitán, investigador del Instituto de Tecnología del Hidrógeno y Energías Sostenibles (ITHES) que depende del Conicet y la UBA, señala que si bien el litio es un elemento que permite una importante concentración energética, es distinto a fuentes como el petróleo.
``El petróleo se extrae y se usa en grandes volúmenes. El litio que se usa para las baterías recargables es de apenas microgramos. Puede utilizarse un poco más para las baterías de autos eléctricos, pero su uso no es de grandes volúmenes. Además es un elemento que tiene una autonomía de uno o dos años''.
Levitán, quien se ha formado en la facultad de ingeniería de la UBA cuenta que en el denominado `triángulo del litio' formado por los salares ubicados en Bolivia, Chile y Argentina se presentan grandes cantidades de este conductor. ``Una de las formas en que se presenta el litio es en los salares, que no es la única. Lo que tiene a favor esta forma es que su extracción es la más económica. Se presenta como un líquido acuoso que se deja secar''.
El investigador señala que si bien la extracción de litio representa una buena oportunidad de recursos para el país, ``no puede compararse con el dinero que genera la producción de petróleo''.
El ingeniero afirma que la Argentina en este contexto se presenta como uno de los países con más proyección de crecimiento, aunque aún estamos lejos de vecinos como Chile que han desarrollado un sistema de extracción y purificación de este metal para exportar. ``La Argentina aún en gran parte exporta su material en crudo''.
El experto reconoce que estas extracciones en grandes cantidades deben hacerse con cuidado para no dañar el medioambiente. ``En la zona de salares no hay mucha agua, y gran cantidad se usa para el proceso de extracción de litio, pudiendo afectar a las poblaciones cercanas''.
``El litio -continúa- queda en una solución con agua que se deja al sol hasta que se solidifica. Actualmente se están buscando maneras más amigables con el medioambiente para su extracción, mediante un proceso de electroquímica''.
Levitán indica que está en proyecto en Jujuy la puesta en marcha de una planta de baterías de litio, cuyos mayores productores hoy son China y los Estados Unidos.
De todas formas, la Argentina sigue siendo por ahora un potencial gran productor afirma el investigador. ``Hay proyectos, pero todavía falta la concreción de mayores inversiones, parece estar todo en formación''.
Junto con la posibilidad de aplicar esta fuente para abastecer de energía a baterías de elementos electrónicos, también se esta empezando a ver el potencial que tiene para ayudar a las energías renovables.
``Se sabe que las energías renovables no tienen un flujo constante de producción. Por ejemplo los paneles de energía solar no funcionan si no hay sol porque se nubla o es de noche. Ante estos casos el litio ayudaría a guardar la energía necesaria para que estas energías renovables puedan funcionar en forma constante''.
Europa necesita autos eléctricos como eje de la transición energética. Sus baterías requieren litio, pero la minería genera problemas sociales y ambientales en países como Chile.
"Chilenos contra la privatización de la riqueza de la nación" o "Litio para Chile, no para Soquimich", dicen las pancartas de manifestantes en Santiago de Chile. La minera chilena Soquimich (Sociedad Química y Minera de Chile o SQM) es uno de los extractores de litio más grandes del mundo.
El litio es hoy una de las materias primas más codiciadas en el mercado mundial. No solo los autos eléctricos, sino también los portátiles y teléfonos celulares necesitan baterías de iones de litio. En consecuencia, la demanda mundial de litio se duplicaría en 2025, estima la Agencia Alemana de Recursos Minerales.
El metal ligero de color blanco plateado tiene una gran capacidad de calor y baja densidad, por lo que es ideal para baterías compactas y duraderas. Algunos ya están hablando del "oro o el petróleo blanco".
Estudiantes y sindicatos rechazan un acuerdo entre la Organización Chilena para el Desarrollo Económico (CORFO) y la empresa química SQM sobre la explotación de litio en 2030, que fue firmado a principios de este año. El gobierno chileno quiere aumentar la producción de litio y discute la posibilidad de producir baterías. El país suramericano busca acabar con la dependencia de las materias primas que exporta, pero cuyos productos finales no fabrica.
"Para nosotros, el contrato es ilegal", dice Miguel Soto, presidente de la iniciativa "Litio para Chile", y agrega que el acuerdo firmado contradice la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, "porque SQM es la compañía más corrupta del país".
"Queremos renacionalizar SQM, lo que no significa que las empresas privadas no puedan participar en la extracción de litio, pero el estado necesita tener el control", apunta Soto, miembro del sindicato industrial Constramet.
SQM fue una empresa estatal llamada Soquimich, privatizada durante la dictadura militar de Augusto Pinochet en la década de 1980. Desde entonces, gran parte de las acciones pertenecen a la familia del dictador fallecido. El hijo de Pinochet, Julio Ponce Lerou, se aseguró una tercera parte de SQM cuando la empresa fue privatizada. Hoy, según Forbes, Ponce Lerou es uno de los chilenos más adinerados. Aunque se supone que el millonario debe entregar la gestión con el nuevo acuerdo, seguirá siendo el principal accionista.
El Salar de Atacama pertenece al llamado "triángulo de litio" entre Bolivia, Argentina y Chile. Un lugar que no solo atrae a turistas sino también a compañías químicas como SQM y Rockwood, de la estadounidense Albermarle. Se estima que en las profundidades de dicho lago salado se encuentran los depósitos de litio más grandes del mundo.
El litio es un metal alcalino que se obtiene en un proceso de evaporación. Para esto, el agua mineral subterránea se bombea hacia grandes piscinas. Bajo el sol del desierto se evapora, provocando que diferentes sales se asienten. Gracias a un proceso químico, esta solución salina se transforma en carbonato de litio.
El proceso de evaporación consume mucha agua. El nivel del agua subterránea está bajando en la región, los cursos fluviales y los humedales se están secando. En las comunidades de los alrededores, hay escasez de agua, la contaminación del suelo y el agua potable aumentan porque el agua residual no es tratada. Este no solo es un problema para la población residente, en su mayoría indígena, sino también para la flora y la fauna.
Chile es el único país del mundo donde los recursos hídricos y la gestión del agua están totalmente en manos de particulares. SQM posee actualmente los derechos del agua en la región del Salar de Atacama, donde se extrae el litio.
"SQM se roba nuestra agua para extraer litio", se queja Ana Ramos, presidenta del Consejo de Pueblos Atacameños. El gobierno chileno está obligado por un acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo a garantizar la Protección de los Pueblos Indígenas y a tener en cuenta a la población afectada.
"No hay estudios sobre los efectos de la extracción de litio en el ecosistema", afirma, por su parte, Domingo Ruiz, bioquímico de la Universidad de Santiago. En dicho laboratorio se desarrollan baterías de iones. "Somos el mayor exportador de carbonato de litio. Exportamos materias, pero no fabricamos los productos”concluye Ruiz y advierte que "el gobierno chileno invierte muy poco en investigación y desarrollo tecnológico”.