El aumento en el precio de las naftas -de entre 32% y 36%, según la variedad- no afectó la demanda de ese combustible durante el año pasado, según los datos de ventas En 2017, el consumo de naftas súper y "premium" creció un 7,3% en relación a 2016. En cambio, los volúmenes comercializados de gasoil si estuvieron casi chatos: cayeron un 0,1% entre un año y otro.

En diciembre de 2016, el litro de nafta súper se despachaba -en las estaciones de servicio de YPF en Buenos Aires- a $ 17,08. Un año después, en diciembre de 2017, se conseguía a $ 22,66, lo que representa un incremento del 32%. La suba en la premium fue mayor: de $ 19,3 a $ 26,15, un encarecimiento de 35,5%.

Los aumentos en la nafta fueron superiores a la inflación -24,8%- del año pasado, ya que las petroleras fijan sus valores de acuerdo con el precio del petróleo crudo internacional. Y, como se paga en dólares, también talla la devaluación del peso frente al dólar.

Mientras la demanda pareciera poder absorber los aumentos, también se registra un ligero desplazamiento hacia los combustibles más caros. En diciembre de 2016, un 17% de lo que se vendía era nafta "premium", mientras que en el mismo mes de 2017 fue un 18% del total. El gasoil "premium" pasó de representar 14% del mercado en 2016 a un 16% de participación en 2017.

Las mayores ventas de nafta se explican mucho más por el lado de la premium que la de la "súper". Esta última casi mantuvo sus volúmenes entre 2016 y 2017 (subió un 0,1%), mientras que el combustible de mayor octanaje repunta un 18%.

El gasoil premium ayudó a que la caída en la demanda de ese combustible también fuera menor. Entre 2017 y 2016, el gasoil más caro experimentó una mejora del 17% en el consumo, mientras que el "tradicional" tuvo un descenso del 7%, según un análisis realizado por la cámara de estacioneros Cecha.

En el comportamiento geográfico, casi todas las regiones muestran alza. La ciudad de Buenos Aires -el segundo mercado más importante del país- es una de las pocas donde apenas se movió la aguja, con ventas casi idénticas entre 2016 y 2017.

La provincia de Buenos Aires, el mayor distrito en ventas, tuvo una mejora interanual del despacho de naftas de 8,2%, mientras que Córdoba -el tercer mercado del país- subió un 10,8%. Santa Fe -el cuarto- trepó un 5,3%. El ascenso en las ventas fue superior al promedio nacional en Salta (12,3%), Tucumán (12%) y Chaco (11,8%).

El precio del barril de petróleo crudo subió de US$ 54 en enero a US$ 66 en diciembre. Durante ese mes, el importe de la nafta súper argentino fue el cuarto más alto de la región (promedio de US$ 1,23), por debajo de Uruguay (US$ 1,77), Chile (US$ 1,32) y Brasil (US$ 1,31). En cambio, el combustible local es más caro que en Perú, Paraguay y Colombia.

YPF, con 54% de participación, es líder de mercado. La segunda es Shell y la tercera Axion. La crisis de Oil -la petrolera de Cristóbal López, en proceso de traspaso a OP Investments- le hizo perder mercado a esa bandera. Trafigura Argentina (con la marca Puma) asoma como un competidor que este año llevará su marca a más lugares.