Importantes indicadores del mercado físico del petróleo están advirtiendo a la OPEP que la racha bajista que experimentó recientemente el mercado, y que redujo en casi 15 por ciento el precio del barril en apenas tres semanas, podría estar lejos de terminar.
La alerta no proviene tanto del ajetreado mercado de futuros del crudo, sino de la actividad caótica de negocios de petróleo y productos derivados físicos, donde los precios clave de barriles estadounidenses, europeos y rusos han estado cayendo, lo que sugiere una demanda menos robusta.
Los futuros de los referenciales se han hundido junto a los mercados de acciones globales debido a las preocupaciones sobre la inflación, además de los renovados temores de que el veloz aumento de la producción de Estados Unidos inunde el mercado con más crudo durante este año.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), entre ellos el secretario general Mohammad Barkindo, argumenta que el declive es solo temporal porque la demanda está superando los suministros y que los precios no se derrumbarán de nuevo a 30 dólares por barril, como pasó en 2015 y 2016.
Tradicionalmente, cuando los futuros del crudo retroceden, los precios en el mercado físico suben, el petróleo se abarata y es más atractivo para las refinerías.
Pero en las últimas semanas, los diferenciales en mercados clave de Europa y Estados Unidos, como el Forties del Mar del Norte, el ruso Urals y el West Texas Intermediate (WTI) y el mercado diésel del Atlántico, han caído a mínimos de varios meses.
Las razones tienden a ser diferentes en el caso de cada uno de los referenciales físicos, pero los patrones generalizados sugieren que el panorama es difícil.
“Los mercados físicos no mienten. Si las áreas donde se aprecia un exceso de oferta no pueden encontrar zonas de demanda, los precios declinarán”, dijo Michael Tran, analista de la firma RBC Capital Markets.
“Los crudos de la Cuenca del Atlántico son un barómetro de la salud del mercado mundial de petróleo porque la región es la primera en reflejar la pérdida de los fundamentos. Los débiles precios de los crudos referenciales del Mar del Norte, como el Brent, el Forties y el Ekofisk, sugieren que los barriles tienen problemas para encontrar compradores”, explicó.
La situación se produce luego de un aumento en la producción de Estados Unidos a 10 mil 04 millones de barriles por día (bpd) en noviembre, la mayor producción desde la década de 1970.
Este incremento llevó al país al segundo puesto entre los principales productores de petróleo a nivel mundial, por delante de Arabia Saudita y debajo de Rusia, de acuerdo al Departamento de Energía estadounidense.
El martes, la Agencia Internacional de Energía (AIE), un organismo con sede en París, dijo que el ascenso de los suministros estadounidenses podría provocar que la producción mundial supere la demanda en el 2018.
Los diferenciales del crudo Forties en relación al Brent han bajado a -70 centavos de dólar, desde una prima de 75 centavos al comienzo del año, luego de que el oleoducto Forties regresara a sus operaciones habituales.