El petróleo subió el jueves en Nueva York favorecido por la caída del dólar y la nueva exhortación de la Opep a la cooperación entre los grandes productores mundiales de oro negro.
El petróleo subió el jueves en Nueva York favorecido por la caída del dólar y la nueva exhortación de la Opep a la cooperación a largo plazo entre los grandes productores mundiales de oro negro.
El barril de light sweet crude (WTI) para entrega en marzo avanzó 74 centavos a 61.34 en el New York Mercantile Exchange.
En Nueva York el crudo arrancó en baja pero se fue recuperando a medida que se replegaba el dólar y mejoraban los índices de la bolsa de Nueva York; lo cual es una señal del retorno del apetito por activos de riesgo como el petróleo
"Hay una correlación histórica entre los precios del dólar y los del petróleo la cual quedó en primer plano en los dos últimos meses", observó Kyle Cooper de IAF Advisors.
Un dólar débil torna más baratas las ventas de crudo para los inversores que precisan billetes verdes para abastecerse.
Los inversores siguieron examinando datos oficiales de Estados Unidos que dieron cuenta de un nuevo aumento de las reservas y de la producción y también de una merma de los stocks de la refinería de Cushing que son usados de referencia para cotizar al Brent.
En un intento por contrarrestar la elevada producción de Estados Unidos, los líderes de la Opep, encabezados por Arabia Saudí, "reafirmaron firmemente esta semana su compromiso de limitar su producción", recordó Phil Flynn de Price Futures Group.
Este jueves el ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, que ejerce la presidencia temporal del cartel, dijo que la entidad busca alcanzar antes de fin de año un acuerdo cooperación a largo plazo con países ajenos a la Opep y que se está trabajando en una propuesta para ello.
En marzo, los combustibles deben volver a subir más del 4% solo por los cambios en el impuesto. Se sospecha que el Gobierno está negociando con las principales empresas.
Los precios del petróleo en el mercado internacional perdieron más de un 9% desde el 25 y 26 de enero cuando registraron los valores de cierre más altos en lo que va del año. Sin embargo, esa reducción no se trasladará a los combustibles en el mercado local porque las petroleras también consideran el valor del tipo de cambio e incluso la tasa de inflación.
La liberación del mercado dispuesta por el Gobierno a fines de setiembre no contempla por ahora explicitar en qué medida el precio del petróleo incide en el costo de los combustibles al público, a qué valor las refinerías están comprando el crudo local y el importado, ni cuántos de los gastos de esas empresas están dolarizados, aun cuando desde ya se entiende que los salarios, los servicios y los impuestos se pagan en pesos.
Además, YPF y en menor medida Axion- procesa petróleo propio lo que le otorga una ventaja frente a las competidoras. Pero la petrolera de mayoría estatal está fuertemente endeudada en dólares y esto explica su necesidad de mantener dolarizados sus ingresos.
YPF hace los cálculos de precios en el surtidor, partiendo desde el aumento aplicado el 2 de diciembre. Desde esa fecha se concretaron tres incrementos al público que acumulan entre un 7,6% y un 8,2%.
En tanto, desde el 1 de diciembre hasta ayer, la cotización del petróleo Brent en Londres aumentó un 4,91% y el tipo de cambio varió un 13,93%. Por esa razón, la petrolera y las otras refinerías consideran que todavía falta aplicar más subas en los combustibles.
Los números serían menos duros si la comparación se realizara con relación al 5 de febrero, el día previo al último aumento de YPF. En ese caso, surge que el petróleo Brent tuvo una baja el 1,21%, mientras el valor del dólar se incrementó en un 1,1%. Pero por lo menos hasta hace unos días en la petrolera consideraban que deberían trasladarse las variaciones ocurridas desde diciembre.
Se sospecha que estos temas están siendo materia de negociación en este momento entre YPF y el gobierno, sobre todo porque a partir del 1 de marzo, habrá una nueva alza de más del 4% al público debido al cambio en el impuesto a la transferencia de los combustibles (ITC) y la aplicación del nuevo gravamen a la emisión de dióxido de carbono.
Además, el Gobierno postergó hasta el 1 de marzo la aplicación de una nueva rebaja en el precio del etanol, producto que representa actualmente el 12% de un litro de nafta. Los productores de ese biocombustibles esperan que la reducción no se aplique porque están presentando las estructuras de costos que les habían pedido en noviembre, pero una baja aunque sea menor que la prevista inicialmente- contribuiría a aliviar la presión sobre los valores al público.
Hay que considerar además que el ITC se va a ajustar trimestralmente según el índice de precios al consumidor, lo que significa que cada tres meses habrá variaciones en los combustibles solo por el componente impositivo. En ese sentido, se entiende que en la negociación entre la petrolera y el Gobierno, se analizaría también un mecanismo para que los precios al público no aumenten todos los meses, tal como había planteado la conducción de YPF en noviembre.