Petrobras anunció la firma de un contrato por 320 millones de dólares junto al conglomerado industrial estadounidense General Electrics (GE) para el suministro de equipamientos y servicios de mantenimiento para termoeléctricas durante los próximos cuatro años, informó hoy la compañía.
Petrobras aseguró que el contrato servirá para el mantenimiento de once centrales termoeléctricas, que suman una capacidad instalada de 4,3 gigavatios, o cerca del 80 por ciento de la capacidad total de la petrolera. El contrato será también el mayor negocio de GE en América Latina.
Los servicios previstos incluyen inspecciones, reparaciones y suministro de piezas para 20 turbinas a gas, además de 23 turbinas de gas aeroderivadas, tres máquinas de vapor y 13 generadoras para las termoeléctricas, que operan desde 2001, dijo Xinhua.
Según Petrobras, el acuerdo debe servir para ahorrar hasta un 25 por ciento en los costes operacionales y de mantenimiento de las centrales.
El contrato se engloba dentro de la política de venta de activos y reducción de costes de la estatal brasileña, la petrolera más endeudada del mundo y que cerró 2017 con unas pérdidas de 446 millones de reales (137 millones de dólares) en 2017, con lo que encadenó el cuarto año seguido en números rojos.
En 2017, la estatal redujo su deuda líquida hasta los 84.871 millones de reales (26.115 millones de dólares), el menor valor desde 2012, y aumentó el plazo medio de vencimiento de 7,46 a 8,61 años.
La estatal logró recaudar 6.400 millones de dólares con su programa de desinversiones en 2016 y espera captar hasta 21.000 millones de dólares entre 2017 y 2018 con la venta de activos.
Petrobras, mayor empresa de Brasil, busca recuperarse de la gran red de corrupción descubierta en su interior y que desvió miles de millones de dólares al menos entre 2003 y 2013. El entramado lo formaban políticos, altos cargos de la petrolera y empresarios, que amañaban y se repartían los contratos.