El alza de los aranceles podría reducir las exportaciones de China a Norteamérica, afectando la demanda de la industria por el commodity, dijo el vicepresidente ejecutivo de la comisión, Sergio Hernández.
La industria del cobre en Chile está adoptando una postura de cautela ante nuevas inversiones debido a la volatilidad de los precios y el riesgo de un deterioro en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China que podría restringir la demanda por el metal.
La gubernamental Comisión Chilena del Cobre, Cochilco, no ha realizado cambios significativos en su lista de proyectos a diez años desde que los actualizara en agosto, dijo el vicepresidente ejecutivo Sergio Hernández durante una entrevista con Bloomberg en Santiago. La agencia está manteniendo inalterada su proyección trimestral para el precio del cobre este año por primera vez en casi dos años.
“El alza de los aranceles podría llevar a una disminución de los productos chinos que se dirigen al mercado de América del Norte, con un potencial de menor demanda de cobre por parte de la industria china”, dijo Hernández. “Para el próximo mes, las compañías mineras estarán observando si esto termina en una guerra comercial total o no”.
Cochilco continúa estimando que el cobre promediará US$ 3,06 la libra para el año, la primera vez que ha mantenido su proyección sin variación desde julio de 2016. También pronostica un déficit global de 175.000 toneladas métricas en 2018, sin variación respecto de su última estimación en enero. Cochilco espera que Chile, el mayor productor de cobre del mundo, produzca alrededor de 5,7 millones de toneladas si no hay importantes interrupciones laborales este año.
Los proyectos de inversiones mineras a diez años en Chile crecieron a US$ 65.000 millones en agosto y el país ha comenzado a ver señales de una recuperación de las inversiones en los últimos meses. Las compañías están aumentando las solicitudes de permisos ambientales y avanzan en las etapas iniciales de proyectos, pero probablemente se mantendrán cautelosas por ahora, dijo Hernández.
“El mercado ha entendido que el ciclo ha mejorado, pero estos últimos signos sugieren que el entorno se mantendrá cauteloso”, dijo. “Aun así, la caída en los precios de los últimos días es circunstancial, las señales a largo plazo son todas positivas”.
El cobre ha salido de una dolorosa caída de las materias primas para alcanzar a fines del año pasado máximos de cuatro años a medida que repuntaba el crecimiento económico mundial. El metal ha caído desde entonces a medida que crecen los inventarios en bodegas y la administración Trump establece planes para castigar a las importaciones chinas, lo que ha generado medidas de represalia.
Hernández dijo que los inversionistas que buscan adquirir minas también están adoptando una postura de espera y la agencia no espera ver grandes acuerdos en el corto plazo. “Esta es la consecuencia natural de un mercado prudente”, dijo Hernández. “Los propietarios de las minas están buscando y el panorama no está para nada claro en el corto plazo. Pero es favorable en el largo plazo”.
