Las conversaciones volvieron a surgir ante la inminente aprobación de la expansión por US$4.700 millones del yacimiento y estarían en una etapa avanzada.
En recta final estarían las negociaciones entre el grupo Hurtado Vicuña y la canadiense Teck para que los primeros se desprendan del 13,5% que tienen en Minera Quebrada Blanca a favor de los segundos.
Según indicaron fuentes del sector, ambas partes están en conversiones avanzadas para que la canadiense adquiera la participación que la sociedad Inversiones Mineras S.A. -ligado al Grupo Hurtado Vicuña- tiene en el yacimiento ubicado en la Región de Tarapacá. Esta situación fue confirmada por el CEO de Teck Don Lindsay, a inversionistas.
“Sabemos que uno de los inversionistas menores, una compañía privada chilena, es probable que venda y sospecho que algo ocurrirá de aquí a finales de año, pero es el tipo de situación que no es definitiva hasta que realmente suceda, es una participación de 13,5%”, indicó el ejecutivo durante la entrega de sus resultados.
Esta no es la primera vez que el grupo Hurtado Vicuña y Teck negocian la venta de la participación de la primera en Quebrada Blanca. Anteriormente en 2012 y también en 2013 se había explorado esta opción de la mano de JP Morgan. Sin embargo, la decisión no se veía como algo urgente.
No obstante, el escenario ahora cambió. El yacimiento está ad portas de desarrollar el proyecto Quebrada Blanca 2, una iniciativa de US$4.700 millones que permitirá a Quebrada Blanca saltar desde la mediana a la gran minería, alcanzando una capacidad de producción de 300 mil toneladas de cobre equivalente. Para que se lleve adelante la iniciativa, será necesario un aumento de capital, el que sería financiado en proporción a las participaciones, con excepción de Enami (10%) que por estatutos es eximida. Y el grupo Hurtado Vicuña no estaría interesado en realizar esta inversión, considerando que ya tienen un brazo minero, Pucobre.
Las conversaciones estarían en una etapa “avanzada” permitirían a Teck atomizar la propiedad y facilitar la llegada de otro accionista, pero con una participación mayor al interior del proyecto. Teck ha expresado públicamente su interés de sumar un socio, con el objetivo de no estresar su caja.
La segunda fase de Quebrada Blanca (QB2) actualmente está en su fase final de tramitación al interior del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA). Si bien se esperaba que el directorio de Teck tomara a inicios de este año una decisión al respecto, esta deberá ser retrasada para el segundo semestre de este año. “QB2 es nuestro proyecto más avanzando, y de momento estamos enfocados en cumplir los procesos de aprobación regulatoria y avanzando en la ingeniería de detalle, en los contratos de adquisiciones anticipadas y planificación de la construcción. Esperamos el permiso en la primera mitad de 2018 y una decisión de inversión no se espera antes del segundo semestre de 2018”, indicó Lindsay.
Según explicó, la postergación se debe tanto a la demora en la obtención de los permisos como a factores internos de la compañía. Porque la espera, le permitirá a la compañía aumentar su caja, además de dar espacio para un mejor desarrollo de la ingeniería y así evitar incertezas. Una tercera razón es el mercado del cobre. “Anticipamos que a medida que nos vayamos acercando hacia fines 2019 estaremos más cerca de un déficit estructural significativo en el mercado del cobre, y tendremos un positivo desempeño. Eso demostrará al mundo que este es un proyecto que realmente necesitamos”, dijo Lindsay.
Para los próximos cuatro meses, desde la canadiense indicaron que requerirán unos US$100 millones para llevar adelante la iniciativa. Durante el año entregarán una actualización para dicha cifra.