MARCELO BONELLI
El Gobierno está dividido en dos y esto quedó claro en la última reunión de Chapadmalal, al analizar la realidad política y social de la Argentina. Marcos Peña y un puñado de ministros tienen una visión hiper-optimista de la actualidad. Así, insisten en que no hay que cambiar nada de la actual gestión y que el rumbo elegido va a dar buenos resultados a partir del otoño.
En cambio, funcionarios del área política y de la social creen que hay inconvenientes y que el Gobierno no puede desatender el nuevo clima de la calle. A este grupo se suma la cúpula de la Unión Cívica Radical y -solo en el tema de la falta de transparencia- la Coalición Cívica. Los “ultra-optimistas” son los que interpretan fielmente la posición de Mauricio Macri: el Presidente insiste en que las críticas que recibe el Gobierno no son de fondo y ¨parten de objeciones anecdóticas”.
Esta será la línea argumental del discurso de Macri en la Asamblea Legislativa: una amplia defensa del rumbo que adoptó el Gobierno y un combate a la visión apática del “círculo rojo”. Por ese camino corre la orden que el Presidente dio a sus ministros: salir a rebatir ciertas señales de empresarios, economistas y periodistas. Los funcionarios “optimistas” se contraponen a las advertencias que surgen de los dirigentes más políticos de Cambiemos. Estos insisten en la necesidad de atender reclamos y rectificar algunos rumbos. El cruce se planteó con franqueza en la última reunión -el sábado- en Chapadmalal. Varios expusieron dudas sobre la marcha económica.
Guillermo Dietrich los cortó: “Muchachos de que estamos hablando?. Tengo datos concretos de que la economía productiva está muy bien”.
Dietrich, Mario Quintana, Gustavo Lopetegui, Nicolás Dujovne y Andrés Ibarra acompañan a Peña en la cruzada interna. Son los llamados “gurkas”. Dujovne responde tajante cuando machacan sobre el rebote inflacionario: “A partir de abril se frena”.
Estas dudas internas fueron escuchadas en el último “retiro radical”. Hubo un severo diagnóstico económico y hasta Alfredo Cornejo discrepó con el propio armado del gobierno. El jefe de la UCR dijo : “ Hace falta un ministro de Economía que coordine toda la política económica y asuma sus costos”. En la UCR temen una cuestión: que el déficit comercial termine en una crisis del sector externo. La actitud “no exitista” también está alimentada por María Eugenia Vidal: la gobernadora convive con un conurbano lleno de carencias, donde la inflación golpea fuerte y claramente desde diciembre .
Los sondeos reflejan que en el GBA existe el mayor desgaste en la imagen de Macri. La posición de la gobernadora -al parecer más sensible a lo social- no es nueva , pero genera ruido interno. Desde la Jefatura de Gabinete le reprochan su actitud y hablan molestos de ella : “¿Qué se cree, que es Evita? ”.
En verdad, no le perdonan que los funcionarios bonaerenses hagan alarde de la buena imagen de Vidal, en contraposición a la caída de la de Macri. También está presente la pelea con Peña por el 2019.
La Casa Rosada se vio sacudida por la renuncia de Valentín Diaz Gilligan. Hubo un intento inicial de respaldar al subsecretario de la Presidencia , pero todo se frenó apenas se evaluó que el costo político lo iba a pagar el Presidente. Los funcionarios manejan encuestas donde se confirma que también empeoró la imagen de Macri en la primera quincena de febrero.
Además, se insiste en que el traspié de Gilligan fue utilizado por Peña para zanjar viejas facturas con Fernando De Andreis. Una interna que sorprende. Pero también la denuncia sobre la aparición de las cuentas en la Banca Privada d’ Andorra impactó a la industria petrolera. El BPA rechazó un depósito del ex gobernador Jorge Sapag. Entre los “Ceo” del mercado se afirma que esos 5 millones habrían sido fruto de una coima pagada por un importante petrolera europea. La compañía habría abonado ese dinero como un “peaje” para obtener la adjudicación de un jugoso yacimiento. En esa firma se desempeñaba quien ahora es una importante figura pública.
Sapag desmintió todo. Así lo dijo: “Lo niego terminantemente”. Pero lo investiga el Ministerio Público Fiscal de Neuquén. Sapag fue uno de los gobernadores mas permeables a ceder derechos petroleros de las provincias a la YPF de Cristina Kirchner, en los últimos años de su mandato. El trabajo judicial puede develar nombres que inquieten a las petroleras. También, una pesquisa del fiscal Carlos Rívolo alerta a los bancos. Rívolo mantiene absoluto hermetismo, aunque avanza en la investigación a Luis Caputo y sus off-shore. Clarín confirmó que Rívolo tomó una medida extrema: pidió la AFIP el levantamiento del secreto fiscal sobre todas las declaraciones patrimoniales del ministro.
La medida fue aprobada por el juez Julián Ercolini. En el Ministerio de Finanzas están inquietos con los próximos pasos de Rívolo.
El caso OCA también entró a la escena política por el conflicto con Hugo Moyano.
Patricio Farcuh -su peculiar presidente- se presentó ayer en la AFIP. Y se comprometió a dar el siguiente paso: saldar a la brevedad la deuda post-concursal, para conservar la licencia de correo.