Nick Cunningham
El acuerdo de la OPEP está comenzando a mover la aguja en una métrica obstinada que se había mantenido deprimida desde que comenzó la caída del mercado hace más de tres años: la inversión en nuevos proyectos upstream.
El ministro saudí del petróleo, Khalid al-Falih, dijo esta semana que la alianza petrolera saudita-rusa durará "décadas y generaciones" y señaló que se necesita más trabajo para estabilizar el mercado y "preservar nuestros intereses a largo plazo". Algunos días antes , hizo hincapié en la importancia de una coordinación estrecha más allá de 2018.
Una de las principales justificaciones para continuar una estrecha coordinación durante un período prolongado de tiempo es que el gasto en nuevos proyectos petroleros a gran escala ya largo plazo sigue siendo moderado, lo que al-Falih argumenta es el resultado de una falta de confianza en el "largo plazo". perspectivas de plazo del mercado ".
Pero hay algunas pruebas de que el acuerdo de la OPEP, que se firmó originalmente a fines de 2016, está comenzando a dar sus frutos en ese frente. La larga lista de proyectos que fueron marginados desde 2014 está empezando a ver algún movimiento. Rystad Energy dice que 18 proyectos que se retrasaron hace años finalmente recibieron la luz verde en 2017. Eso es un gran aumento de solo dos proyectos demorados que recibieron decisiones finales de inversión en 2015, y cinco en 2016.
Rystad ha rastreado los proyectos desde 2014, cuando más y más compañías archivaron proyectos debido a la caída de los precios del petróleo. Un total de 25 proyectos upstream se retrasaron pero ahora han recibido FID. Se espera que estos proyectos cuesten un total combinado de $ 87 mil millones y rindan 16 mil millones de barriles de petróleo equivalente (boe). Cabe señalar que la expansión de Tengiz en Kazajstán representa más de un tercio de ese gasto total.
La acumulación de proyectos retrasados aumentó de 39 a mediados de 2015 a un máximo de 111 a principios de 2017. Después de que más proyectos obtuvieron el visto bueno el año pasado, ese total disminuyó a 104 a partir de este mes.
"Con 18 proyectos retrasados que finalmente despegaron en 2017, esto significa que los proyectos seguían ingresando al rastreador durante 2017", dijo Readul Islam, analista de investigación de Rystad Energy. "La industria ha puesto mucho trabajo en equipo para avanzar en estos proyectos retrasados. Sin embargo, con más de 100 proyectos todavía en nuestro rastreador a medida que ingresemos en 2018, el trabajo duro debe continuar para mantener el impulso de 2017 ".
Uno de los proyectos notables que avanzó en 2017 fue la siguiente fase del campo Libra frente a la costa de Río de Janeiro. Petrobras, Total y sus socios aprobaron el FID para una unidad de almacenamiento y descarga de producción flotante (FPSO) para el proyecto Libra, que generará 150,000 bpd de nueva producción en 17 pozos.
Mientras que los FID se han puesto al día, todavía siguen siendo una fracción de su índice de los últimos años. Se espera que el gasto total aguas arriba baje a $ 510 mil millones este año, una disminución de más del 40 por ciento desde un máximo de $ 900 mil millones en 2014, según Rystad Energy . Eso se tradujo en un volumen récord de nuevos descubrimientos de petróleo. El año pasado, los nuevos descubrimientos alcanzaron solo alrededor de 7 mil millones de boe, el total más bajo en décadas. La industria petrolera solo descubrió un promedio de 580 millones de boe por mes en 2017, por debajo de varios miles de millones de boe de nuevos descubrimientos por mes en 2012. En total, la industria descubrió solo el 11 por ciento de lo que produjo en 2017, un desarrollo preocupante que podría significar problemas en los próximos años.
Pero ese es un problema para otro día. La OPEP y Rusia aún intentan manejar un mercado que ha tenido problemas con varios años de exceso de oferta. Han tenido éxito en drenar inventarios cercanos al promedio de cinco años, y el reciente precio de $ 70 por barril para Brent es un testimonio de sus esfuerzos. El próximo obstáculo será la ola de nueva oferta de esquisto que se espera entre en funcionamiento este año y el próximo, una amenaza que sin duda informa el deseo de Khalid al-Falih de un acuerdo de cooperación con Rusia que abarque "décadas y generaciones".
El Brent alcanza los 71 dólares por primera vez desde 2014 como respuesta a las caídas del dólar y de las reservas de crudo en EEUU.
Los efectos colaterales del varapalo que registra el dólar se multiplican entre los activos denominados en la divisa estadounidense. El oro responde con nuevos máximos desde agosto de 2016, por encima de los 1.360 dólares la onza.
La jornada de hoy otorga además un empujón adicional a la escalada del precio del petróleo. El barril de Brent alcanza los 71 dólares por primera vez desde finales de 2014, y el barril tipo West Texas, de referencia en EEUU, supera los 66 dólares para situarse, igualmente, en niveles inéditos desde 2014.
El precio del petróleo responde así a los mínimos también desde finales de 2014 con los que cotiza el dólar. La divisa que monopoliza las cotizaciones en el mercado del petróleo ha acelerado en las últimas sesiones su desplome, con la 'complacencia' del Gobierno estadounidense.
La pérdida de valor del dólar no es el único argumento que encuentran los inversores para reforzar sus posiciones en el mercado del petróleo. Los recortes aprobados por la OPEP y por otros países productores como Rusia con el objetivo de reducir el exceso de oferta continúan dando sus frutos, en un contexto marcado también por el repunte de la demanda.
De acuerdo con los datos publicados ayer, los inventarios de crudo en EEUUencadenan diez semanas consecutivas de descensos. En la última semana bajaron en 1,1 millones de barriles, hasta situarse en 411,5 millones, sus niveles más reducidos en esta época del año desde 2015.
El mayor equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado ha acelerado la remontada en el precio del petróleo. La OPEP prevé el equilibrio a finales de este mismo año.
Desde mediados del pasado ejercicio roza el 60% de revalorización. Sólo en lo que va de año el barril de Brent acumula más de un 6% adicional de subida. En las últimas jornadas Arabia Saudí ha manifestado su predisposición a ampliar los recortes pactados por la OPEP más allá de 2018. Este freno paliaría el repunte de producción previsto en EEUU, que podría superar este mismo año a Arabia Saudí, según la AIE.
La evolución del crudo en 2018 se presenta crucial para Arabia Saudí, al afrontar la que será la mayor salida a Bolsa de la historia, la del gigante petrolero Aramco.
