La explotación de arenas silíceas de Chubut, para su uso en la explotación de recursos no convencionales de Vaca Muerta, redunda en un negocio que por ahora enfrenta a petroleras –empecinadas en bajar costos- con transportistas, dirigentes sindicales y dueños de canteras –cuya meta es sostener la alta tasa de rentabilidad actual-, pero en el que el Estado vuelve a ser el “socio bobo”.
Mientras el costo de cada unidad puesta en la meca del shale gas asciende a 220 dólares por tonelada, el erario público sólo recauda hoy 16 centavos de pesos por cada una de esas toneladas. El ministro de Hidrocarburos de Chubut, Martín Cerdá, confirmó ante la consulta de ADNSUR que se busca elevar el canon hasta un valor del orden de los 15 pesos por unidad, aunque la cifra seguiría siendo exigua frente a un negocio potencial que este año podría superar los 110 millones de dólares.
Desde el comienzo, la explotación de arenas silíceas –un mineral necesario para realizar las fracturas en la roca de áreas no convencionales- fue motivo de polémica en Chubut. Ello no impidió que el negocio avanzara, posibilitando la explotación de un recurso natural muy necesario para seguir extrayendo gas en áreas no convencionales, pero sin que esto se refleje en las deprimidas arcas de la provincia.
Esto incluyó desde la exigencia para montar una planta industrializadora en Dolavon como condición para habilitar la actividad, algo que no resultó viable por las características del mineral (de primera calidad, pero que admite un bajo nivel de tratamiento previo a su inyección en el pozo), hasta la explotación en términos de actividad de cantera como la que se da actualmente.
Lo cierto es que la explotación comenzó y el negocio se lo disputan actores privados, pero el Estado provincial quedó con escasa participación en esa disputa.
En efecto, las operadoras petroleras amenazan hoy con bajar la demanda a la arena de Dolavon y adquirirla en Entre Ríos, de característica similar aunque con mayor incidencia en el costo de transporte (de hecho, hoy la producción se compra a ambas provincias), ya que sostienen que los valores actuales, de 220 dólares por tonelada, hacen “inviable” el negocio.
Así lo refleja un informe del sitio especializado EconoJournal, que describe en detalle la tirantez entre operadoras, empresas propietarias de las canteras que contienen el mineral y los actores transportistas: una puja en la que quedan involucrados operadoras petroleras, frente a las empresas productoras (Arenas Patagónicas y La Porfía) y transportistas, entre las que se menciona a SGA, vinculada a Vientos del Sur, de Pablo Pires.
En dicho informe se deja trascender que el consorcio también tendría vinculación con el líder camionero Jorge Taboada, algo que el mismo diputado nacional por Chubut se encarga de desmentir ante la consulta de dicho medio.
En diálogo con EcoJournal, Taboada, que también es diputado nacional por Chubut Somos Todos (ChuSoTo) reconoció que el gremio es uno de los principales actores en juego en el negocio. “Nosotros (por el gremio de Camioneros) nos metimos en el negocio de la arena porque entendemos que es la única forma de generar algún valor agregado para la provincia”, aseguró.
En concreto, la disputa allí está dada por los costos del transporte (que las operadoras señalan que asciende a 90 dólares por tonelada y pretenden pagar 50, mientras las transportistas dicen que no supera los 65). La pregunta que formuló esta agencia a los responsables de los recursos mineros fue: frente a este negocio, ¿cuánto le queda a Chubut?
El ministro de Hidrocarburos, Martín Cerdá, reconoció ante esa consulta que el monto percibido actualmente por la provincia es prácticamente irrisorio. Según datos oficiales del Ministerio, que conduce también el área de Minería de la provincia, el año pasado salieron alrededor de 260.000 toneladas de arena hacia Vaca Muerta.
Como el canon vigente, en base a una normativa del año 96, resulta de aplicar un 5% al valor boca de mina, sobre un monto fijado en $3,23 por tonelada, el resultante es un valor de 16 centavos (de peso) por cada tonelada. Así, frente a las 260.000 toneladas explotadas el año pasado, el ingreso de la provincia fue de 41.600 pesos en todo el año. Vale recordar que puesto en Vaca Muerta, ese tonelaje tuvo un costo total de 57,2 millones de dólares.
El proyecto en el que trabaja el Ministerio para actualizar el canon apunta a llevar el valor boca de mina a 300 pesos por tonelada, por lo que el canon del 5% representaría 15 pesos por cada unidad. Mientras este año se proyecta elevar la producción a un volumen cercano a las 500.000 toneladas, el ingreso provincial llegaría hasta los 7,5 millones de pesos: una cifra claramente superior a los valores actuales, pero que sería inevitablemente baja frente a los 110 millones de dólares que significará esa cantidad puesta en Vaca Muerta.
Toda una paradoja: la arena silícea de Chubut, que las operadoras amenazan dejar de comprar si no bajan los costos del transporte, deja muy poco a esta provincia y se transforma en un subsidio indirecto a favor de Neuquén,contribuyendo a mejorar la ecuación y explotación que sigue siendo una “aspiradora de inversiones” a favor de aquella región, en detrimento de la cuenca del golfo San Jorge.