El hecho marcaría un nuevo quiebre al interior del sindicato más grande de la industria minera privada chilena.
Un día clave vivirá Escondida, la mina de cobre más grande del mundo, ubicada en la Región de Antofagasta. Esto porque hoy se podría ratificar el “cisma” entre los trabajadores de la compañía luego de meses de diferencias internas por la gestión del sindicato N° 1, hasta ahora la única organización que representa a los operarios.
Pero eso podría terminar en caso de que un grupo de disidentes consiga el apoyo necesario para establecer un nuevo sindicato en la faena.
Ayer se reiniciaron las votaciones y hoy terminarán los sufragios. Para poder constituirse como un nuevo sindicato, requieren el apoyo de al menos un 10% del total de trabajadores de la faena, es decir, unos 250 operarios.
Conocedores del proceso reconocen que ha sido más lento de lo esperado. Aunque ya existirían más de 100 inscritos en la nueva agrupación, todavía se está lejos del número exigido por la legislación. Por eso, hoy es una jornada crucial, según señalan trabajadores que optaron por mantener su nombre en reserva.
“Hay mucho descontento interno con la gestión del actual sindicato, por eso a muchos les atrae la idea de establecer uno nuevo. Sin embargo, existe miedo, por eso ha sido más lento”, comenta el trabajador.
La fuente añadió que esperan poder reunir los votos suficientes para constituirse legalmente como sindicato, aunque asegura que no será por una cantidad holgada.
Según han denunciado algunos disidentes del actual sindicato, la dirigencia intentó obstaculizar el movimiento. A comienzos de mes uno de los postulantes a ser director de la nueva agrupación, Marcelo Fonseca, sostuvo haber sufrido represalias por su posición.
“Hasta amenazas de muerte hemos recibido por ejercer nuestra libertad sindical. La actual directiva del Sindicato 1 ha tratado por todos los medios de obstaculizar la formación del nuevo sindicato”, señaló en esa oportunidad.
Estas diferencias se profundizaron cuando, hace algunos días, se aprobó la desafiliación del sindicato N° 1 de Escondida de la Federación Minera de Chile, señalando, además, que buscan crear un nuevo referente que una a todos los operarios del sector.
La industria minera tiene muy presente los 44 días de huelga que mantuvieron los trabajadores de Escondida durante el verano del año pasado, convirtiéndose en la paralización más extensa de este sector para grandes operaciones en manos de privados.
En ese momento no hubo acuerdo entre la empresa y el sindicato, aplicando este último la extensión forzosa del actual contrato vigente por 18 meses más. Por eso, a mediados de años existirá una nueva negociación reglada entre las partes, lo que genera temor en la industria de que pueda repetirse una huelga.
Sin embargo, no descartan la existencia de una negociación anticipada. Según dijo a “El Mercurio” el presidente del sindicato N° 1, Patricio Tapia, la organización está preparada para enfrentar ambos escenarios.
Esta búsqueda también la realizaría el nuevo sindicato en caso de lograr constituirse. Los integrantes de la futura organización verían con buenos ojos alcanzar un arreglo de manera previa, situación que ya la habrían comunicado a ejecutivos de la minera, operada por BHP.
Eso sí, según un análisis legal realizado por el actual sindicato -y entregado a los trabajadores- la nueva agrupación no podría negociar anticipadamente, aun cuando pudiera constituirse.
En el documento señalaron que, según la reforma laboral, el sindicato que negoció (el contrato colectivo) puede modificarlo, reemplazarlo o dejarlo sin efecto, que es precisamente lo que ocurre en una negociación anticipada”.