Fue este lunes en La Rural. Estuvieron Vidal, Peña, Sturzenegger y varios gobernadores. Fuerte presencia sindical y empresaria.
La Cena Anual de CIPPEC, un clásico político y empresario, se convirtió en la noche de este lunes en la caja de resonancia del malestar de sectores del oficialismo y de la oposición con la marcha de la economía, en particular el aumento de tarifas y los preocupantes datos de inflación.
Tras las advertencias de Alfredo Cornejo, jefe de la UCR y gobernador de Mendoza -provincia donde el fin de semana hubo protestas por los tarifazos- y de Elisa Carrió, se sumaron otros dirigentes radicales y referentes sindicales.
Federico Storani, vice radical, contó el backstage de la queja que Cornejo le hizo llegar a Mauricio Macri. El ex ministro de Interior de Fernando de la Rua, comentó que el mendocino elevó un reclamo que le hicieron llegar los referentes partidarios de las provincias.
"Así como estamos vamos mal, vamos a perder en las provincias", fue el planteo que escuchó el jefe radical y extendió al presidente de la Nación. Storani compartió esos pormenores en el corro con otros dirigentes, entre ellos Gerardo Millman, segundo de Patricia Bullrich en Seguridad.
Entre los gobernadores también hubo menciones. Gustavo Valdés, flamante mandatario de Corrientes, apuntó al ministro de Energía Juan José Aranguren con quien tuvo reuniones accidentadas y a quien cuestiona porque no atiende sus reclamos por las regalías de Yacyretá. Aranguren, quizá para no tener que hablar de tarifas, pegó el faltazo.
El tema tarifas centralizó el cóctel en La Rural también para los opositores. Daniel Filmus entró sobre la hora porque, precisó, se había quedado en el bloque del FpV armando con otros diputados el pedido para una sesión especial para el miércoles con el objetivo de "congelar" las tarifas.
Otro delegado del panperonismo, Daniel Arroyo, diputado del Frente Renovador, andaba muy solicitado porque conoce la cuestión social. Planteó que las tarifas le pegan más a la clase media y cuestionó la tesis PRO de que lo que pueda perder en sectores medios, lo podría compensar en sectores bajos donde se mantiene la asistencia social. "No les va a alcanzar", aventuró Arroyo.
Además de la nutrida asistencia oficial y de gobernadores, hubo buena concurrencia sindical: Armando Cavalieri (Comercio) casi eufórico porque daba por cerrado un acuerdo con Carrefour para evitar despidos (habrá sí retiros voluntarios a 150%) y baja de salarios para unos 19 mil empleados.
Gerardo Martínez (UOCRA) y Víctor Santa María (Suterh) fueron otros de los presentes mientras que Héctor Daer (Sanidad) y Juan Carlos Schmid (Dragado), llegaron juntos. En la previa, Andrés Rodríguez (UPCN), emitió una posición diferente al clima general: "El problema no son las tarifas, el problema de fondo es la inflación núcleo", dijo el jefe del gremio estatal.
Fue la única mesa copada por gente de la misma actividad. Como en un scrum de rugby, los gremialistas solo compartieron asientos con dos periodistas del sexo femenino. Como en el acto se machacó sobre las propuestas de paridad de género, la pregunta llegó automática. "¿Por qué hay tan pocas mujeres en los sindicatos?" Daer ensayó una justificación que a ellas no les terminó de satisfacer.
Andrés Malamud, politólogo que viajó especialmente desde Lisboa, donde da cátedra, sintetizó en una frase, el efecto político del aumento de tarifas: "hambre para hoy, pan para mañana".
Cuando llegó Marcos Peña, acompañado por su esposa, la figura de más peso del Gobierno, los corrillos empezaban a desarmarse y del cóctel se pasaba a la cena de lomo macerado sobre colchón de verduras. Pasó enseguida Rogelio Frigerio, el ministro del Interior, también acompañado de su mujer. Sobre la hora, se supo que no asistiría la vicepresidente Gabriela Michetti.
El más solicitado por los poderosos empresarios que asistieron a la cena del "think tank" fue Federico Sturzenegger, titular del Banco Central, tras un día movido donde intentó explicar porqué el gobierno no acierta con sus recetas para controlar los precios. Le preguntaban sobre tasas e inflación, pero el funcionario, siempre gentil y sin perder la sonrisa, inmutable.
Del mundo de los negocios se vio temprano a Isela Costantini, el inevitable Cristiano Ratazzi, Aldo Roggio, Sergio Kauffman, Eduardo Costantini, Marcos Bulgheroni, José Urtubey, Luis Betnaza, Adelmo Gabbi y Eduardo Elsztain, entre muchos otros. Jorge D'Onofrio, presidente de River, generó palmadas y miradas duras: la grieta futbolística.
Elsztain, de IRSA, les comentaba a sus colegas empresarios lomaravillado que vuelve de cada viaje a Israel por los avances tecnológicos - sobre todo en el rubro startup- que experimenta.
Al final, el ingreso de María Eugenia Vidal -vestido negro hasta debajo de las rodillas, con transparencias- fue la figura central,sobre todo porque no asistió Macri. La gobernadora posó y contrastó con Julia Pomares, de CIPPEC, que eligió un fucsia intenso.
A la hora de los discursos, la directora de la entidad convocante en La Rural de las más de mil personas que deciden en la Argentina habló de los desafíos del futuro y los centró sobre todo en el cambio climático y la cuarta revolución industrial.
La gobernadora se quedó hasta el final, departiendo en la mesa 53 con empresarios y miembros del staff de CIPPEC. Llegó junto a su hija menor, María José Tagliaferro. Cuando le iba presentando a otros invitados, comentó: "La traje para que vea en qué se divierte su madre". La chica hizo un gesto de taparse los ojos. Pero se quedó sentadita en la mesa toda la noche, mientras una locuaz Vidal no paraba de responder inquietudes.
En la mesa 54, la principal, los directivos de CIPPEC consiguieron unir a Peña con Emilio Monzó (titular de la Cámara de Diputados), dos eternos rivales de la interna macrista. Como también estaba allí el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, las intrigas de las mesas vecinas estaban centradas en qué se estaba cocinando. Sin embargo, lo más jugoso de las charlas, según otro de los comensales, fue cuando Monzó contó cómo los diputados se pasan las largas sesiones gastándose bromas por Twitter y provocó la mirada asombrada del resto.
Vidal, Valdés, el jujeño Gerardo Morales, el salteño Juan Manuel Urtubey, el entrerriano Gustavo Bordet y la fueguina Rosana Bertone fueron algunos de los gobernadores presentes. También hubo asistencia casi perfecta de los ministros de Cambiemos. La pareja Carolina Stanley y Federico Salvai, siempre en tándem: ella funcionaria de Macri, él jefe de Gabinete de Vidal.
Francisco Cabrera, de Producción, esquivó las fotos de rigor. Y eso que sus compañeros de Gabinete le colgaron el mote de "figureti". El de Transporte, Guillermo Dietrich no dejaba de accionar su smartphone, tratando de monitorear si la UTA finalmente lanzaba o no un paro por el asesinato de un chofer en La Matanza.
No estuvieron, en cambio los ministros por estas horas más cuestionados: Nicolás Dujovne (el de Hacienda había confirmado), Luis Caputo, Jorge Triaca y Aranguren, el más mencionado en las mesas. Tampoco Oscar Aguad, que estaba saliendo de su batalla verbal en la Bicameral del ARA San Juan.
También estuvieron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta,-el primero en irse- y los diputados Mario Negri, Nicolás Massot, Facundo Suárez Lastra y Pablo Tonelli, entre otros. Por la Ciudad concurrió también el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli.
En tanto que el ministro de Gobierno porteño, Bruno Screnci, confesaba haberse enterado minutos antes de la cena por la Web de Clarín de la artillería que disparó el legislador radical Juan Nosiglia contra la reforma electoral que había elaborado junto a su equipo. "Los radicales critican justo los puntos que promueve Mauricio Macri ", dijo sobre la ratificación de la boleta electrónica y la posibilidad de unificar los comicios locales con los nacionales. Suárez Lastra, un "cambiemita" de la primera hora, trataba de calmarlo.
"Ya lo llamé a Juan para hablar", le contó, sobre su charla con el hijo del mítico Enrique "Coti" Nosiglia. "¿Qué te dijo?", le preguntó el ex coordinador radical. "Hablemos", respondió Screnci, antes de revelarle un secreto: en los 80 había sido parte de la avanzada ucedeísta que le arrebató el Centro de Estudiantes de Derecho a la Franja Morada a través de UPAU, con Juan Curutchet, otro de los presentes como titular del Banco Provincia, a la cabeza.
A la izquierda del escenario, la diputada radical Karina Banfi aceptaba una foto con su ex colega peronista Jorge Landau, que en la mesa no paraba de mandarse mensajes con su equipo de letrados que está preparando -dijo- un recurso de queja ante la Cámara Electoral, porque creen que la jueza María Servini no les va a dar la apelación por la intervención del Partido Justicialista.
Del ala peronista también dieron el presente varios intendentes del Conurbano. Uno de ellos, Gabriel Katopodis, de San Martín, se cruzó con su vecino de Tres de Febrero, el macrista Diego Valenzuela. Pero en la cena les tocaron mesas bien distantes.
De la política de otros tiempos, pero bien activos en otros menesteres, se los vio al ex canciller delarruista Adalberto Rodríguez Giavarini (siempre al frente del CARI), y al ex ministro de varios gobiernos peronistas León Arslanian, defensor de la ex procuradora Alejandra Gils Carbó. Muy solicitada estuvo Graciela Fernández Meijide, otra ex ministra de la Alianza y defensora de los derechos humanos, ahora en el Club Político Argentino.
Los "lilitos" Fernando Sánchez -secretario de la Jefatura de Gabinete- y Maximiliano Ferraro -legislador porteño- llegaron separados, pero se fueron junto, explicándole a un inversor extranjero algunas de las últimas estocadas de la ausente Elisa Carrió a su propio Gobierno. "Ella es así", comentaban a coro, y el joven especialista en software los tranquilizaba en su entendible spanglish: "Mi conocer a la doctora".
Piden también más controles a las empresas. Cristina Kirchner presentó un proyecto de ley contra los aumentos.
Los socios políticos del gobierno de Mauricio Macri, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica, quieren que se le ponga freno a los ajustes en las tarifas de servicios públicos, y piden defender más a la clase media, que sería la mayor perjudicada en medio de un costo de vida que aún no se puede bajar.
Así la diputada nacional y cofundadora de Cambiemos, Elisa Carrió, junto a pares del radicalismo, quieren presentar un proyecto de resolución en el que pedirán informes al jefe de Gabinete, Marcos Peña, respecto de la aplicación de los aumentos de las tarifas de los servicios públicos por parte de las empresas prestatarias, y los controles realizados por los entes reguladores y el Poder Ejecutivo.
El proyecto pretende saber si existe un manual de normas y procedimientos, si los entes reguladores controlan y de qué forma, y que las empresas apliquen el cuadro tarifario en forma debida, según se informó en un comunicado.
A través de la iniciativa, la diputada de la CC también solicitará información para saber si se han detectado errores de facturación y los porcentajes de reclamos durante los años 2016, 2017 y 2018, además de conocer el plan de obras en detalle y su grado de ejecución.
La líder de la Coalición Cívica intenta conocer también qué incidencia tienen en lo facturado y cuál es la asignación presupuestaria por el subsidio de energía.
En el proyecto, Carrió pedirá que las autoridades de las empresas de energía eléctrica y gas natural, como así también las de las cooperativas eléctricas de las provincias, se presenten ante Comisión de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia de la Cámara de Diputados, para brindar explicaciones sobre el tema.
No es la primera vez que Carrió sale a criticar con dureza los aumentos tarifarios. En marzo de 2016, en los primeros meses de Macri al frente del Ejecutivo, de “brutales” los ajustes en el agua, la luz el gas y el transporte.
Mientras los dirigentes radicales, según trascendió, creen que al menos el 30 por ciento de las subas tarifarias se usan para terminar con los juicios realizados por las empresas por la falta de actualización en los costos, y no solamente como parte de la estrategia oficial para bajar el rojo fiscal eliminando subsidios.
Ya a comienzo del mes hubo tensión en un almuerzo entre la cúpula de la UCR y el Gobierno, en un encuentro en la Rosada del que participó el propio Macri. La voz del partido centenario fue la de su presidentes y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, quien planteó con fuerza el reclamo contra el alza de tarifas en los servicios públicos, los cuales impactan fuerte en la inflación.
Por su parte, la senadora nacional Cristina Kirchner presentó ayer un proyecto de ley para que el Gobierno suspenda por dos años los aumentos en las tarifas de los servicios públicos de electricidad, gas por redes y agua corriente para usuarios residenciales, pymes y cooperativas de trabajo y retrotraiga su costo al 1 de enero de 2017.
En la iniciativa, difundida tras el anuncio de la cofundadora de Cambiemos, Elisa Carrió, de presentar otro proyecto tendiente al control del aumento de tarifas, la ex presidenta propone crear en el ámbito del Congreso un Comité Nacional de Emergencia Tarifaria con el objetivo de “supervisar, controlar e implementar la ley”.
“Además de estas medidas urgentes para cuidar el bolsillo de los argentinos y argentinas ante el brutal ajuste de tarifas, realizamos una propuesta para resolver el problema de fondo mediante una Revisión Tarifaria Integral”, explicó la senadora en su cuenta de Twitter. Según especificó, el Comité “buscará adecuar los cuadros tarifarios vigentes con el objetivo de alcanzar tarifas justas y razonables y reparar el descontrol que armó el Gobierno”. En el caso de las pymes y a las cooperativas de trabajo -agrega- el beneficio se aplicará “siempre y cuando no despidan ni suspendan trabajadores y trabajadoras, sin justa causa, hasta el 31 de diciembre de 2019, sin importar su modalidad contractual”.
El bloque de diputados nacionales del FpV-PJ, junto a otros bloques parlamentarios, pedirá en las próximas horas una sesión especial para mañana, a las 11, con el fin de tratar los numerosos proyectos que proponen congelar las tarifas de los servicios públicos y retrotraer los precios a diciembre de 2017.