China anunció ayer la imposición de aranceles comerciales a un conjunto de 128 productos estadounidenses como respuesta a las tarifas de Washington sobre las importaciones de acero y aluminio chinos. Analistas temen que el conflicto comercial entre ambas potencias mundiales siga escalando y termine profundizando su impacto sobre la cotización del cobre, que venía en franca recuperación.
Guillermo Araya, gerente de Estudios de Renta4, advirtió que la cotización internacional del cobre ya se ha ido ajustando de acuerdo a las expectativas de menor demanda proveniente de China. “El precio bordeó los US$3,4 la libra y hoy ya está en US$2,99, y eso se debe a que de una u otra forma el precio está recogiendo el temor y la volatilidad que genera este posible conflicto”, dijo.
No obstante, Araya sostuvo que hay elementos para pensar que el precio del metal rojo podría mantenerse estable.
“El tipo de cambio del dólar está en un nivel levemente superior a los $600, y en épocas de turbulencias o de menor crecimiento esperado esa moneda debería estar en el rango de los $620 y $630. Eso puede ser porque los actores están viendo que China mantendría un crecimiento relativamente estable y esto afecte más a Estados Unidos”.
Y esa es -según Araya- una interpretación que también vale para la apreciación que ha tenido el Euro respecto de la moneda norteamericana. El analista recordó además que China cambió su estrategia de crecimiento hace algunos años, enfocándose en la demanda interna más que en sus exportaciones.
De cualquier forma, advirtió que hay que mantenerse atentos a la evolución que vaya teniendo esta disputa. “Trump es como un jugador de póker, uno no sabe cuando está hablando en serio. Suele tirar vía Twitter un golpe fuerte y después negocia. A méxico y Canadá les dijo que iba a aplicar un arancel de 35% al hierro, pero ahora tiene a su gente negociando un TLC”, concluyó. Dinamismo
Omar Larré, director ejecutivo de Fintual (empresa de inversiones) aseguró que una guerra comercial entre China y Estados Unidos disminuiría el nivel y dinamismo del comercio global, por lo que los precios de commodities industriales tales como el cobre se ven directamente afectados.
“El cobre además se ha hecho conocido en las últimas décadas por tender a reflejar el desarrollo macroeconómico global (de ahí su apodo de Doctor Copper por parte de varios analistas, haciendo referencia a que tiene un doctorado en economía) por lo que el miedo a una guerra comercial impactó directamente su precio durante marzo, cayendo 6,6% respecto del cierre del año 2017”, dijo.
Según él, este “miedo” por la guerra comercial ya está internalizado en el precio actual, “por lo que para ver mayores bajas tendríamos que seguir recibiendo malas noticias, tales como una escalada aún más agresiva en la guerra comercial. Esperemos que, por el contrario, esto sólo marque el inicio de acuerdos de tarifas más justas o equilibradas entre ambos gigantes”. Riesgo
Respecto de la decisión anunciada ayer por el gigante asiático, ésta es vista por los mercados externos como un incremento en el riesgo de estallido de una “guerra comercial” entre ambas potencias.
A través de un comunicado publicado en su sitio, el Ministerio de Comercio chino confirmó lo que llevaba días advirtiendo: el establecimiento de un arancel del 15% para un conjunto de 128 productos (entre ellos la fruta) y del 25% para productos porcinos y relacionados procedentes de Estados Unidos.
Todo ello, según la agencia de noticias EFE, pese a que Beijing ha insistido, durante las últimas semanas, en su deseo de que se “calmen las aguas” para evitar una “guerra comercial” que, en su opinión, dañaría a ambas partes.
La medida entró en vigor ayer y es una respuesta a los aranceles estadounidenses sobre el 25% en las importaciones de acero y del 10% en las de aluminio procedentes de China que fueron anunciados hace unas semanas. Y también a la imposición, unos días después, de aranceles por hasta US$60 mil millones anuales por supuestos atentados a la propiedad intelectual estadounidense.
La disputa entre Estados Unidos y China supone un riesgo para la economía chilena, si bien aún no es posible cuantificar su impacto, advirtió ayer Mario Marcel, presidente del Banco Central.
“Por supuesto que es una situación que nos tiene que preocupar”, aseguró tras presentar el Informe de Política Monetaria (Ipom) de marzo en el Senado.