La experiencia del presidente de la República, Martín Vizcarra, como gobernador regional y negociando soluciones con comunidades aledañas a zonas mineras constituyen fortalezas para impulsar nuevos proyectos mineros, señaló la agencia calificadora Fitch Ratings.
Asimismo, la experiencia de Martín Vizcarra servirá para mejorar las relaciones con el Congreso de la República, aseveró la directora asociada de calificación soberana de América Latina de la agencia Fitch Ratings, Kelli Bissett-Tom, a la Agencia Andina.
“Creemos que la experiencia del presidente Martín Vizcarra como gobernador regional de Moquegua y negociando una solución a las preocupaciones de una comunidad alrededor de la mina Quellaveco constituyen un apoyo para los nuevos proyectos de inversión minera y las relaciones con el Parlamento”, señaló.
Además dijo esperar que se mantenga la ruta de la consolidación fiscal del país en línea con el presupuesto de mediano plazo y con instituciones creíbles en cuanto a política macroeconómica y marco fiscal (como un banco central independiente y una experiencia relevante en el Ministerio de Economía y Finanzas).
Destacó que las sólidas hojas de balances externos y públicos del país, así como sus creíbles y consistentes políticas macroeconómicas anclaron la calificación crediticia de Fitch Ratings en BBB+ y con perspectiva estable, en medio de desafíos por la gobernabilidad desde setiembre.
Manifestó que esperan que la economía continúe como prioridad en la agenda política y estimó un crecimiento económico de 3.5 % para el Perú este año.
En ese contexto, resaltó que existen varios proyectos mineros pendientes y una cartera de proyectos públicos y privados de infraestructura por ejecutar.
“A partir de los proyectos de infraestructura y de construcción estancados, la Ley 30737 (que sustituye al Decreto de Urgencia o DU 003) es la llave para propulsar el crecimiento no primario en el corto plazo”, sostuvo.
En otro momento, mencionó que los retos de la gobernabilidad se podrían tornar en un riesgo crediticio a la baja, si es que mellan los niveles de inversión y de crecimiento económico.
“No es el caso base que Perú requiera reformas económicas urgentes para mantener la calificación”, señaló.
“Sin embargo, estamos a casi dos de los cinco años de Gobierno y parece no haber demasiado espacio político para reformas estructurales que podrían elevar la competitividad de la economía antes del 2021”, agregó.
Consideró que los motores del crecimiento se mantienen altamente dependientes de la demanda externa favorable y de los términos de intercambio.
También señaló que la recuperación del Impuesto General a las Ventas (IGV) y de los ingresos por Impuesto a la Renta (IR) son críticos para la estrategia de consolidación fiscal del Gobierno, toda vez que estos ingresos tributarios son sensibles al desempeño de la economía.
En otras palabras, la recuperación de los ingresos (tributarios) y la débil expansión del PBI podrían obligar a cambios difíciles en la política fiscal como el elevar las tasas de impuestos o recortar los gastos a fin de sostener el camino a la consolidación fiscal, comentó.
También comentó que analistas sugirieron la posibilidad de que el presidente Martín Vizcarra esté contemplando un Gabinete con un amplio apoyo transversal.
“El (presidente) tiene experiencia negociando en circunstancias políticas difíciles, pero la dinámica política también depende de la buena voluntad Fuerza Popular como la fuerza política mayoritaria”, indicó.