A partir de un acuerdo con un trader extranjero, el rebatuizado Grupo Ceibo comenzará a comprar combustible refinado de distintos orígenes. El objetivo es evitar el cierre definitivo del establecimiento y sumar un nuevo problema a la petrolera creada por Cristóbal López
Sin fondos suficientes para seguir manteniendo las operaciones petroleras, los administradores de las empresas del ex Grupo Indalo buscan alternativas que les permitan sostener una actividad que consideran estratégica para el futuro del holding.
Los problemas afectan más que nada a la refinería que el rebautizado Grupo Ceibo opera en la localidad santafesina de San Lorenzo y que abastece de hidrocarburos a la petrolera Oil Combustibles. Es decir, de la compañía denunciada por la AFIP por haber usado $8.000 millones del impuesto a la transferencia de combustibles que debían ir a las arcas del ente fiscal para financiar la compra de otras empresas que fueron incrementando el pool de activos del grupo creado por Cristóbal López durante el gobierno kirchnerista.
Producto de las denuncias, Oil Combustibles tiene en la actualidad sus cuentas embargadas, se encuentra imposibilitada de hacer frente a los pagos a sus proveedores, busca la apertura de su concurso preventivo de acreedores y se encuentra intervenida judicialmente. Hace unos días, sus cuentas fueron embargadas por la AFIP que aplicó una retención de $900 millones y le impidió seguir pagando la materia prima que recibe.
Como en el grupo consideran que el embargo del ente fiscal se mantendrá y saben de la indiferencia del Gobierno nacional sobre la crisis de sus empresas, buscaron otra fórmula para sostener las actividades de la refinería de San Lorenzo y de la red de estaciones de servicio de Oil Combustibles. El objetivo de sus dueños es ordenar la situación y cerrar el ingreso de un inversor estratégico que le inyecte fondos de manera urgente.
Su situación arrastró a la refinería de San Lorenzo para la cual los ejecutivos del Grupo Ceibo acaban de diseñar un plan de crisis que consiste en importar crudo en lugar de seguir refinando el producto en su propio establecimiento localizado sobre la Hidrovía del Río Paraná y en el corazón agrícola del país. Hasta ahora, la planta tiene una capacidad para procesar 8.000 m3 por día de crudos livianos y medios, lo que representa el 8% de la capacidad de refinación del país.
Como parte del plan de crisis, cerró un acuerdo de abastecimiento con un trader internacional que lo permitirá reemplazar la producción local con combustible importado. De esta forma, continuará abasteciendo a la red de casi 300 estaciones de servicio que Oil opera en todo el país.
"No podemos financiar el crudo por lo tanto buscamos alternativa que nos sea mas económica y no desabastezca la red", explican en el entorno del Grupo Ceibo.
"Hoy, nuestra tarea principal debe ser salvaguardar nuestra red de estaciones de servicio, sin ellas la compañía perdería todo su valor y su razón de ser", agregan.
Es más, enviados de Ignacio Rosner, dueño del fondo OP Investment a su vez controlante de las empresas del ex Grupo Indalo, se encuentran en la refinería informando al personal de la planta sobre el nuevo plan de crisis. Explicarán que la estrategia implica parar el sector de refinado del establecimiento de San Lorenzo y adquirir combustible ya procesado gracias a la intervención de la empresa extranjera que se convertirá en el socio estratégico del grupo local en el negocio de hidrocarburos.
En este sentido, los embargos sobre fondos y bienes que pesan sobre Oil no impedirán la operación ya que el costo se pagará con la venta a la red que se llevará a cabo por cuenta y orden de la empresa proveedora del crudo. Es decir, Oil le proveerá al trader extranjero las instalaciones de San Lorenzo -puerto, tanques y otros servicios- y distribuirá el combustible a su red de estaciones de servicio. Por esta tarea, la empresa cobrará un porcentaje sobre las ventas que le permitirá hacer frente a los gastos operativos, los salarios y las deudas fiscales.