La ejecución del proyecto cuprífero, que debió arrancar en abril del 2013 pero se postergó por la caída en el precio del cobre, tendría un rendimiento productivo anual de 225 mil toneladas finas del metal.
El panorama de proyectos mineros que están próximo a entrar en fase de desarrollarse en Perú ha venido modificando desde mediados del año pasado.
Este escenario se da en medio del repunte del precio de los minerales y la obtención de permisos. Al respecto, varias mineras han anunciado el arranque de sus iniciativas.
Así, este año hay nueve proyectos por alrededor de US$12.000 millones que podrían entrar en ejecución, empezando por B2 -obras se iniciaron el 21 de febrero- y continuando con la ampliación de Toromocho (Chinalco) este mes y Ariana (Southern Peaks) en los próximos meses.
En el caso de Quellaveco, se espera que la decisión se adopte en julio de este año en el directorio de Anglo American.
La ejecución del proyecto cuprífero implica una inversión que bordea los US$5.500 millones. Se estima que tendrá un rendimiento productivo anual de 225 mil toneladas finas de cobre.
Por el momento, se han dado señales a favor del proyecto. La última ocurrió la semana pasada cuando Anglo American firmó con Engie un contrato para el desarrollo de un proyecto de almacenamiento de mineras y uso de terminal portuario de Engie en Ilo por 37 años.
El objetivo es facilitar la exportación de minerales. A esto se suma que en enero, Mitsubishi mostró interés en elevar su participación en Quellaveco de 18% a 30%.
El proyecto debió arrancar en abril del 2013, se postergó debido a la caída en el precio del cobre y la falta de respaldo financiero.