Gremios, vecinos y empresarios se movilizaron por la ciudad del cordón para defender los puestos laborales. Triaca convocó a los petroleros
Una masiva movilización de organizaciones sindicales, sociales y empresariales se realizó ayer en San Lorenzo para reclamar la reactivación de la refinería San Lorenzo, actualmente en manos de la concursada Oil Combustibles. La multitudinaria muestra de apoyo coronó con la aparición, por primera vez en el conflicto, del Ministerio de Trabajo de la Nación, que convocó para el lunes a a los representantes del sindicato de Petroleros y Gas Privado a participar de una reunión en Buenos Aires.
La refinería que hace 80 años fue el motor de desarrollo del cordón industrial del Gran Rosario atraviesa momentos críticos. Arrastrada por los problemas judiciales del titular del grupo Indalo, Cristóbal López, Oil Combustibles enfrenta un concurso con deudas millonarias. La Justicia intervino hace unos días la empresa, que en los últimos meses venía gerenciada por directivos del Grupo Ceibo. Ayer decidió crear una cuenta especial para que los interventores depositen los fondos destinados a pagar a los trabajadores.
La refinería está parada desde hace casi un mes y sus 400 trabajadores corren el riesgo de perder sus fuentes de trabajo. Aunque la anterior conducción había asegurado que una petrolera rusa estaba interesada en invertir en la planta, ese plan se reveló como una fantasía, mientras que otras empresas privadas del sector están más interesadas en verla caer que en ayudar para salvarla.
Por estas horas, una de las cartas de salida es el ingreso de YPF en el negocio. Ese camino fue explorado esta semana por el gobernador Miguel Lifschitz. Una idea que todavía no tomó forma institucional fue lanzada ayer por el diputado santafesino Luis Contigiani, quien estuvo presente en la movilización, y consiste en crear una empresa energética de la Región Centro
Lo concreto es que la marcha de los trabajadores de Oil, que fue acompañada por los sindicatos de la región, con especial movilización de los camioneros, fue una verdadera pueblada a favor de mantener la unidad productiva.
Gerardo Canseco, secretario general del Supeh San Lorenzo, recordó la importancia de la refinería en la historia del cordón y enumeró críticamente la sucesión de episodios que encadenaron la actual crisis: la falta de control del Estado nacional sobre el manejo de Cristóbal López, que acumuló la deuda millonaria con la Afip; la apertura de la importación de combustible por parte del gobierno actual y la actuación, en los últimos cuatro de meses, de "los desvalijadores" que produjeron un "vaciamiento sin precedentes", al llevarse todo el producto que había en el parque de tanque, por 60 millones de dólares.
Héctor Brizuela, del comité de control del concurso de Oil, dijo que "no se puede permitir sin dar lucha que nadie haga negocios a costa de los puestos de trabajo" y recordó que la refinería aporta el 10% de la energía del país.
"Parece mentira que la única política energética sea proponernos que bajemos el aire acondicionado, mientras acá pagan una refinería", se quejó el dirigente. Y advirtió que "la lucha va a durar lo que tenga que durar".
José Capuano, delegado del gremio camionero en San Lorenzo, fue uno de los oradores de acto. A"Estamos codo a codo con los muchachos de Refinería, luchando desde el primer día".
Leonardo Raimundo, intendente de San Lorenzo, participó del acto y celebró la participación de un amplio espectro de gremios y vecinos. "Venimos a defender los puestos de trabajo", dijo.
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ANDRÉS SANGUINETTI
El objetivo es evitar el costo político que implicaría para la gestión de Mauricio Macri la quiebra de la compañía y el despido de más de 400 trabajadores. El plan sería quedarse con la refinería de San Lorenzo, en Santa Fe. ¿Quién se adueñaría de las 350 estaciones de servicio?
Con los tres interventores designados por la Justicia para delinear el futuro de Oil Combustibles S.A (OCSA) todavía acomodándose en sus sillones, desde el Gobierno ya comenzó el "operativo rescate" de la petrolera de Cristóbal López.
Para tal fin, el instrumento que en algunos despachos consideran el más adecuado es YPF. La petrolera estatal es vista como una alternativa para evitar el costo político que generaría el cierre de la compañía, que hoy emplea a más de 400 trabajadores, posee una refinería y una red cercana a las 350 estaciones de servicio.
La primera pista la dio el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, quien viajó desde su provincia a Capital Federal para reunirse con el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez.
En el encuentro, que se llevó a cabo en la sede de la petrolera estatal en Puerto Madero, el mandatario provincial le propuso al directivo que la firma tome el control de Oil Combustibles, de su refinería de la localidad santafesina de San Lorenzo y de su dotación de personal.
El interés de YPF no llega a la red de 350 estaciones, que podría quedar bajo el mando de otro grupo petrolero, local o extranjero, como elruso Lukoil o el holandés Trafigura, dueños en el país de la marca Puma.
En el caso de la refinería de San Lorenzo, hoy día se encuentra jaqueada por las deudas, paralizada operativamente y con destino de quiebra, salvo que se ponga en marcha un ambicioso plan de salvataje.
En este sentido, el fondo OP Investment, a cargo de la petrolera y de otras empresas del ex Grupo Indalo, planteó a la Justicia comercial varias iniciativas para intentar reflotarla. Pero se encontró con el rechazo de la AFIP y de los interventores.
De hecho, el mes pasado optó por dejar de producir nafta y gasoil para abastecer a sus estaciones de servicio, resignando un mercado de 2,5 millones de litros diarios a manos de sus competidores.
En este marco, Lifschitz le pidió a Gutiérrez sostener la producción de combustibles. El gobernador considera que hacen falta inversiones fuertes para recuperar una planta que es clave para el complejo petroquímico de la zona y entiende que solamente YPF puede hacer frente a un desembolso de este tipo.
Detrás del pedido del santafesino, lo cierto es que hay funcionarios nacionales, muy cercanos al presidente Macrique también creen que YPF es la solución a la crisis de Oil.
Esa mirada, sin embargo, se choca con el análisis que hacen en la propia estatal, que no tiene demasiado interés en hacerse de esos activos.
"No sirven para nada", aseguran. Y recuerdan que tienen por delante otros proyectos de negocios más ambiciosos, como Vaca Muerta o las futuras inversiones en varias provincias, como es el caso de Chubut.
La misma opinión se escucha en otras petroleras privadas. Desde Axion, a Pampa Energía o Shell, no hay interés por quedarse con activo alguno de la empresa fundada por Cristóbal López.
Esto abona aún más el plan oficial para que YPF tome el control, lo que evitaría que el Gobierno pague el costo político por el personal que quedará sin trabajo si es que Oil termina en la quiebra.
Por eso, y más allá de cualquier estudio de factibilidad económica, financiera y comercial que realicen en la estatal, está claro que una "orden política" será la que termine definiendo un eventual salvataje.
El camino sería esperar que los interventores designados por el juez Javier Cosentino, a cargo del proceso concursal de Oil, pusieran en marcha un plan de desinversión para juntar fondos que permitan cancelar parte de la abultada deuda.
Solamente la AFIP le reclama $8.000 millones por no haber depositado entre el 2012 y el 2015 lo recaudado por el Impuesto a la Transferencia a los Combustibles (ITC). Con los intereses, ese pasivo llega a los $17.000 millones.
La apertura del concurso preventivo le permitiría ordenar este monto y hasta negociar con la AFIP unplan de pagos a largo plazo, que el entidad recaudadora le vino negando a los ejecutivos desplazados de Oil.
Concretamente, a Ignacio Rosner y Santiago Dellatorre, socios del fondo OP Investment que, desde noviembre, se hicieron cargo de esta compañía y del resto de las empresas del Grupo Indalo.
También se levantarían las inhibiciones y embargos que pesan sobre la firma, que fueron impulsados por AFIP para tratar de recuperar parte de lo que adeudado.
Rosner mantuvo este miércoles un encuentro con los interventores. No trascendieron mayores detalles, más allá de que se aseguró que iba a seguir en su cargo como director de esta empresa.
El financista había cerrado un polémico contrato con Cristóbal López para quedarse con el Grupo Indalo a cambio de encarar un ambicioso plan de reestructuración y de rescate.
De hecho, hasta cambiaron el nombre por el de Grupo Ceibo y buscaron acordar convenios con varios players locales y con el grupo ruso Lukoil para inyectarle fondos a Oil.
Con Rosner y Dellatorre desplazados (y con Cristóbal López sin chances de retomar su gestión en la petrolera), desde el Gobierno verían "con agrado" un cambio en la estrategia de la AFIP a partir del desembarco de Leandro Cuccioli en reemplazo de Alberto Abad.
El plan del organismo es enfocar sus esfuerzos en darle un giro a la decisión judicial que les permitió a López y a su socio Fabián De Sousa, salir de la cárcel.
Por eso, la semana próxima el abogado de la AFIP, Ricardo Gil Laavedra, presentará una apelación ante la Cámara de Casación para que se respete la denuncia inicial de malversación y se deje de lado la de evasión.
El cambio de carátula que decidió la Sala 1 de la Cámara de Apelaciones porteña derivó en un escándalo político, con denuncias en contra de los jueces que fallaron a favor del empresario kirchnerista.
El objetivo de la AFIP es que la causa se mantenga en el fuero penal federal, donde se tramita en el juzgado de Julián Ercolini, y así evitar que sea la justicia comercial la que unifique las investigaciones, ya que esto les permitiría a los fundadores de Indalo permanecer fuera de prisión.
Desde el Gobierno aseguran que el futuro de Oil será independiente a esta presión judicial. Y plantean queal menos la refinería pase a manos de YPF.
De hecho, la planta fue fundada por la petrolera estatal en 1938. Con la desregulación del mercado de 1990 dejó de ser una sociedad del Estado y se transformó en una sociedad anónima. Luego pasó por varias manos: Perez Companc, Soldati, Repsol, PeCom Energía, Petrobras y Grupo Indalo.
Más allá del futuro de la refinería, Oil acumula un pasivo post-concursal superior a $1.400 millones, que deberá ser resuelto por los interventores, quienes se mantendrán en sus funciones hasta agosto, según consta en el fallo del juez Cosentino.
Aunque hoy se encuentra en una fase de virtual paralización, Oil llegó a representar una porción respetable del mercado local de combustibles.
Hasta antes de la crisis, la refinería de San Lorenzo era responsable del 8% de la refinación total.
Al estar ubicada en el corazón del negocio agrícola del país, ha sido una planta clave para su estrategia comercial: la compra de crudo para su posterior refinación.
En Ceibo -el grupo que había tomado la continuidad de los negocios de López- aseguran que no sólo es importante desde el punto de vista productivo, sino también del transporte de granos, ya que el 70% de la producción nacional se mueve alrededor de la refinería y su puerto.
También explican que, en lo referido al transporte por la hidrovía, se encuentra localizada en una zona privilegiada para abastecer tanto a los remolcadores como a los barcos mercantes que se llevan la producción agrícola que se exporta.
Con este escenario de fondo y la esperanza puesta en que la producción agrícola se incremente, Ceibo había puesto primera en la búsqueda de alternativas de inversión para la refinería de San Lorenzo.
En el grupo aseguran tener "la oportunidad de crecer por encima del promedio de mercado por estar en la zona tributaria de este negocio". Transcurridos 80 años desde su creación, procesa petróleo crudo que proviene por vía marítima de las Cuencas Neuquina, Austral, del GolfoSan Jorge y también del exterior.
Posee tres unidades de destilación atmosférica, dos de destilación al vacío, una de cracking térmico, tanques de almacenamiento, productos intermedios y finales e islas de despacho tanto para productos livianos (nafta y gas oil) como para pesados (fuel oil, IFO y asfalto).
Tiene también tres muelles y una playa de 84 tanques para almacenar crudo, asfaltos, fuel oil, IFO, naftas y destilados medios entre otros, lo que brinda una capacidad de almacenaje de 340.000 metros cúbicos.
La estructura original de Refinería San Lorenzo data de 1938. Está localizada sobre la Hidrovía del Río Paraná y en el corazón agrícola del país. Cuenta con capacidad para procesar 8.000 m3 por día de crudos livianos y medios, el 8% de la capacidad de refinación del país.