Presidente de la compañía, Fernando Reitich, en carta a sus accionistas: Opinó que la industria siderúrgica no es “una más”, ya que tiene un carácter estratégico. Destacó que en el País del Norte se liga con la seguridad nacional.
Una visión crítica de cómo las autoridades nacionales han enfrentado la importación de acero que competiría de manera desleal con la producción nacional entregó el presidente del Grupo CAP, Fernando Reitich. La compañía, dueña de la siderúrgica Huachipato, se ha visto afectada por supuestas distorsiones de mercado que llevaron a este activo -dijo el ejecutivo- a una “posición vulnerable”.
En su carta a los accionistas contenida en la memoria 2017 de la empresa, recordó que el sector siderúrgico se acercó al gobierno para “corregir las distorsiones al comercio” y que muchos países han aplicado medidas recomendadas por la misma Organización Mundial del Comercio (OMC).
“En el caso de Chile, sin embargo, la timidez y la demora con las que estas herramientas legales fueron implementadas, junto a la negativa de defender a la cadena de valor, han hecho que estas resulten poco eficaces”, dijo.
Reitich recalcó que “la industria siderúrgica no es ‘una más’, ya que tiene un carácter estratégico que depende de cada país”.
En este sentido, destacó la relevancia que en otras naciones se le da al sector, protegiendo a las empresas locales. “En los Estados Unidos se le ha llegado a ligar con la seguridad nacional, invocando la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de ese país”, sostuvo.
Agregó que las características sísmicas de Chile, los requerimientos constructivos específicos para enfrentar esta condición y la relevancia de la minería “hacen que los insumos de acero, en al menos estas industrias, justifiquen una visión que valore la relevancia de un productor local y confiable”.
Respecto de la situación de la siderúrgica Huachipato, señaló que han estado tomando medidas, y no descartan, por ejemplo, desarrollar proyectos habitacionales en terrenos que pertenecían a esta compañía. “Hemos comenzado una etapa final de definición del negocio con acciones muy concretas”, señaló Reitich. En particular, recordó la decisión de escindir los activos de la compañía que “no son propios de la producción siderúrgica con una visión para su utilización en otros negocios del Grupo (potencialmente, ventas de terrenos industriales, desarrollos habitacionales, almacenamiento, distribución, etc.)”.
Comentó que la compañía también ha identificado actividades complementarias que podrían desarrollarse en las instalaciones de la siderúrgica.
Estas medidas se toman pese a la reciente reversión de las pérdidas de caja de CAP Acero, ya que -explicó Reitich-, estas “se deben más a factores exógenos que han morigerado la importación de productos de acero, principalmente por la creciente demanda interna de China y Brasil (…) Esto, sin embargo, es un equilibrio muy frágil e inestable, y aun así hace de CAP Acero una operación de una rentabilidad muy marginal, particularmente en relación al portafolio de proyectos del Grupo CAP”, recalcó el ejecutivo en su primera misiva a los accionistas tras reemplazar a Roberto de Andraca.
