El presidente del directorio de la estatal admitió sería “poco creíble” comprometerse con plazos para la explotación.
Un nuevo capítulo se comenzó a escribir en la disputa que existe por el permiso otorgado por el Ministerio de Minería a Codelco, para explotar sus pertenencias de litio en el Salar de Maricunga.
Y es que además del recurso de amparo económico que presentó hace unas semanas en la Corte de Apelaciones Minera Salar Blanco, ligada al empresario Martín Borda, también fue al Tribunal Constitucional, el que finalmente dio trámite al recurso, en una resolución firmada por el presidente de la entidad, Iván Aróstica.
Todo esto luego que la empresa de capitales australianos y canadienses acusara que el permiso otorgado por el gobierno anterior bloquea la posibilidad de desarrollar su proyecto y que existen tintes de inconstitucionalidad en la autorización.
El eje de los argumentos presentados por la firma privada busca que se declare la resolución como contraria a la Constitución, que exige a Codelco a contar con una ley de quorum calificado para realizar actividades distintas no complementarias a la explotación de cobre.
Para las próximas semanas se espera que el Tribunal Constitucional reciba los descargos de Codelco y del Ministerio de Minería, para posteriormente citar a las partes a una audiencia, por lo que la causa alojada en la Corte de Apelaciones fue suspendida hasta que exista una resolución.
En tanto, el presidente del directorio de la estatal, Óscar Landerretche, apuntó el miércoles pasado a que si bien la intención de la Corporación es impulsar la explotación de litio, admitió que lograrlo no será muy rápido.
En su última visita a la Cámara de Diputados, explicó que “Codelco tiene una posición de desarrollar estos proyectos, pero hay que ser cautos y no prometer que esto vaya a una velocidad que no es viable, no es creíble que vaya demasiado rápido”, comentó.
El ejecutivo explicó que la empresa se encuentra en “un estado demasiado temprano”, lo que se debe a que las propiedades que mantiene en los salares de Maricunga y Pedernales, se consideraban como parte de sus recursos hídricos y nunca se evaluó explotarlos por litio o algún otro mineral.