Recrudece la disputa entre el campo santacruceño y el gobierno nacional con motivo del proyecto de expansión del Parque Nacional Patagonia, al cual la Jefatura de Gabinete de la Nación promueve extender hasta el límite con Chile para unir con la reserva homónima en Chile, donde recientemente la familia Tomkins donó tierras al Estado para la preservación natural.
Desde fines del año pasado, la Nación presiona a Santa Cruz para que sancione una ley provincial que habilite la mayor superficie para el área protegida, pero diferencias de criterios y pujas políticas han bloqueado la iniciativa. El 29 de diciembre, la Legislatura decidió no votar la ley para transferir territorio a la jurisdicción nacional para poder ampliar en 500.000 hectáreas el parque y devolvió el proyecto a comisiones.
El último capítulo del conflicto han sido las tensas reuniones enrtre ruralistas y autoridades nacionales después de la dura carta que dirigió la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS) al millonario y filántropo suizo Hansjörg Wyss.
Con la firma de Mariela Arias, el diario La Nación publica hoy que la reunión, ocurrida el lunes pasado, fueron parte los ministros de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y de Ambiente, Sergio Bergman, representantes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), de la FIAS, de Parques Nacionales, y otros referentes de Cambiemos en la Patagonia.
A partir que se conoció la iniciativa de ampliación del PNP, empezaron los cuestionamientos de parte de los productores y de sus asociaciones. En forma directa la ampliación del Parque afectaría a 40 productores rurales y a sus familias. Hoy el PNP tiene 52.800 hectáreas. En diciembre pasado, por presión de los productores se frenó en la Legislatura provincial el proyecto que aprobaba la ampliación del Parque Nacional en 500.000 hectáreas.
Entre los puntos abordados en la última reunión realizada en el Ministerio de Agroindustria, y sobre los que se podría ampliar en las próximas semanas en la provincia, se puso en debate acotar el tamaño de la ampliación del Parque, por lo tanto, disminuir las hectáreas a expropiar.
También surgió la propuesta de cambiar el rango de Parque a Reserva Nacional, que plantee un sistema de convivencia entre la conservación y la producción ganadera.
"Es fácil promover estas cosas cuando uno no tiene nada que perder. Cuando no hay una historia familiar de generaciones que te arraigue a un sitio, no por la renta que genere. Mucha gente realmente, soberanamente, hace patria solo por vocación y legado familiar. Gente que hace 130 años es custodio de esas tierras", dijo a este diario un productor santacruceño sobre la ampliación del Parque.
Tras un artículo en LA NACION Revista que revelaba que el multimillonario suizo Hansjörg Wyss era el filántropo que estaba dispuesto a comprar 500 mil hectáreas en Santa Cruz para ampliar el Parque Nacional Patagonia, la FIAS le envió una carta abierta a Wyss donde le pide detalles sobre el proyecto de ampliación. La entidad cuestiona el acelerado proceso para la expropiación de las tierras y plantea la falta de un plan de desarrollo.
En uno de los párrafos los productores señalan: "Funcionarios de APN hablaron de las 'obvias' bondades que generaría este mega-parque ampliado, pregonando una explosión de turismo que cambiaría el rumbo del desarrollo regional, siempre y cuando se cumpliera una condición excluyente: este proyecto debía transferirse durante 2017, pues una supuesta donación de vuestra parte de unos 85 millones de dólares ponía fecha de vencimiento a la oferta´".
En la carta los productores indican que recibieron distintos argumentos para la ampliación del parque y que luego del artículo periodístico a Wyss "nos enteramos que Ud. fue el ideólogo y que solo le llevó 30 minutos bosqejar lo que sería el mega parque; imaginamos que a codiciosos operadores y ONG's no les debe haber llevado más de 15 minutos convencerlo de lo ambientalmente irresponsables que hemos sido los pobladores de esta zona."
En la misma misiva ponen en dudas que la ampliación del PNP conlleve desarrollo turístico a la región. "Lamentablemente, los 7 parques Nacionales tampoco han cumplido con el desarrollo del turismo en la provincia: el Parque Los Glaciares creció gracias al aeropuerto del Calafate; los Parques Perito Moreno, Bosques Petrificados y Monte León, no son visitados por casi nadie. Este último en particular, borró 62.000 hectáreas de tierras productivas y las playas de visita de los pobladores de Piedrabuena y Puerto Santa Cruz."
La carta cayó mal en la Administración de Parques Nacionales (APN). "Nosotros dialogamos; desde Parques, desde los Ministerios de Agroindustria y Ambiente hemos incorporado puntos y cambios de la ley que nos solicitaron los ganaderos, y seguiremos dialogando, pese a estas agresiones y falta de respeto como lo fue esta carta", sostuvo a LA NACION Emiliano Ezcurra, vicepresidente de la Administración de Parques Nacionales y quien ha encabezado varias reuniones sobre el tema tanto en esta provincia como en Buenos Aires.
Ezcurra resaltó la importancia de las donaciones para la creación de Parques Nacionales en la Argentina y remarcó que la donación de Wyss es similar a las que antes hizo el Perito Francisco Moreno, la familia Blaquier, Douglas Tompkins, la empresa Danone y el mismo Wyss, para crear distintas áreas protegidas.
Sobre la carta, comparó las expresiones de la FIAS con las que tuvo el piquetero Luis D'Elia contra Tompkins cuando intentaba bloquear las donaciones de tierra en el Iberá. "Antes eran tierras privadas y hoy son patrimonio público", afirmó Ezcurra.
El funcionario descartó que el abandono de estancias o la baja de la actividad productiva que se registró en la provincia en las últimas décadas sea responsabilidad de Parques Nacionales.
"Administramos menos del 3% de la superficie de la provincia y nos acusan de todo. Nos entristece mucho estas expresiones pero vamos a seguir trabajando coordinadamente con los Ministerios de Agroindustria y Ambiente", indicó.
La carta de la Federación de Instituciones Agropecuarias de SanTa Cruz (FIAS) a Hansjörg Wyss, multimillonario suizo que ya compró y donó 500.000 hectáreas de la Argentina para su conservación.
Estimado Mr. Wyss:
Finalmente y gracias a una nota periodística, estamos gratamente complacidos de saber de Ud. y quizás pueda arrojarnos luz sobre el controvertido proyecto de Ampliación del Parque Nacional Patagonia (PNP) en la meseta del lago Buenos Aires y alrededores. Desde el año 2017 toda la comunidad soporta una inusitada presión nacional para que el actual Parque de 52.000 hectáreas se aumente sin mayor razón a 500.000, dibujado en un mapa de centenarias tierras productivas que se transfieren para siempre a la Nación bajo la órbita de la Administración de Parques Nacionales (APN), sin siquiera haber hablado previamente con sus ocupantes. Para hacer esto elaboraron un desprolijo, ambiguo y malintencionado proyecto de ley, ingresándolo en la legislatura provincial para su acelerada aprobación.
Funcionarios de APN hablaron de las “obvias” bondades que generaría éste mega-parque ampliado, pregonando una explosión de turismo que cambiaría el rumbo del desarrollo regional, siempre y cuando se cumpliera una condición excluyente: este proyecto DEBÍA transferirse durante 2017, pues una supuesta donación de vuestra parte de unos usd 85 millones ponía fecha de vencimiento a la “oferta”.
Las inexplicables presiones permanentes sobre los legisladores, el apuro sospechoso y principalmente las preguntas sin respuesta, hicieron que los diputados lo rechazaran por unanimidad el pasado 29 de diciembre. Como dijeran entonces con sentido común, algo cedido a perpetuidad merece un análisis pormenorizado y a conciencia.
Los argumentos esgrimidos para tamaña ampliación fueron sucesivamente el Macá Tobiano, la escasa proporción de superficie protegida, luego un gran proyecto turístico, mas tarde la restauración de todo lo que los productores y chachareros devastamos durante 130 años, y posteriormente el Parque Bi Nacional con Chile. Al final nos enteramos que Ud. fue el ideólogo y que solo le llevó 30 minutos bosquejar lo que sería el mega parque; imaginamos que a codiciosos operadores y ONG’s no les debe haber llevado más de 15 minutos convencerlo de lo ambientalmente irresponsables que hemos sido los pobladores de esta zona.
Vuestra donación dicen, se canaliza a través de la Fundación Flora y Fauna (FyF), con muy estrechos vínculos en Parques Nacionales. A todo esto, el Parque Nacional Patagonia ya creado en 2015 por los mismos actores, aún no ha cumplido la ley actual y sus tres Cargos obligatorios: Mensura, Plan de Manejo y Alambrados. Así y todo hoy mismo FyF sigue comprando más tierras sin un límite conocido y con procederes poco trasparentes
. En muchos casos, hostigando a quienes por tercera o cuarta vez se niegan a vender su casa. Esas tierras en manos productivas, están en estado de conservación permanente, aunque no quiera entenderse así. Casi nadie ha transitado por allí arriba por centurias. La exposición anual de esas lagunas y pájaros con el trabajador rural u ovejero, no suman 8 horas al año. Hoy con permanentes visitas de fotógrafos, investigadores y científicos esas aves llevan miles de horas de disturbio acumuladas.
Aquí la ciudadanía cree en el potencial turístico de su región. Todos sabemos que ese crecimiento solo vendrá si primero se invierte en una sólida infraestructura acorde: luz, gas, agua, internet, caminos en condiciones y asfalto, hotelería, aeropuertos, servicio regular de aviones, y otras tantas cosas que faltan en la zona. Lamentablemente los 7 parques Nacionales tampoco han cumplido con el desarrollo del turismo en la provincia: el Parque Los Glaciares creció gracias al aeropuerto del Calafate; los Parques Perito Moreno, Bosques Petrificados y Monte León, no son visitados por casi nadie. Este último en particular, borró 62.000 hectáreas de tierras productivas y las playas de visita de los pobladores de Piedrabuena y Puerto Santa Cruz. La nefasta consecuencia fue el abandono de decenas de campos generando pérdidas anuales de más de 15 millones de dólares y cientos de puestos de trabajo perdidos.
Convivencia y Respeto son dos condiciones sociales básicas. Eso no está en el lenguaje que transmite la Fundación F y F: un aura de soberbia y prepotencia hacen dudar del compromiso de compatibilidad y equilibrio. Hubo extrema presión política con generosos incentivos a cambio de forzar las manos de los legisladores provinciales para transferir la jurisdicción de las tierras al ámbito Nacional. Esto no debe ser un trueque entre uno que presiona por caprichos o negocios vaya a saber de quién y otro que cede porque no tiene opción. Hablamos de cuestiones que van mucho más allá de lo agroindustrial: de la disponibilidad de los recursos naturales, de sus aguas, de recursos arqueológicos, de generaciones que viven y cuidan estos lugares, de zonas de seguridad y fronteras, de tierras fiscales, de efectiva ocupación territorial, de valores, cultura y raíces. Antes que el dinero está la dignidad de quien no quiere vender su casa y no se resigna a ser devastado por estar rodeado de un parque.
Bienvenidos los nuevos desarrollos. Pero hasta que no se definan y armonicen todos los objetivos, se garantice la respetuosa convivencia entre pobladores, ciudadanos, inversores y APN, y que ésta cumpla todas sus obligaciones provinciales incumplidas hasta la fecha, no estamos de acuerdo con la ampliación de ningún Parque. Del consenso y los compromisos honestos saldrán las mejores decisiones para forjar el futuro de esta provincia.
Quizás sea Ud. una de las personas indicadas para facilitar este proceso.
