CARLOS MANZONI
Hace años que se habla de un posible boom del litio en la Argentina, pero nunca nadie había dicho con todas las letras que el país ya es una de las potencias mundiales en la materia.
Quien lo afirma, ahora sí, es nada menos que Joe Lowry, uno de los hombres que más conocen de este mineral en el mundo. Consultor y asesor de las principales empresas del sector, Lowry estuvo en el país para reunirse con empresarios y observar de cerca el fenómeno local. "Hoy la Argentina tiene un lugar importante, pero debería tener uno más grande. Y me parece que así va a ser en el futuro", comenta.
¿Por qué no termina de producirse el boom del litio aquí?, se le preguntó. "Creo que se debe a los problemas que tuvo el país en la última década con la comunidad financiera mundial. Porque tener recursos es importante, pero también lo es tener un clima amigable para los negocios", responde. Un buen ejemplo, según Lowry, es Bolivia, que tiene inmensos recursos, pero un clima hostil hacia la inversión y, como conclusión, no exporta nada de litio.
Si solo se habla de recursos, hay que poner en primer lugar a la Argentina, Bolivia y Chile, pero eso no es lo mismo que saber con certeza que hay reservas. Según la visión de quien es conocido como "Mr. Litio", la Argentina debería tener en un futuro cercano muchos más yacimientos en producción que los que tiene en la actualidad. "A mí me parece que lo va a lograr porque está en el proceso de restaurar la confianza", opina.
Además, en esta carrera por ser el principal productor de litio en el mundo, la Argentina corre con otra ventaja: en Chile se han aplicado por ley términos muy onerosos para los productores mediante el pago de una regalía, lo que ha hecho que los inversores giren sus cabezas (y sus billeteras) hacia este lado de la cordillera. Pero no todo es producción. Según Lowry, hay que mirar lo que sucede con el mercado.
En ese sentido, la realidad es que la demanda para el litio se va a triplicar en los próximos cinco años y con los proyectos que hoy en día están en operación no se puede cumplir con esa demanda, así que sí o sí se necesita más inversión. En tres años uno de cada tres autos funcionará con baterías de litio. Para eso se necesitan muchos kilos del mineral. Pero hablar solo de autos es subvalorar el crecimiento de este mercado, porque habrá desde motos hasta ómnibus.
Entonces, la Argentina está en una posición perfecta para que crezca esta industria. ¿Qué inversión se necesita para que la Argentina sea una potencia mundial aún mayor en litio? "En los próximos cinco años la demanda va a crecer en 500.000 toneladas. Cada tonelada demanda u$s 15.000, así que la cifra necesaria de inversión a nivel mundial será de u$s 7500 M. Y la Argentina captará unos u$s 2000 M", precisa el experto.
Algo ya se ha hecho realidad. La Argentina posee dos proyectos en operación, Salar de Olaroz y Salar del Hombre Muerto. Según la Cámara de Empresarios Mineros (CAEM), producen en conjunto 30.000 toneladas de LCE (carbonato de litio equivalente), lo que representa 16% de la producción mundial. Además, FMC invirtió u$s 300 M para llegar a producir 18.000 toneladas anuales. Hay otros proyectos en danza, pero no se sabe a ciencia cierta su comienzo.
Otro de los debates del sector es si el país puede o debe fabricar baterías de litio. Lowry, que fue parte de la minera FMC y estuvo a cargo del mercado asiático, es terminante: "Eso no tiene sentido", señala. "Fabricar baterías es un negocio asiático. Y lo digo con conocimiento, porque vendo litio a la industria desde los años noventa", agrega. Aunque no quiso responder si el "oro blanco" es la nueva soja para el país, "Mr. Litio" se despidió con una frase que da lugar al optimismo: "La Argentina tiene reservado un lugar de privilegio en el futuro del litio, y ese futuro ya comienza".