Una increíble pelea surge entre dos grandes empresas por los surtidores para autos eléctricos
El mundo cambia, de a poco, hacia un nuevo paradigma en el transporte que debe pasar de la propulsión a combustibles fósiles a los renovables. No se trata de un traspaso fugaz sino que llevará mucho tiempo concretar una transición que en la Argentina, ya genera enfrentamientos entre pesos pesados de la industria.
Desde el año pasado, YPF inauguró sus primeros surtidores eléctricos en el barrio de Palermo y en la Autopista Buenos Aires La Plata, pero pese a que aún no hay clientes para el servicio, ya comenzó la guerra entre dos firmas claves para la estructura energética del país.
Luego de que la petrolera argentina instalara sus surtidores eléctricos, Edesur rápidamente solicitó que se le prohíba la comercialización de energía eléctrica, ya que ellos tienen vigente un contrato de exclusividad para distribuir electricidad en dicha zona, en este caso, Palermo. Ahora, será el Ministerio de Energía el que deba interceder en la discusión, básicamente, la misma dependencia que debe también fijar la tarifa que deberán cobrar los surtidores a los usuarios de vehículos eléctricos.
Vale aclarar que pese a la tendencia en otras capitales mundiales, en Argentina el negocio del transporte eléctrico aún ni comenzó. Sin embargo, Edesur ya anticipó su defensa porque entiende que si YPF vende "electricidad" se está metiendo con su negocio. De hecho, de explotar el negocio, serían miles las bocas de expendio de energía en manos de YPF. Pero hay más: la controlante de la empresa eléctrica es uno de las grandes jugadores de ese negocio en Europa, con lo cual el interés es altamente sensible.
Según Edesur, en su carta enviada al ENRE -el ente regulador eléctrico- “nadie puede vender ni subdistribuir en cualquier forma la energía eléctrica que la distribuidora suministre”. Quiere decir, sencillamente, que YPF no puede tomar energía de la red y vendérsela a sus clientes. Desde la petrolera, en tanto, creen que esta es una mirada monopólica y aseguran que cuando llegue el momento, nada hará peligrar su nueva unidad de negocios.
Como cierre, nada mejor que ir un poco más allá y entender el negocio desde más arriba: Edesur es una empresa que está bajo el control de la italiana Enel, pero a su vez participa de su capital social Nicolás Caputo, el mejor amigo del presidente Mauricio Macri. E YPF está bajo control del Estado, que tiene el 51% de participación. Y el Ministro de Energía, Aranguren, antes en Shell, es un factor clave en el mercado energético.