La presa hidroeléctrica proveerá luz para 130.000 usuarios, 32% más de lo que hoy tiene toda la provincia. Demandará 5 años de trabajos y empleará a 8.000 personas.
El Gobierno provincial pone todas las fichas para acelerar la construcción de una megaobra archiprometida como es la presa hidroeléctrica Portezuelo del Viento; porque implica la oportunidad de aumentar en un tercio la provisión de energía eléctrica y porque acerca Mendoza a la posibilidad de ser nuevamente una provincia autosustentable en provisión energética y alcanzar el objetivo mayor: volver a exportar energía eléctrica para el año 2020, condición que se perdió hace más de seis años como consecuencia de mucho tiempo de desinversión.
Cuando la presa hidroeléctrica esté funcionando tendrá posibilidad de proveer energía al Sistema Eléctrico Interconectado para abastecer a 130.000 usuarios más. Teniendo en cuenta que hoy en Mendoza hay 400.000 usuarios del servicio domiciliario, el aporte implica alrededor de un tercio más de energía.
La semana pasada se hizo la audiencia pública en Malargüe avanzando en un paso clave para hacer el llamado a licitación y finalmente poner manos a la obra en este megaemprendimiento.
Meses antes, en enero, se dio un impulso político crucial cuando el presidente Mauricio Macri resolvió a favor de Mendoza en el conflicto planteado por La Pampa, que se opone al proyecto esgrimiendo que reducirá el escurrimiento del río Grande aguas abajo, perjudicando a los pampeanos.
Hace 15 años que la provincia no inaugura una obra hidroeléctrica de envergadura. La última fue Potrerillos, en el 2003. Pero Portezuelo es significativamente más grande. El embalse supone cuatro veces el lago de Potrerillos.
Portezuelo permitirá la regulación de las aguas del río Grande, el más caudaloso de la provincia. El proyecto se levantará en Malargüe, a 20 kilómetros de la localidad de Las Loicas y a media hora de la ciudad cabecera del departamento.
Además de la producción energética, la obra suma otros beneficios. Permitirá un mejor aprovechamiento del agua para uso agrícola y ganadero, no sólo para el Sur provincial sino también para La Pampa, y además supondrá una oportunidad para crear un polo turístico en la zona en torno de su perilago, porque tendrá excelente conexión desde la ciudad de Malargüe.
El ministro de Energía, Infraestructura y Economía, Martín Kerchner, resumió: "Portezuelo del Viento es la oportunidad de sacar a todo el Sur provincial de un largo letargo. Por eso, el gobernador Alfredo Cornejo priorizó la obra. Junto con los equipos de Economía, Ambiente y la UNCuyo, hemos logrado que el proyecto desarrolle todos sus aspectos: la relocalización de Las Loicas, la construcción de dos nuevos tramos de las rutas 145 y 226, el desarrollo de una línea eléctrica que transporte la energía y la de la obra de la represa en sí misma. Por todo esto, podemos decir que Portezuelo avanzó en estos dos años como no lo había hecho antes y está cada vez más cerca de licitarse".
El subsecretario de Energía, Emilio Guiñazú, sostuvo: "Este tipo de proyectos son fundamentales. El Estado deber planificar porque esto es la columna vertebral de la política energética. La gran fortaleza que tiene este tipo de proyectos es que permiten estabilizar el costo de la energía en el largo plazo, porque permiten la generación de energía en forma económica y eficiente desde lo ambiental, porque la generación de energía hidroeléctrica no gasta ni un gota de agua, sólo la usa", diferenció Guiñazú. "Durante más de 15 años no se planificó ningún proyecto, por eso ahora estamos en una situación absolutamente endeble. Históricamente Mendoza inauguró una presa hidroeléctrica cada cinco años, pero en los últimos 15 años no se concretó ninguna. Mientras, en ese mismo período San Juan hizo tres represas, garantizando una capacidad de almacenamiento de agua que hoy nosotros no tenemos", comparó el funcionario provincial.