El Consejo Mundial del Oro ha publicado sus perspectivas para el mercado de oro para 2018, y recoge cuatro puntos claves que, en su análisis, deberían impulsar el mercado del oro en este presente año.
El informe del WGC comienza con un breve resumen de lo acontecido en el pasado año 2017, donde el precio del oro medido en dólares subió un 13,5 %, la mayor ganancia anual desde el año 2010, situando la rentabilidad del oro por encima de otro tipo de activos.
El primero de los elementos recogidos en el informe hace referencia al previsible crecimiento económico global, ya registrado en 2017, que también podría seguir la misma tendencia a lo largo de este año. De esta forma, un mayor aumento de ingresos podría repercutir en el mercado del oro y no sólo en forma de joyería, lingotes o monedas de oro.
La utilización industrial del oro podría ser un elemento a considerar y que llevaría al oro más allá de su consideración como activo refugio o alternativa a un dólar débil. Si bien, no necesariamente esta posibilidad tendría que repercutir por sí misma en un aumento de los precios, como señala el analista Arkadiusz Sieron “porque los precios del oro son principalmente impulsados por la demanda de inversión. Y los inversores compran oro cuando tienen miedo, o cuando cuestionan la fortaleza del dólar de EE. UU”.
El segundo de los puntos que aborda el informe tiene que ver con las políticas de los bancos centrales respecto a los tipos de interés. El WGC advierte que la continua expansión económica mundial probablemente dará como resultado una política monetaria más estricta. A medida que los tipos de interés aumenten el interés por invertir en oro debería aminorarse. Sin embargo, el WGC cree que las implicaciones para el oro no están tan claras y que incluso una divergencia en las políticas monetarias entre los principales bancos centrales del mundo podría llegar a favorecer al mercado del oro.
Además –y este es el tercer punto del informe del WGC- , en caso de que los mercados financieros mundiales corrijan, el oro podría salir ganando aunque no es previsible un colapso financiero en este 2018. En cualquier caso si todo va bien, y la economía sigue creciendo el oro se beneficiará de la demanda de joyas pero en un escenario opuesto, el oro saldría incluso mejor parado, recobrando el favor de los inversores como activo de refugio seguro.
Por último, para el WGC es importante destacar cómo ha ido mejorando el mercado del oro en eficiencia y transparencia en estos últimos años. Como lo recuerda en su informe, en 2017, tanto la London Bullion Market Association como el London Metal Exchange han avanzado en proyectos para avanzar en estas cuestiones críticas y sus resultados podrían empezar a verse en este mismo año.
Pero como recuerda Sieron, “el WGC, como organización relacionada con el mercado del oro, tiene un sesgo parcial y ve el potencial alcista incluso cuando no está”, por eso, “los inversores que quieran seguir siendo críticos y obtener ganancias gracias a juicios sólidos, no deberían, por lo tanto, basar su decisión de inversión únicamente en los informes del WGC”.