SQM es dueña del depósito de litio más rico del mundo y ya produce más del 20%de la oferta mundial y está a punto de producir mucho más. Aumentar la producción del mineral, antes sólo extraído como principal ingrediente de medicamentos para la esquizofrenia, ayudará a satisfacer la demanda aparentemente insaciable de los fabricantes de autos eléctricos.
“Entre los fabricantes de baterías hay legítima preocupación por la disponibilidad de suministro a largo plazo”, dijo Daniel Jiménez, vicepresidente de SQM que hace poco calculó que la industria necesitará una inversión en bienes de capital de US$10.000 millones a US$12.000 millones en la próxima década para satisfacer la demanda.
La luz verde para extraer mucho más litio, sumada a cambios pendientes en la estructura de propiedad, repentinamente ha puesto a SQM en la mira de varias mineras mundiales, incluido el gigante Rio Tinto Group de Londres. Entre los oferentes más agresivos figura la china Tianqi Lithium Corp., que ofreció comprar acciones de SQM con una prima del 20%, dijo este año Eduardo Bitran, ex director del organismo de desarrollo del gobierno Corfo.
“Que Tianqi posea esa participación sería otro paso hacia la consolidación general china de la industria del litio”, expresó en un correo electrónico Chris Berry, analista de metales para energía que trabaja en Nueva York y es fundador de House Mountain Partners LLC.
Christopher Perrella, analista de Bloomberg Intelligence, dice que una movida china para controlar SQM tiene sentido. “Los chinos ven a los vehículos eléctricos como un elemento tecnológico clave”, señaló. “La mayor parte de las baterías del mundo se fabrican en China y el acceso al litio tendría interés estratégico”.
Los precios del litio alcanzaron altos niveles históricos debido a la fuerza de la creciente producción de VE, y se prevé que la demanda crecerá alrededor de 12% anual durante las próximas dos décadas, según la consultora de litio de Santiago SignumBOX.