Un grupo de funcionarios del gobierno de Alfredo Cornejo viajó ayer sábado al Valle de Uco, donde explicaron de qué trata la técnica de la fractura hidráulica y cómo se está realizando en el yacimiento Puesto Rojas, ubicado en el Cerro Pencal en Malargüe. Todo esto, después de una semana intensa en la cual hubo manifestaciones en Alvear y San Carlos ante la preocupación de que se contaminen las napas de agua con hidrocarburos.
“Explicar y brindar tranquilidad es nuestro objetivo. Lo que está pasando no tiene ningún fundamento, y siento pena y preocupación porque la gente está siendo engañada”, informó Emilio Guiñazú, Subsecretario de Energía, quien estuvo acompañado de Miriam Skalany, directora de Protección Ambiental.
Como ya lo hizo en otras oportunidades, Guiñazú explicó cómo es el procedimiento: “Se trata de ir a buscar el petróleo donde se forma, es decir en las rocas madres. Cuando esa roca madre no se fractura naturalmente y el petróleo no logra fluir naturalmente, una de las nuevas formas de buscar petróleo es hacer que surja. Se perfora hasta la roca madre y utilizando el agua como un agente mecánico se fractura”.
Y continuó: “Esa fractura se rellena con arena básicamente para lograr permeabilidad, en una roca que de otra manera no permitiría que el petróleo fluyera. Para eso se necesita usar agua, y también usar algunos químicos para mantener la arena en suspensión. Se utiliza algún ácido desincrustante, composiciones que utilizamos en nuestras casas como vinagre o el destapacañerias, solo que en mucho menores cantidades que en nuestros hogares”.
Respecto de la utilización del agua, que es uno de elementos que genera más resistencia por parte de los ambientalistas, el funcionario destacó que “el decreto que se realizó en Mendoza obliga a las empresas petroleras a usar en forma preferencial el agua de formación, que es aquella con la que viene el petróleo.”
Y aclaró que cuando la perforación se realiza por primera vez se puede llegar a utilizar unos 3.000 litros cúbicos de agua. Más o menos el equivalente a dos piletas.
En ese sentido, manifestó que se emplea más cantidad en otras actividades como en la agrícola.
“Son muchos los mitos y temores que están dando vueltas sobre la fractura hidráulica. En primer lugar la profundidad en la que se realiza la estimulación evita cualquier contaminación que pueda surgir de abajo hacia arriba. Paralelamente, por las medidas de control de arriba hacia abajo, por los sistemas de transporte que se utilizan y la baja toxicidad que tienen los productos que se adicionan a la mezcla de fractura hidráulica representan un riesgo de contaminación de 0,5%”, aseguró Skalany.
Además, ” los niveles de concentración con los que se trabaja no son tóxicos, no son peligrosos y no hay posibilidad de escape porque se trabaja con sistema de localización cerrado y seco”, añadió.
“Hay cuatro organismos permanentemente en los yacimientos controlando, pidiendo documentación y evaluando a las empresas”, sintetizó Skalany.
La funcionaria detalló que los posibles impactos ambientales son controlados por la Dirección de Protección Ambiental; el recurso hídrico lo controla la policía del agua del Irrigación (organismo autónomo y autárquico); la Dirección de Hidrocarburos controla instalaciones, transporte y almacenamiento; y la Secretaria de Energía de la Nación controla todo lo que es integridad de ductos.
La Fundación del Centro Regional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Cricyt) conformada por profesionales independientes y miembros del Conicet, trabajó como organismo auditor en los procesos que se generaron en Puesto Rojas.
“Es muy probable que en los próximos procedimientos de estimulación hidráulica también sea el organismo auditor del gobierno. Porque no solo es el organismo auditor sino que también existe un convenio firmado con la Fiscalía de Estado”, referenció la directora de Protección Ambiental.