Agencia asignó una perspectiva negativa a las entidades financieras locales. Fitch mantuvo la nota soberana.
Pese al escenario de un mayor optimismo, la mayor carga de la deuda del gobierno le está pasando la cuenta a los bancos chilenos. Ese es el diagnóstico que realiza Moody’s Investors Service en un reciente informe bancario, en el cual les asignó a los entidades financieras locales una perspectiva negativa.
“La capacidad del gobierno chileno para dar apoyo a los bancos en caso de necesidad podría disminuir si sigue contrayendo más deuda y si su posición fiscal se debilita aún más”, afirmó Felipe Carvallo, analista senior de Moody’s.
De todas formas, la agencia clasificadora señala en su reporte que un mayor crecimiento económico sumado a una mayor confianza ayudarán a mejorar el entorno operativo de los bancos.
“La economía crecerá 2,7% en 2018 y 2,9% en 2019, con respecto a 1,6% en 2017, gracias al aumento de los precios del cobre y a un crecimiento global más sólido. La reciente reelección del presidente Sebastián Piñera es favorable para el mercado, ya que fomentará la confianza comercial y del consumidor pese a la posible oposición en el Congreso a las reformas del presidente, la cual podría limitar nuevas inversiones”, dice Moody’s.
Además, la entidad ve un aumento de los créditos que entregan los bancos, considerando las mejores condiciones comerciales. Esto ayudará a las ganancias generando también un mayor apetito por créditos de más alto rendimiento para consumidores de menores ingresos y pequeñas y medianas empresas.
“Sin embargo, los efectos negativos de este apetito por mayores riesgos sobre la calidad de los activos estarán limitados por la naturaleza diversificada de las carteras crediticias y el perfil de riesgo estable de deudores corporativos y consumidores”, comenta.
Fitch afirma clasificación
El de Moody’s no fue el único informe de una clasificadora respecto a Chile. Fitch Ratings confirmó la calificación de deuda soberana del país en ‘A’ con perspectiva estable, la que redujo en agosto del año pasado desde A+.
La agencia detalló que las clasificaciones de Chile se fundamentan en un marco macroeconómico creíble, con metas de inflación, un tipo de cambio que es flexible y un balance soberano relativamente sólido.
“Las medidas de la deuda pública siguen siendo favorables en comparación con sus pares, y deberían subir más lentamente en medio de la recuperación de los precios del cobre y el crecimiento, después de un aumento constante en la última década”, sostuvo.
Las anteriores fortalezas se ven contrarrestadas, en todo caso, con el bajo crecimiento del PIB y la alta dependencia de las materias primas. Indicó que la economía local viene mostrando signos de recuperación tras varios años de un débil crecimiento.
Con lo anterior, Fitch estimó que la mejora del contexto externo impulsará una recuperación del crecimiento cercana al 3% en los próximos dos años.