El ministro de Transporte de la Nación lo rebautizó como el “norpatagónico” y confió en que durante 2018 se logre su estructuración y el inicio de las obras. La inversión ronda los 1.200 millones de dólares y el gobierno apelará a obtener recursos en el sector privado. Ya hay varios interesados.
El optimismo baja desde la Nación y parece que no es infundado. En los próximos meses saldrá a licitación la construcción del ramal ferroviario que unirá el puerto de Bahía Blanca con Vaca Muerta. Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación, dijo que el gobierno tiene en sus planes iniciar las obras durante 2018.
“Venimos trabajando el desarrollo del tren Norpatagónico, como lo estamos rebautizando. El impacto va a ser muy importante para conectar nuestra Argentina, de Neuquén a Bahía Blanca”, dijo en declaraciones que difundió el diario La Mañana de Neuquén.
“Es una inversión millonaria. Si Dios quiere, este año vamos a estar terminando su estructuración y comenzando el trabajo”, agregó.
La necesidad de contar con una logística acorde con el desarrollo que se espera para Vaca Muerta constituye uno de los principales objetivos de las compañías petroleras.
Esta visión también es compartida por el gobierno, aunque pretende que sean los privados quienes realicen la inversión necesaria, sobre todo si se tiene en cuenta que el ferrocarril contribuirá a generar una baja en los costos del transporte de materiales.
En ese marco el puerto de Ingeniero White también es clave.
Hay consenso en que una traza ferroviaria como esta actuaría como imán para otras operadoras del mundo que esperan mejores condiciones para afinar sus planes en la formación que tiene su corazón bajo el suelo neuquino.
Según informó Dietrich, ahora se están ajustando los últimos detalles para lanzar un llamado internacional para la obra.
La misma se va a realizar bajo el modelo de Participación Público Privada (PPP).
Según los datos de Transporte, una vez que el tren "Norpatagónico" empiece a rodar tendría un impacto que estaría llegando a más de 6 millones de toneladas de carga como máximo al año, hacia 2030.
El año pasado, cuando avanzó la idea en la órbita del gobierno nacional, las empresas petroleras con negocios en Vaca Muerta mostraron disposición para participar con una parte del financiamiento, aunque no se precisó a cuánto ascendería en plata dicho aporte.
La apuesta del Gobierno es conseguir un tercer socio internacional, algo que hasta ahora no ha logrado cerrar.
En ese tren, la infraestructura para las petroleras de Vaca Muerta fue ofertada a inversionistas de varias naciones por el presidente Macri en su última gira, que lo llevó al Foro Económico Mundial de Davos, a Rusia y a Francia.
Según una presentación que el ministro Guillermo Dietrich realizó el año pasado ante la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la obra tiene varias etapas.
La primera abarca los 20 kilómetros iniciales desde el puerto local.
El segundo tramo, unos 540 kilómetros hasta Cipoletti, y que ahora utiliza Ferrosur Roca, requerirá no sólo la recuperación de tramos en mal estado, sino también obras para permitir el transporte de cargas más pesadas.
El tercer tramo, unos 30 kilómetros hasta Contralmirante Cordero, exigirá la renovación total de rieles.
El último tramo, hasta Añelo, contempla 90 kilómetros de nuevas vías y una inversión de 150 millones de dólares, ya que habrá que cruzar el río Neuquén.
El plazo de obra ronda los cuatro años aunque en el ministerio de Transporte confían en que se reduzca a 36 meses y que en el primer año de operación (¿2021?) se hayan transportado entre Añelo y el puerto de Bahía Blanca 1,5 millones de toneladas, en su mayoría arenas especiales que demandan los pozos de Vaca Muerta.
Se estima que la construcción de las nuevas vías, como la recuperación de las existentes, generaría entre 2.500 y 3.000 puestos de trabajo.
El ferrocarril, en largas distancias, es una herramienta muy poderosa a la hora de fijar tarifas, lo que seguramente llevará a las autoridades portuarias locales a tener un mayor poder de decisión en esta obra para que los muelles locales no pierdan competitividad.
También resulta esencial no perder de vista la necesidad de recuperar esta vía no sólo para las cargas, sino también para los trenes de pasajeros, sobre todo porque el transporte de arena será por un período de tiempo y demanda el estudio de alternativas capaces de hacerla sustentable en el tiempo.
Además, como ya se vino puntualizando desde estas páginas, también es vital que sea parte de un proyecto multimodal con la mira puesta en los puertos chilenos.
Sin embargo, hasta ahora todo apunta a recuperarla para trenes de carga que circulen a 40 km/hora y con una capacidad de sólo 20 toneladas por eje
Para una inversión petrolera no convencional el traslado de insumos por ferrocarril supondría un ahorro significativo.
Según informó el diario Río Negro, hay consenso entre las principales compañías de la Cuenca Neuquina en que los volúmenes transportados ya tienen un peso significativo sobre los costos totales de las operaciones.
“El actual movimiento de arena justifica en sí mismo la construcción y puesta en marcha el tren a Vaca Muerta”, lanzó un alto directivo de una petrolera internacional.
Se estima que cada tonelada de arena, utilizada para fracturar la roca madre, tiene un costo 260 dólares, de los cuales alrededor del 70% de su valor es para pagar el transporte.
Ahora resta esperar que el ministerio de Transporte oficialice la fecha de la licitación, donde seguramente aparecerán empresas como Techint y también algunas compañías extranjeras.
La recuperación de la vía al Neuquén supondrá profundos cambios en el funcionamiento ferroviario en Bahía Blanca.
Hasta ahora se baraja la posibilidad de canalizar todo el tráfico de trenes por esta vía, la más alejada del centro, liberando así la vía Bahía Blanca - Noroeste.
Este cambio supondrá liberar numerosas hectáreas de terrenos ferroviarios ociosos, por caso los ubicados en el eje Chile - Sixto Laspiur y Malvinas -Brickman. Esto posibilitará la ejecución de nuevos espacios verdes y también permitirá una mejor conexión con el centro para barrios como Noroeste y San Martín, entre otros sectores.
Petroleras, empresas que participan del sector hidrocarburos, gobierno local y Nación, puerto de Bahía Blanca, son quienes están a la espera de “tamaña” licitación.
Las noticias no se aceleran como a finales del año pasado y lo oficial, es que se están ajustando los últimos detalles para lanzar un llamado internacional por la construcción (con renovaciones de tramos) de una línea ferroviaria que conecte las distancias entre la formación Vaca Muerta y el puerto.
Un primer proyecto marcaba un recorrido de 700 kilómetros que se desprendería de la traza del Ferrocarril Roca, desde Bahía Blanca con una traza nueva circunvalar de 39 km, buscando finalizar el “tramo petrolero” en la localidad de Añelo distante a 100 km de la capital neuquina, previo paso por Río Negro.
La obra -en números- para ese entonces, llevaría una inversión superior a los u$s 530 millones (hoy se habla de u$s 1200 millones) y se puede realizar bajo el modelo de Participación Público Privada (PPP), puesto en vigencia desde mediados del 2017. Primera vez que el sector ferrocarriles puede recibir esta modalidad de inversión.
En detalle esa idea (y sumando las tareas cercanas al puerto), para la primera fase habrá que renovar el tramo comprendido entre la ciudad de Cipolletti y Contralmirante Cordero, para luego unir este destino con Añelo, a través de una traza completamente nueva de unos 85 kilómetros.
En una segunda y tercera etapa para el eje Bahía Blanca y Cipolletti se trabajará para que se diferencien los tramos, separando el transporte liviano en las zonas de mayor población.
Es que una vez en marcha este tren (se mira al 2020 para que comience a rodar) podría transportar unas 6 mil toneladas diarias, cifra que representan los insumos del “fracking” que se utilizan en la actividad petrolera no convencional (arena, cemento, entre otros).
Los principales protagonistas indican que existe un acuerdo entre el Estado Nacional y las petroleras para financiar, en partes bien distintas, este propósito. Cada vez más la mirada “fija” de los inversores se posa sobre esta idea, ya que buscan una mejor salida para la producción del petróleo y gas que se comprometieron a realizar, o bien estén por desembarcar en tierras neuquinas.
YPF admitió que está dispuesta a aportar una parte de los fondos para el financiamiento del proyecto, incluso contrataron especialistas que definieron una propuesta que ya evaluó la cartera nacional de Transporte.
Aunque certezas respecto a su aporte y, al igual que lo esperado por las otras “grandes” compañías, hasta el momento no se conoce dato alguno. Entendiendo que el principal interés de la realización de esta obra viene de parte de las petroleras, porque bajarían costos proporcionalmente, sumando infraestructura que es foco de las reiteradas quejas hacia el gobierno de la administración Macri. Luego se filtró que Nación buscaba un tercer socio internacional.
Ahora bien, lo último que se supo es que Trenes Argentinos Infraestructura también trabaja en un proyecto para construir un nuevo acceso ferroviario al yacimiento petrolífero de Vaca Muerta.
La entidad pública es una Sociedad del Estado que se encarga de la administración de la infraestructura ferroviaria de nuestro país y es quien tendría “mejorada” la propuesta en carpeta para poner en licitación en los próximos meses.
Lo cierto es que la licitación había sido anunciada a mediados del 2017, y por diversos factores que contribuyeron a demorar su salida, hoy la industria petrolera sigue asegurándose bloques y áreas, aliándose estratégicamente, buscando nuevos socios, dando pequeños pasos hasta que el rebautizado “Tren Norpatagónico” comience a moverse en sus nuevos rieles.