El litio es un elemento químico que posee infinidad de aplicaciones en muy diversos campos. Por poner algunos ejemplos, se usa en la industria nuclear en la construcción de ojivas, en la industria farmacéutica desde hace bastante tiempo también y ya más recientemente en la fabricación de baterías recargables.
Hoy en día vivimos rodeados de este tipo de baterías, apuesto a que todos tenemos justo ahora más de dos baterías de litio cerca. Las encontramos en móviles, ordenadores portátiles, wearables y… en coches.
Justamente son estas últimas las que traen de cabeza a un sector que ha vivido muy tranquilo los últimos años y se ha visto desbordado por la demanda. Tanto es así que el litio ya ha sido denominado por la famosa Goldman Sachs como “el petróleo blanco”. Y es que comparte uno de los mayores hándicaps con el petróleo negro convencional, las zonas donde lo encontramos son muy concretas y bastante restringidas a nivel global.
Estas zonas a las que hago referencia en el anterior párrafo las podemos acotar por países. Los que aglutinan mayores reservas son Chile en primer lugar, Argentina en segundo y China cerrando el podio del litio. Alrededor del 40% de las reservas mundiales se encuentran en el ya citado Chile, lo que supone más de y 7.5 millones de toneladas, al cierre del artículo el precio por tonelada del apreciado producto se sitúa en 9.100 dólares. Con tan solo una sencilla multiplicación nos podemos hacer una idea de la magnitud de este negocio.
La práctica totalidad de las noticias sobre minería pasan de soslayo para el público general, así que esta relacionada con el litio no iba a ser menos. Ya no una primera plana en un medio generalista, sino que hay que sumergirse en informes de universidades o medios muy específicos para obtener buena información.
Lo cierto es que no hay una escasez como tal en las reservas de litio, más bien todo lo contrario. El único problema es la dificultad relativa para primero, conseguir los permisos pertinentes de explotación al tratarse de un mineral estratégico, y segundo la situación geográfica de los salares. Estos se encuentran, generalmente, en altiplanos por encima de los 4.000 metros en muchos casos. Si una infraestructura minera no es precisamente barata con ciudades cerca o a menos altitud, los costes de construcción crecen exponencialmente si lo que queremos es una planta de extracción de litio ahí arriba.
En esta ocasión hablo del litio pero es posible aplicarlo, salvando las kilométricas distancias, a otros metales. Como por ejemplo el cobalto, que ha visto también cómo su precio por tonelada crecía y es debido a la escasez (por la alta demanda). La solución para el cobalto es menos “sencilla”, ya que sus yacimientos no son tan obvios ni tan accesibles como los del litio, por no hablar de su procesado posterior, más complejo también.
Multinacionales de la talla de Samsung, más concretamente su división de baterías y energías renovables, apuestan realmente fuerte por el litio. Los activos netos en litio de esta empresa ocupan el 5.10%. Con este mismo porcentaje tenemos a la otra gigante coreana, LG, cuya división química no quiere quedarse atrás. Un poco por debajo nos encontramos a Panasonic con el 4.96% y nos tenemos que desplazar más puestos hacia abajo para encontrar a Tesla con un 3.93%.
Siguiendo la estela de Samsung, se ha conocido que la tecnológica ha optado por la vía rápida para obtener suministro de litio cerrando algún acuerdo con el gobierno chileno. Poco más se sabe del resto de relaciones entre las multinacionales y los gobiernos.
Por parte de los tan polémicos gobiernos también se está trabajando duramente, en el caso de Chile siempre con cierta reticencia a la hora de cerrar pactos y negocios con empresas extranjeras. Codelco, la empresa nacional de minería, parece que tardará entre 5 y 7 años en poner en marcha nuevas plantas y al parecer tendrá los derechos de explotación prácticamente en exclusiva.
El famosísimo Elon Musk, creador de PayPal, Tesla y SpaceX, entre otras, también sabe de la importancia de tener unos suministros de litio estables y prácticamente ilimitados. Más aun cuando hace pocos meses ha comenzado la producción de baterías en su nueva factoría del desierto de Nevada, donde presumiblemente y en palabras del propio Musk, absorberán la producción mundial de litio para el año 2020.
Este escenario impulsó el coste por tonelada de litio hasta los 13.000 dólares por toneladacon la consiguiente revolución dentro del mercado de commodities. Pero apuesto a que esta relativa crisis del litio pasará a la historia a medio plazo. En cuanto los países que poseen reservas comiencen a poner en marcha las plantas de extracción el litio tendrá un valor estable, aunque controlado por los países con reservas.
Queda entonces un camino bastante largo a esta crisis del litio y será realmente interesante conocer pasado un tiempo cómo han actuado las empresas dependientes del mineral y cuales han sido sus movimientos para asegurarse el suministro del tan preciado bien.
El 1 de abril de 2008, el presidente Evo Morales había anunciado, que dentro de 18 meses comenzaría a funcionar una planta piloto de industrialización de litio y recursos evaporíticos del salar de Uyuni. A escasos tres meses de cumplir 10 años, como resultado de casi una década se tiene la inversión de alrededor de $us 450 millones de dólares y se alcanzaron hasta el momento con la construcción, según Yacimientos de Litio Bolivia (YLB), de cuatro plantas de producción, solo en fase piloto.
Ellas son las plantas: de carbonato de litio, de cloruro de potasio, de ensamblado de baterías de litio y la planta piloto de cátodos de litio. Pero aún falta la fase de industrialización
"Son diez años y ni siquiera tenemos las reservas del salar de Uyuni cuantificadas, cuyo estudio de acuerdo a normas internacionales, como correspondía, no se ha hecho y ni eso tenemos", enfatiza Juan Carlos Zuleta, analista de la Economía del Litio, al ser consultado por qué nos demoramos tanto.
Sin embargo, Luis Alberto Echazú, viceministro de Altas Tecnologías del Ministerio de Energía, descartó tal situación de demora dado que el proyecto del litio arrancó recién a fines de 2009, cuyo proceso toma tiempo.
"Los proyectos de litio, normalmente duran entre 9 a 10 años, solo la parte de geología duran cuatro años. Entonces nosotros, en el promedio adecuado de los tiempos", respondió.
Según estudios que datan de muchas décadas atrás, se da cuenta que el salar de Uyuni es el más grande del mundo, con una superficie de aproximadamente 10.000 kilómetros cuadrados.
Entre muchos estudios que se hicieron hace más de cuatro décadas atrás, en las labores exploratorias de la francesa Orstom y de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) entre 1978 y 1985 se practicaron 66 taladros (1 taladro cada 52/km2) y se analizaron 194 salmueras. La evaluación de dichos trabajos, realizado por el geólogo francés Francois Risacher en 1989, para una profundidad de 4,7 metros y una porosidad del 35%, dio como resultado un volumen de salmueras de 165.000.000 m3, arrojando “reservas” según dicho estudio y para otros experto, solo “un potencial de recursos identificados” de 8,9 millones de toneladas de litio y 194 millones de toneladas de potasio.
“De acuerdo a los estándares internacionales utilizados en cualquier operación minera y, según los últimos datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, nuestro país solo tendría (junto con Argentina) los mayores recursos identificados de litio del planeta (9 millones de toneladas métricas de litio de contenido metálico)", enfatiza Zuleta.
"Hay que tener mucho cuidado cuando se habla de reservas", aclaró en contacto con El Día, Jorge Espinoza, exministro de Minería y especialista en el tema. "Una reserva de mineral es aquella que puede ser explotada económicamente en determinado momento. Caso contrario hablamos de recursos. Los precios altos pueden transformar recursos en reservas y a la inversa. Para determinar reservas hay que realizar exploración intensiva ajustada a normas geológicas", argumentó.
Ambos analistas señalan que en el salar de Uyuni no se ha realizado suficiente exploración y por tanto amerita la certificación de reserva. En respuesta a ello, en los últimos días, Juan Carlos Montenegro, gerente ejecutivo de YLB, informó que posiblemente en octubre de este año esté concluida la certificación de reservas de litio del Salar de Uyuni. "Hay una empresa que está trabajando en eso, su informe final nos va a entregar estimamos en octubre de este año", dijo el funcionario a medios de La Paz.
Por su parte Echazú argumentó que dicha certificación solo se hará en el área de operación inherente al 5% de los 10.582 kilómetros cuadrados del salar de Uyuni.
"Se está haciendo solo a una fracción del salar. Claro se hará en la zona más rica y semirrica. Nuestro objetivo es validar una nueva cifra a la que se tiene", apuntó.
"Hemos cerrado el circuito de industrialización a escala piloto. Estamos ahora implementando la segunda fase a escala industrial", informó Echazú a El Día.
A su vez, Rafael Alarcón, ministro de Energía, manifestó que dicho circuito de la industrialización del litio se cierra con la construcción de la planta de cloruro de potasio el mismo que ingresará a operar a partir del mes de agosto con una capacidad de producción de 350 mil toneladas anuales.
Pero la mayor apuesta de la industrialización es hacer realidad hasta el 2019 la planta de Carbonato de Litio. Según YLB, hasta el pasado viernes, cuatro de las cinco empresas que presentaron sus propuestas técnicas y económicas para el montaje y puesta en marcha de dicho complejo en el municipio de Uyuni-Potosí, se encuentran en carrera. En 30 días más se conocerá cuál se adjudicará el contrato”.
El siguiente paso, será el de trabajar en la firma del contrato con la empresa que haya sido adjudicada. Nuestra pretensión es que arranquemos con las primeras faenas a fines del mes de marzo o en el mes de abril", señaló Montenegro.
Además, Echazú informó que desde hace seis meses atrás están en negociación con seis consorcios internacionales para la fase industrial propiamente dicha: la fase de materiales catódico y baterías. "Ojalá tengamos respuestas en unos meses, para generar materiales catódicos y materiales", señaló.
Mientras tanto, la gran demanda y los buenos precios del litio siguen imparables en el mercado internacional. Si bien el litio no es considerado comodities de manera que no cotiza en bolsa y el precio se fija entre el comprador y el vendedor, el mismo, en calidad de Carbonato de Litio, a mediados de 2016 ha llegado a ser comprado en China en $us 27.000 la tonelada. El 2017, según Industrial Minerals, se mantuvo en $us 25.000 promedio. Según Espinoza, el Carbonato de Litio tiene mercado porque es utilizado para fabricación de baterías de litio. Además, destacó que con una tonelada de litio se producen 5,32 toneladas de carbonato de litio. Ante ese auge de buenos precios, según los expertos, Bolivia sigue rezagada. Señalan todo se debió a una mezcla de falta de capacidad ejecutiva, personal técnico experimentado y especializado, los que se asocian al lento proceso tecnológico y la industrialización del litio.
'Se entregó una gran tarea a gente no calificada'
Juan Carlos Zuleta*
"El litio es y sigue siendo un tema pendiente para Bolivia y para este gobierno, que lo único que ha hecho es mucho show, dado que solo ha gastado cercano a los 500 millones de dólares, tomando en cuenta que solo en sus inicios se había concebido proyectos pilotos, con un costo de solo 20 millones de dólares. Tal cual no pasó. Luego vendría la fase industrial y ahora la tan mentada industrialización del litio.
El tema es que el Gobierno nacional ha asignado esta tarea de estratégica importancia para el país, a personas sin conocimiento sobre el tema, incluso a un montón de novatos 'junior', curiosamente han sido premiados hace poco tiempo por un medio, supuestamente por haber descubierto un proceso..
Ahora estamos con una fase piloto no terminada, con un diseño final elaborado por una firma alemana que ha sido contratado en agosto 2015 por diez meses, que aparentemente había terminado su trabajo en noviembre de 2017.
Eso muestra un retraso considerable, atribuible, en mi opinión, a una falta de desarrollo previo por parte del gobierno nacional (proceso de extracción debidamente probado, con patentes y certificaciones correspondientes, la pruebas para escalar precisamente de una fase piloto a una fase industrial), por lo cual la empresa habría encontrado casi nada y habría obligado a empezar de cero.
Entre muchos aspectos, estos temas son inherentes a esta realidad. Definitivamente se han dado una suma de improvisaciones.
Eso pasa cuando se entrega tamaña responsabilidad a gente que no tiene capacidad y menos honestidad suficiente".
Demanda. Según estudios recabados por el analista en litio, Juan Carlos Zuleta, la demanda mundial de litio alcanzó el 2017 a 226.982 toneladas métricas. Hasta el 2025 la cifra proyectada anticipa que el mercado exigirá cinco veces más en volumen de litio. Es decir 817.356 toneladas/año.
Reservas. Según Geolical Survey, Mine
*Analista de la economÍa del litio