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ESCENARIO
Litio: más buenas noticias para Argentina y Chile
05/03/2018
MINING PRESS/La Tercera/Diario Fiancnerio

El veloz desarrollo de la electromovilidad en el mundo ha sido una buena noticia para Chile y Argentina, considerando que uno de los elementos claves en este proceso es el litio, un mineral del que ambos países poseen importantes reservas, de las mayores del mundo.

Un Informe de ProChile revela que los envíos de litio chileno suman u$s 3.917 millones en 15 años y se continúa su crecimiento. Según datos del Banco Central, en 2003 las exportaciones de litio apenas alcanzaban los u$s 65 millones, mientras que al cierre de 2017 el monto era de u$s 684 millones, lo que representa un aumento de 950% en el período. Se trata del incremento más importante de su historia, explican en Prochile, con un 20% de crecimiento de variación anual en los últimos 15 años.

Una serie de maniobras especulativas de los bancos de inversión estadounidenses, JP Morgan y Morgan Stanley que cuestionaron el futuro del mercado del litio, proyectando una caída del 45% en el precio del mineral, lo que generó un derrumbe, las perspectivas de la electromovilidad, propiciaron la recuperación y según datos de ProChile, los pronósticos son auspiciosos. Según sus cifras, los envíos chilenos del metal acumulan un total de u$s 3.917 millones en últimos 15 años.

El director de ProChile, Alejandro Buvinic, sostuvo que “los desafíos globales como la electromovilidad y la necesidad de energías más limpias hacen prever un aumento en la demanda del litio chileno, hecho que se ve reflejado en el alza de sus exportaciones durante el último año”.

Argentina, por su parte, está impulsando una cartera de proyectos para la explotación de litio que suma u$s 3.000 millones, dirigidos a alcanzar la meta de producir más de 200.000 toneladas hacia 2020 y competir con su vecino Chile, que ostenta el liderazgo en el mercado del oro blanco. Para ello, está implementando una fuerte política de fomento a las inversiones mineras donde el litio es la gran estrella. Una medida importante fue la ejecutada en febrero de 2016, por el Presidente Macri eliminando la retención a las exportaciones mineras, medida “fundamental para la planificación de inversiones de mediano y largo plazo”, asegura Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (Caem).

Un 85% de los envíos chilenos correspondió a minerales de litio (carbonato y soluciones) y un 15% manufacturas de litio (óxido y cloruros). Corea del Sur, China y Japón fueron los principales destinos de exportación, concentrando en su conjunto el 73% de los envíos.

Los usos del litio son variados, pero uno de los más importantes es el almacenamiento de energía a través de baterías, posicionándolo como un insumo clave en las industrias de la electrónica y el transporte. Según un experto, “su aporte a la eficiencia energética lo posicionan como uno de los actores más relevantes de la canasta exportadora nacional. Sin embargo, deberíamos concentrar nuestros esfuerzos en desarrollar productos con valor agregado, para su posterior internacionalización”.

El panorama para ambos países es alentador. Se calcula que las exportaciones de litio se duplicarían o aún más, en los próximos cuatro años. Todas las proyecciones son optimistas hacia el futuro. La  Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), que un reciente informe del litio y su potencial en Chile, destaca que considerando un precio bajo del litio a u$s 10.000 (hoy transita los u$s 14.000), las exportaciones al 2021 podrían llegar a los u$s 1.470 millones.

Si se cumplen las predicciones, desde 2003 al 2021, el valor de las exportaciones de litio podrían subir en más de 2.160%. En el reporte de Cochilco, en lo que respecta a la producción de litio, se indica que a fines de este año se superaron las 80.000 toneladas, esperando que al 2021 la extracción de carbonato de litio equivalente una producción de 147.000 toneladas de LCE.

Según el Informe: “Para Chile se estima una producción al 2021 de 147.000 toneladas de LCE, dados los proyectos de Albemarle (38.000 toneladas de LCE) y SQM (21.600 toneladas de LCE), ambas ampliaciones de sus faenas situadas en el salar de Atacama”. Esto sin contar el reciente acuerdo de Corfo con SQM que permitirá a la minera no metálica aumentar su producción para el 2030.

Todas las perspectivas indican que la oferta mundial de litio se espera que tenga un importante aumento en los próximos años, por lo que podría alcanzar las 440.318 toneladas de LCE el 2021. La demanda por el producto, que en 2016 había llegado a las 201.000 toneladas, se anticipa que para los siguientes cinco años prácticamente se duplique de acuerdo, alcanzando al 2021 las 372.288 toneladas de LCE. El mayor crecimiento se concentrará en lo que es baterías para automóviles eléctricos.

Daniel Meilán, Secretario de Minería de la Argentina, estima que al 2020 su país estaría en condiciones de producir 200.000 toneladas de carbonato de litio equivalente al año, superando la meta trazada por Chile, que con los proyectos de Albemarle y SQM incrementaría su producción en 148.000 toneladas.

Hoy, Argentina produce 30.000 toneladas de carbonato de litio equivalente, lo que significa un 15% de la oferta global, mientras que Chile con 64.000 toneladas es responsable de casi el 40% de las necesidades mundiales. El año pasado se produjeron 185.000 toneladas de carbonato de litio equivalente, cifra que al 2020 se proyecta llegará a 345.000 toneladas.

Con el  nuevo impulso gubernamental, Argentina espera lograr la ambiciosa meta de abastecer más del 45% de la oferta mundial: “El actual gobierno argentino y sus provincias, principalmente Jujuy, Salta y Catamarca, decidieron trabajar fuertemente en promover la exploración y explotación de yacimientos de litio. Creemos que esto es un gran costo de oportunidad para que Argentina aproveche la fiebre de demanda que existe por el litio”, indicó el Secretario Meilán.

El panorama es tan alentador que la cooperación entre ambos países se manifiesta en algunos proyectos en operaciones como el Salar de Olaroz, el Salar del Hombre Muerto y otros. El que comenzará prontamente a operar en Argentina es el que impulsa la empresa chilena SQM, que junto con Lithium Americas y Jemse, están desarrollando el proyecto Exar, en el Salar de Caucharí, Jujuy. Se trata de la construcción de una planta de litio que irá en dos fases, para producir en total 50.000 toneladas de carbonato de litio equivalente y que su primera fase iniciaría su operación en 2019.

Para Patricio de Solminihac, gerente general de SQM: “En Argentina existe una muy buena disposición para incentivar la inversión y mantener las reglas del juego de manera clara. Muestra de ello es la eliminación del impuesto a las exportaciones que se hizo el año pasado, una de varias medidas que el gobierno argentino aplicó y seguramente seguirá haciéndolo para incentivar la inversión…El proyecto, ubicado a 300 kilómetros del Salar de Atacama, “es un gran complemento para nuestras operaciones de litio existentes en Chile”.

Albemarle, una empresa estadounidense, que selló un acuerdo con Corfo para asegurar la venta chilena de productos industrializados a partir del litio, también está impulsando una iniciativa en Argentina, en el Salar de Antofalla, en Catamarca, que recién está en fase de exploración avanzada, publicó La Tercera.

Codelco se queda en Maricunga

Tras un largo paso por Contraloría que incluso influyó en la paralización de la búsqueda de un socio estratégico para desarrollar el negocio del litio, el Ministerio de Minería logró sacar adelante el Contrato Especial de Operación del Litio (CEOL) para Codelco en el Salar de Maricunga, en la región de Atacama.

El jueves se publicó en el Diario Oficial el documento con condiciones a las que se deberá regir la minera estatal si es que quiere llevar adelante este nuevo negocio, el que estaba dentro de los objetivos del gobierno de Michelle Bachelet.

En el documento se fija un período de concesión de 39 años, es decir su vigencia durará hasta el 31 de diciembre de 2057, lo que es concordante con el fijado por la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN) cuando autorizó la cuota.

Pero además, el documento de diez páginas entregó a Codelco una zona relevante y mayoritaria de Maricunga, según fuentes entendidas del tema, lo que -en la práctica- impedirá que otros actores desarrollen con facilidad el negocio en la zona.

Según explican expertos, el polígono compuesto por las cuatro áreas otorgadas en los documentos, establecen una zona más allá de las pertenencias que posee la estatal.

La firma tiene el equivalente a 18% de las concesiones del litio del Salar de Maricunga, unas 2.682 hectáreas, sin embargo, sería una zona con problemas dadas la menor calidad de la salmuera que pueda extraerse.

Minera Salar Blanco posee 2.574 has y SQM con 2.252 has, concentrando aproximadamente el 90% del núcleo más atractivo de Maricunga, el que garantiza una rentabilidad atractiva para un proyecto cuyos costos ascienden a unos US$ 400 millones.

En la industria estiman que además de reactivar el proceso de búsqueda de un socio para entrar a definir las características de un proyecto, Codelco deberá abocarse a lograr acuerdos para consolidar posiciones en el Salar.

Una posible alianza con SQM suena como una primera opción, en el marco del acuerdo que la minera no metálica logró con Corfo en el Salar de Atacama.

Según explicó en enero el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran, la intención es “dejar disponible (la opción) para Codelco, para que evalúe la posibilidad de consolidar la propiedad minera en el Salar de Maricunga y viabilizar el desarrollo de una nueva actividad en este ámbito”.

Consultada Codelco, señalaron que “es una muy buena noticia para la Corporación, dado que representa un importante avance hacia la efectiva suscripción de dicho contrato con el Ministerio de Minería”.

Control para siempre

Pero hay otro punto que llamó la atención. Esto porque la filial mediante la que se desarrollará el negocio, Salar Maricunga SA, deberá ser siempre controlada por Codelco y no por un tercero.

Según fuentes de la industria, el plan inicial era tener un rol más bien secundario en esto -dado que no es su foco de negocio-, pero ahora habrá que analizar bajo qué fórmula se puede ejercer el control sin que eso desaliente la búsqueda de un socio estratégico.

La pérdida del control por parte de Codelco es uno de los motivos de término del contrato, lo que habría surgido a raíz de comentarios surgidos en su paso por Contraloría.

Con la obtención del CEOL, Codelco completa una nueva autorización clave, después de haber logrado el de la CChEN en 2017 donde se fijó una cuota que equivalía al doble de la que tenía SQM en el Salar de Atacama antes de renovar su acuerdo con Corfo.

Regalías y valor agregado

El documento establece las regalías y los compromisos que regirán el contrato entre el Ministerio de Minería y Codelco.

La filial de Codelco estará obligada a entregar al Estado un pago específico que estará compuesto por un pago trimestral basado en las ventas del producto del litio (3% fijo) y otro aporte anual asociado a la utilidad operacional de la compañía, el que tendrá un porcentaje que será variable -lo que intenta capturar alzas en el precio del mineral-, misma fórmula que Corfo ya fijó con Albemarle y SQM en el Salar de Atacama.

El acuerdo garantiza también una venta preferente del mineral a aquellos productores que en Chile entreguen valor agregado al producto previa su exportación, lo que también fue instaurado por Corfo.

Finalmente, se establece que ante diferencias, será una terna de expertos los que deberán dirimirla. Los costos deberán ser cancelados en partes iguales, confirmó Diario Financiero.

El litio bajo fuego cruzado: Quiénes son los cuatro jugadores globales que se disputarán el liderazgo del mercado

EL MERCURIO

Chile, China, Argentina y Australia tienen en su poder gran parte del abastecimiento futuro de energía a nivel global, gracias a sus reservas del llamado oro blanco. Pero esta semana un informe de Morgan Stanley, que proyectó una caída del precio de 45% hacia 2021, volvió a poner en el debate quién, cómo y cuándo liderará la industria.  

 Al litio se lo conoce como “oro blanco” por su color albo plateado y porque en la última década se ha convertido en uno de los productos más apetecidos a nivel mundial. Todo apunta a que será la base de la energía del futuro, por su poder de almacenamiento y conducción, en un mundo en que se proyecta una electrificación total del transporte, y en que la demanda por dispositivos electrónicos crece de manera exponencial. Pero esta semana el panorama se ensombreció.

Un lapidario informe de Morgan Stanley difundido el lunes proyectó que el precio del carbonato de litio caerá 45% hacia el 2021 hasta los US$ 7.330 por tonelada versus los cerca de US$ 14 mil la tonelada que se cotiza actualmente, explicado en la sobreoferta que protagonizarán los nuevos proyectos de SQM y Albemarle, tras los acuerdos con Corfo en el Salar de Atacama, además de sus propios proyectos en otros países. Y la reacción fue masiva y violenta. SQM perdió US$ 1.877 millones de capitalización bursátil y otros US$ 2.609 millones Albemarle.

A pesar del informe, las proyecciones de los principales actores siguen siendo auspiciosas y, hasta ahora, ninguna firma ha anunciado que detendrá sus proyectos luego del informe del banco estadounidense, sino todo lo contrario. Patricio de Solminihac, gerente general de SQM, dijo esta semana en conferencia con analistas que la demanda de litio irá subiendo en torno a las 50 mil toneladas anuales, lo que implicará que en cinco años se duplicará, llegando a un rango de entre 400 mil y 450 mil toneladas.

Luke Kisam, presidente de Albemarle, también salió a defender sus proyecciones y dijo que la electromovilidad en la industria implicará un aumento de la demanda de litio que pasará de las actuales 220.00 toneladas de carbonato de litio equivalente a más de 800.000 toneladas a 2025. Esto, suponiendo que la penetración de los vehículos eléctricos subirá desde el 1,3% actual a 12%.

Eduardo Bitran, vicepresidente de Corfo, también salió al paso: “Las proyecciones de incrementos de producción (de Morgan Stanley) me parecieron excesivamente altas. No entiendo de dónde sale esa información, es un estudio bastante poco preciso”, disparó. En todo caso, agregó que “creemos que sí va a caer el precio, pero no en la forma que ellos lo pronostican. Y no nos preocupa que caiga el precio, porque efectivamente el precio había subido porque Chile se había salido de la expansión de la oferta; y ahora, tras el acuerdo con SQM, quisimos mostrar que Chile quiere ser el líder mundial de esta industria, y evidentemente va a caer”. “El Mercurio” trató de contactar a Javier Martínez de Olcoz, autor del estudio de Morgan Stanley, pero no tuvo respuesta.

Daniela Desormeaux, de SignumBox, dice que las expectativas de crecimiento de la electromovilidad han puesto en acción a inversionistas y consumidores, y se espera que la demanda de litio crezca entre un 12% anual en un escenario base, y un 15% anual en un marco optimista, explica la experta. No por nada su valor se ha triplicado en cinco años. Y si hace 20 años solo el 6% de la producción global del litio se destinaba a fabricar baterías, ahora este ítem representa el 46%.

Quienes deben responder ante esta demanda son cuatro países: Chile, China, Argentina y Australia, naciones que registran las zonas naturales con la mayor cantidad de reservas de litio en el mundo. Eso sí, cada uno ha explotado el litio a su ritmo. Chile considera el litio como estratégico y es el Estado el que otorga o no la llave para su explotación. Argentina en cambio tiene varios proyectos, mientras que China es el principal importador y Australia, el mayor productor.

Australia se mantiene con la mejor oferta y eficiencia productiva

Australia es el país con la mayor presencia de privados en el mercado de explotación del litio. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, también es el líder mundial en su producción, que proviene principalmente de roca. Según el abogado experto en minería Cristián Quinzio, el Estado no participa en esta actividad, más allá del cobro del impuesto a las sociedades, que es de un 30%.

En la bolsa australiana, la ASX, hay 14 compañías del rubro que cotizan, entre las que destacan Pilbara Minerals, Orocobre (con gran presencia en el salar de Olaroz en Argentina) y Lithium Australia.

Según proyecciones de Citi Research, elaboradas antes del acuerdo Corfo-SQM -que aumenta exponencialmente la explotación del “oro blanco” en Chile-, Australia seguiría liderando el mercado del litio. El documento informa que en 2011 Chile, con un 35% de la oferta, superaba al país oceánico, que le seguía con un 30%, pero en 2014 Australia tomó la delantera, y el informe prevé que para 2021 ocupará un 48% de la plaza, seguido por Chile, con un 19%. El documento también señala que habrá una mayor presencia argentina, que pasaría de un 9% a un 13% en 10 años.

Australia posee solo el 11% de las reservas mundiales (1,6 millones de toneladas), y el 5% de los recursos, pero tiene la mayor eficiencia productiva y un mercado más competitivo. Chile tiene solo una empresa de capitales chilenos (SQM) que produce litio; Australia cuenta con más de 10, entre las que destacan Lithium Australia, Orocobre, Pilbara Minerals y Altura Mining.

A esto debe sumarse la explotación de litio en la zona de Greenbushes en Australia, a cargo de Talison Lithium, propiedad de la china Tianqi, y la estadounidense Albemarle. Según un informe de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), ahí se concentra el 24% de la oferta mundial de litio.

Argentina busca ganar terreno con 30 proyectos y la
participación de privados

En Argentina, a diferencia de Chile, la producción del litio es independiente del Estado. Los proyectos, tanto en operación como en exploración, dependen de los permisos y regulación de las provincias en donde hay salares con el potencial de extraer el metal. Esta política abierta ha permitido que la actividad de las mineras en este país sea mucho más dinámica, aunque a menor escala de producción que lo que conocemos en Chile.

Actualmente, los proyectos Salar de Olaroz de la empresa Orocobre, en la provincia de Jujuy, y la Mina Fénix de FMC LithiumCorporation, en la provincia de Catamarca, son las únicos que se encuentran en operación. Sin embargo, existen más de 30 proyectos en distintas fases de desarrollo, la mayoría ubicados en Salta, Uno de estos pertenece a SQM en asociación con la canadiense Lithium Americas, en la localidad de Caucharí, Jujuy.

A comienzos de 2017, la producción nacional se acercó a las 30 mil toneladas, lo que representa el 15% dentro del mercado mundial, y para 2022 se espera producir 145 mil toneladas de carbonato de litio. Según las estadísticas del Servicio Geológico de Estados Unidos de 2017, la cantidad de reservas que posee Argentina la ubica en el tercer lugar a nivel mundial, con 14%, detrás de China y Chile.

De acuerdo a un artículo publicado por The Economist en junio de 2017, el gobierno federal argentino, con la intención de armonizar las regulaciones provinciales, llegó a un acuerdo para cobrar un royalty estándar de 3% de los ingresos, más 1,5% que se destinará a mejorar la infraestructura local.

Chile apuesta por aumentar su producción

Chile es el país con las reservas de litio más grandes del mundo, con un 53% de acuerdo con datos de 2017 del Servicio Geológico de Estados Unidos. La extracción de este recurso desde el salar de Atacama, en la Región de Antofagasta, ha permitido que el país se convierta en el principal productor tanto en términos de volumen como de bajo costo en el proceso y operación.

La chilena SQM y la estadounidense Albemarle son las únicas compañías que desde la década de los 80 cuentan con contratos vigentes para extraer cerca de 50 mil toneladas de litio al año cada una. Estos permisos fueron otorgados por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), la cual, en representación del Estado, determina qué proyectos pueden operar.

Hoy, ambas firmas han solicitado a la Corfo permisos para expandir su producción, Albemarle, por hasta 140 mil toneladas, y SQM, por 216 mil toneladas, con tasas de royalty que partirían aproximadamente desde un 8% hasta 40%. La ratificación también depende de la aprobación de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN).

Por su parte, la estatal Codelco está en proceso de consolidar un proyecto de extracción de litio en el salar de Maricunga, en la Región de Atacama. Sin embargo, luego de hacer un llamado internacional para buscar socios y dejar fuera la oferta de SQM, aún se encuentra en la búsqueda de nuevos explotadores.

La necesidad del mercado es tan grande, que China es el principal país al que Chile exporta esta materia prima, pese a que el país asiático también es productor de litio. Según estudios de la consultora SignumBox, aproximadamente el 46% del litio que se extrae en el mundo se usa en baterías, y en 20 años más se estima que cerca del 80% de la demanda se deberá a la electrificación del transporte.

China baja su producción, pero es el mayor comprador mundial de litio

China tiene una gran variedad de empresas que explotan litio desde salmueras (al igual que SQM y Albemarle en el Salar de Atacama), espodumena y lepidolita (minerales de apariencia rocosa, parecidos al cuarzo).

Sin embargo, la extracción del litio proveniente de salmueras concentra el mayor porcentaje, y son siete las empresas que operan en este sector. China Minmetals Salt Lake y Citic son las estatales, y otras cinco provienen del sector privado, entre las que destacan Fozhao Lake Lithium, Taijinar Lithium y Qinghai Hengxinrong Lithium.

En un informe del escenario internacional del litio del Deutsche Bank Markets Research, en 2017 las cinco empresas privadas produjeron aproximadamente 36 mil toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), cifra que aumenta si se suma la producción de las estatales, cuyos datos no aparecen ni en el documento ni en la web.

A esto hay que sumar la participación de la empresa privada china Tianqi, dueña del 51% de la australiana Talison Lithium, y socia de la estadounidense Albemarle, que tiene el 49%.

Según el informe de 2017 del Servicio Geológico de Estados Unidos, China posee el 22% de las reservas de litio (mineral identificado y explotable) y 8% de los recursos (capacidad hipotética, no identificada ni extraíble hasta el momento).

Según las proyecciones de Citi Research, el gigante asiático disminuirá su participación en el mercado del litio. En 2011 China representó 18% del total de extracción mundial, y Citi pronostica que para 2021 esta cifra llegará a 12%.

De todas formas, China lidera en la producción de baterías de ión-litio, con 32,4% de la cuota de mercado, seguida por Corea del Sur, con 31,2%, según datos de la Corfo.


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